REGIÓN METROPOLITANA NORTE | Ernesto Tenembaun, de profesión sociólogo y militante político por vocación
“Con el neoliberalismo había que ponerse de novio, no casarse”
Es un experto en seguridad vial y un claro observador de la realidad nacional. Apuesta a la participación colectiva frente al individualismo. Habla de la candidatura del “compañero” Scioli, de Ricardo Ubieto y de los candidatos peronistas para la intendencia de Tigre.
No le gusta que lo encasillen en la saga de los intelectuales por más títulos académicos que exhiba y ponencias profesionales que tenga en su haber. El único lauro que le gusta mostrar con sumo orgullo es su pasión racingista, al límite de tener en el fondo de su pileta el escudo de Racing Club. Es sociólogo y un verdadero estudioso y experto -con varios premios internacionales- en temas de seguridad vial. Con esta mochila a cuestas, ha caminado -invitación mediante- distintos estrados de Latinoamérica mostrando sus dotes de profesionalidad. En sus alforjas tiene varios libros: “Perón tenía razón”, “Kirchner es peronista” y “Movimientos populares en la historia de nuestra América”. Sin embargo prefiere que lo incluyan en el recuadro de los militantes políticos. Así de simple, un claro militante social y político. O como definiera en su momento Arturo Jauretche: un hombre comprometido con la realidad, porque la vida es eso, compromiso con la realidad.
Se llama Ernesto Tenembaun, y desde hace 8 años “eligió” vivir junto a sus seres más íntimos en Tigre, en un barrio cerrado en las inmediaciones de la Panamericana y Dardo Rocha. El mismo municipio donde Rodolfo Walsh pasó sus últimos días, hasta que la dictadura de Videla lo secuestrara y asesinara.
“Muchas veces las circunstancias, o las tradiciones familiares, nos llevan a un sitio, pero en este caso elegimos Tigre como producto de un estilo y calidad de vida”, define Tenembaun.
En tren de observar o auscultar la realidad, el sociólogo dice que “la democracia no tuvo la capacidad de recuperar los valores de solidaridad” que imperaban hasta antes del golpe del 76. “El daño en el cuerpo social ha sido muy grande, por otra parte -agrega- el neoliberalismo de los 90 que llegó a muchos rincones del planeta dejando sus huellas, reafirmó el individualismo”. “Pero el cambio para revertirlo no es brusco, la población seguramente no lo digeriría, es un proceso gradual que hoy se está manifestando”, razona ante Lo Nuestro.
Para Tenembaun este proceso de recuperación del tejido social, en que los sectores más postergados vuelvan a la escena protagónica, debe enmarcarse en “un cambio y camino que hoy se esta dando en Latinoamérica. Al respecto señala la presencia de Lula, Bachelet, Morales, Chávez, Tabaré y Kirchner en Latinoamérica, como factores positivos a la hora de recuperar aquel espíritu solidario. “En el país -amplía- todavía tenemos muchos sectores y “pensadores” que miran más a Europa que a Latinoamérica. Hay que pensar con visión integracionista, en una unidad regional y no en la individualidad que algunos propician”.
Tenembaun no le esquiva el bulto a la hora de criticar a la dirigencia política que no ha sido capaz de revertir situaciones de marginalidad y de exclusión social. “Muchos de ellos han hecho suficientes méritos como para ganarse el descrédito, pero como le dije antes, los cambios deben ser graduales y en sintonía con los tiempos que la población vaya marcando”. Para él, la construcción de una sociedad integrada y la militancia colectiva deben ser elementos relevantes para cambiar la realidad. Si bien comulga con la política del actual gobierno, reconoce que “Kirchner está aprovechando positivamente una gran oportunidad y no se si hay que pedirle más, está haciendo muchísimo, aportando lo que puede”. Tenembaun cree que “es ahí donde la militancia colectiva y el involucramiento de la población debe marcar mayor presencia”. “Esto no surge por arte de magia, hay que construirlo, generar el debate” y añade que “la falta de liderazgos con vocación, con dedicación y prédica política” limita el desarrollo.
En tren de autocrítica, asegura que el peronismo no generó el debate interno para definir hacia dónde y “con quién debemos ir”. “En los 90 con el neoliberalismo a full, el peronismo no despertó, no entendió que había que ponerse de novio, no casarse, así terminó todo”, razona no sin ironía y luego de su paso fugaz por aquella gestión. Por eso rescata la gestión del peronista Kirchner que está recuperando valores que hacen más creíble la política y no deja de reconocer que aún resta mucho por realizar.
En su derrotero recuerda que cuando el peronismo gobernó, la distribución de la riqueza significaba un 50% para los trabajadores, “hoy estamos distantes de estos índices y la exclusión social siguen con altos niveles, es ahí donde hay que poner el acento, no bajar los brazos”. Enrolado en el denominado “Compromiso K”, Ernesto Tenembaun asegura que “cuando uno tiene la fortuna de caminar por distintos puntos del país, y ve economías regionales que han comenzado a levantarse, comprende que el camino emprendido por Kirchner es el correcto”.
Convencido de que la solución a muchos de los males que aquejan al país requiere del compromiso de todos los sectores de la población, ve con buenos ojos el aterrizaje de Daniel Scioli en tierras bonaerenses. “Es un compañero”, afirma con mucha firmeza y sin dudar, para decir que “Scioli seguramente le agregará otros valores que el resto de nuestros candidatos no traslucían en la dimensión que el presidente necesita”.
Cuando se le recuerda que esta candidatura, al igual que todas las demás del riñón del kirchnerismo, surgen de un dedo, dice: “Sí, ciertamente no es lo más conveniente y hay que tender a democratizar las selección de nuestros candidatos”. Al referirse a las reelecciones indefinidas de los intendentes, muchos de ellos con serios cuestionamientos y procesos legales -caso Enrique García o Jesús Cariglino-, Tenembaun manifiesta que muchos tendrían que irse, pero la gente los sigue votando, por lo tanto habrá que pensar en un cambio paulatino”. En su particular mirada sobre los intendentes, no deja de profesarle al recientemente fallecido Ricardo Ubieto, un profundo respeto.
”Supo vincular su gestión con una excelente relación con la comunidad tigrense y esto es interesantísimo”, arriesga el sociólogo sobre la impronta de Ubieto. En tren de especulaciones, cree que al peronismo se le abre una puerta para las elecciones a intendente en el 2007. “Si a Massa le interesa la intendencia, sería un buen candidato, así puesto en primer término, caso contrario, creo que el compañero Alfredo Di Mateo es la otra opción seria y responsable”, dijo al momento de preguntársele por las cuestiones “hogareñas”.
En su camino diario por tierras provinciales, no deja de llamarle la atención “los estragos que está haciendo la droga”, sacudiendo a vastos sectores de la población, “dañando el tejido social”. Mientras el café va consumiéndose y la suave brisa de la mañana levanta las hojas del anotador del cronista, Tenembaun nos acerca unos libros y enormes carpetas -de su autoría- que dejan entrever el abordaje sobre cuestiones referidas a la seguridad vial. Un tema que en la Región Metropolitana Norte aún suena como asignatura pendiente.
Ernesto Tenembaun, un claro observador de la realidad, un legítimo exponente de la militancia popular, que sin compromiso y ataduras corporativas logra poner algunos ladrillos para levantar esa gran pared de la solidaridad que deje atrás al individualismo.
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