El 82%, pero sin ninguna hipocresía

Por Ariel Lieutier ( Buenos Aires Económico )

El 82% móvil es un derecho. Instrumentarlo sería un reconocimiento con los que construyeron este país con su trabajo, una correcta medida distributiva y, finalmente, una buena política económica, ya que todo aumento a los jubilados vuelve como demanda y mantiene aceitada la rueda del ciclo económico.

Imposible estar en desacuerdo con la propuesta. Y, sin embargo, algunos de los que impulsan hoy la medida con vehemencia estuvieron en contra de la nacionalización de las AFJP, formaron parte de un gobierno que recortó el 13% a los jubilados y agitan el fantasma de la inflación cada vez que se sucede una medida distributiva.

Y más grave aún: este proyecto se enmarca en un conjunto de acuerdos parlamentarios de una oposición cuyos proyectos incluyen la baja a las retenciones a la soja y la coparticipación de parte de los fondos que recibe la ANSES. Por ello, no debe extrañar que se omita en la propuesta la fuente de financiamiento de los aumentos.

Por un lado se proponen políticas progresistas, pero por el otro se busca achicar al Estado, estrangular sus recursos y atentar contra la viabilidad de aquellas políticas. Lanzar modificaciones de este estilo sin especificar cómo se financiarán suena más a hipocresía que a propuesta seria.

Sería más coherente con la historia y el presente que sean el Gobierno y los sectores de centroizquierda en el Congreso quienes, con inteligencia, puedan reparar este “pequeño olvido” y encuentren la forma sustentable de financiar el 82 por ciento.

*Economista (UBA), coordinador del Departamento de Trabajo y Empleo de la Sociedad Internacional para el Desarrollo, Capítulo Buenos Aires (SID-Baires).

Por eso para comenzar a corregir los errores de la década neoliberal y tender gradualmente a recomponer la escala jubilatoria para que cada jubilado cobre proporcionalmente con su trabajo activo y sus aportes como trabajador. Para ello una excelente medida es la restitución de los aportes patronales a los valores anteriores a las rebajas de Cavallo en 1994 , manteniendo solo rebajas para las PYMES, y leer en el blog de Artemio Lopez que Martín Sabatella va a impulsar el proyecto de Rivas de 2004 ( el de la imagen) me alegra mucho porque permite ir recomponiendo los ingresos perdidos durante tantos años por la ANSES y que solo sirvieron para aumentar los beneficios de las grandes empresas mientras al mismo tiempo crecian el trabajo en negro los niveles de desempleo mas altos de la historia mientras Cavallo y Menem intentaban al mismo tiempo por todos los medios destruir los derechos de los trabajadores.