Andrés Larroque: "El cambio pasa por entender que la riqueza la generan los trabajadores"

El secretario general de La Cámpora hace una autocrítica sobre la resolución 125, pero reivindica el debate que generó. En ese marco, defiende el rol de los trabajadores y la ley de medios.

Por Martín de Vedia y Mitre

“Nuestra Presidenta decía que en la juventud tenía que haber organización y alegría”, afirmó el secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, en el acto que hizo el kirchnerismo en el Luna Park, donde el “Cuervo” miró a Cristina y le señaló: “Presidenta, más o menos estamos, ¿no?”. Y el microestadio se vino abajo. Ella devolvió gentilezas y habló de la “Juventud del Bicentenario”, y el ida y vuelta entre ambos discursos se hizo evidente.

–En el acto del Luna Park planteaste que en los ’90 ellos habían venido por todo y que ahora era tiempo de ir por todo. ¿Qué es lo que ustedes creen que falta profundizar?

–Hay un antecedente en la Argentina que es la década peronista, cuando nosotros recuperamos Aerolíneas y tenemos los aviones Embraer como una nueva adquisición –que nos permite ahorrar mediante financiamiento a largo plazo y porque gastan menos combustible–, pero lo triste de todo esto es que en los años ’50 nosotros fabricábamos aviones y Brasil no. Entonces hoy, gracias al Mercosur y la integración, es un paso adelante en una empresa recuperada para el Estado nacional, pero la necesidad es volver a tener una industria como la que había en aquel tiempo.

–¿Cómo se logra?

–Hay que profundizar con lo que se hizo y desmontar todo lo que operó la dictadura y el menemismo, que tiene que ver con haber desglosado el aparato productivo y haber puesto al sector financiero en un lugar que no es bueno para desarrollar el país. Hay que consolidar día a día esta transformación que comenzó en 2003, desde muy atrás, porque veníamos de 30 años de neoliberalismo, y sacando el interregno de Cámpora y Perón en el ’73 y ’74, del ’55 para acá tenés décadas y décadas en las que se trató de destruir lo que se había hecho. Y a pesar de todo la Argentina conserva cosas que la siguen poniendo por encima de los países latinoamericanos, así que lo que teníamos se ve que era muy bueno. Kirchner siempre lo dice: “Qué hubiera pasado si se hubiera mantenido una política de desarrollo y acumulación”. Lo que buscamos es retomar ese camino. Santoro habla de que en la Argentina la utopía de la felicidad está en el pasado y no en el futuro.

–¿Entonces el objetivo es recuperar los derechos perdidos?

–Nuestro primer objetivo es recuperar la Argentina de aquel tiempo, con el fifty-fifty del que hablan Néstor y Cristina, pero también si podemos ir por más, vamos a ir por más. No tenemos por qué ponernos límites en los sueños.

–¿Es un problema económico o cultural?

–Hay una pelea cultural porque no tenemos una burguesía nacional. Hay sectores de nuestra sociedad que tienen internalizado el neoliberalismo y ciertos medios juegan un papel muy importante en eso. Por eso no hay que dar sólo una batalla para ordenar el sector financiero y darle un rol más definido, terminar de desmontar lo que instaló la dictadura y los ’90, sino que necesitás generar en la sociedad un pensamiento que sea afín a las transformaciones, porque si chocamos, no tenemos la correlación de fuerzas, lo que planteamos, la sociedad no lo comprende, y una excelente idea se te puede venir en contra.

–Y la ley de medios busca trabajar en ese punto...

–Nosotros queremos más voces, que estén Clarín y La Nación pero que esté todo el resto, es una pelea. Nosotros ganamos la primera batalla, que fue el consenso alrededor de la ley –conseguida de abajo hacia arriba–, y estamos frente a las presiones del monopolio, que existen, no las podemos negar, pero no van a poder tirar la pelota afuera de por vida. La ley está aprobada, la discusión está instalada y en todo caso ellos deberán explicarle a la sociedad por qué quieren tener toda esa concentración de medios.

–Y en ese marco, la Corte tuvo un fallo equilibrado...

–Las cautelares, plantea la Corte, no pueden extenderse un tiempo excesivo. Ahora hay una discusión de criterio. Clarín va a decir que el tiempo que tiene que tomarse es el que le sea más beneficioso pero para nosotros tiene que ser en el menor tiempo posible porque la ley se tiene que aplicar sin restricciones. Es una ley. El fallo fue claro y contundente en que es una situación que sea indeterminada y hay que resolver. La democracia argentina no puede funcionar con una concentración de medios como la que venía teniendo. Puede haber discusiones jurídicas en las que opinarán las personas idóneas pero nosotros entendemos que por encima de cualquier debate por un artículo, una coma o una interpretación, está cómo construimos la democracia que favorezca al desarrollo de la sociedad con la mayor equidad posible, y eso con la concentración mediática no se puede debatir.

–Volviendo a la problemática de la recuperación del modelo productivo, más allá de los avances, ¿por qué hay problemas como el de Paraná Metal?

–La destrucción del aparato productivo fue muy fuerte y lleva tiempo. Hay cosas desincronizadas, no soy un especialista pero por el tipo de cambio hay posibilidades para que se recuperen ciertas industrias. Además, es muy difícil encontrar quién quiera invertir, porque no tenemos una burguesía nacional clara: la que se consolidó con el peronismo se fue a comprar campos y se convirtió en terrateniente. Seguimos teniendo un problema con la mentalidad de nuestros empresarios, algunos lo han comprendido pero otros siguen apostando por la vía especulativa o tener éxito y vender la empresa a capitales extranjeros es lo mejor que les puede pasar. Carecemos de lo que tiene Brasil, que es quien defienda sus intereses. En la Argentina muchas veces el Gobierno defiende más los intereses que los empresarios porque entendemos que hay que apoyar a la producción porque va a redundar en mejores trabajos pero ellos tienen una lógica individual-liberal. La típica empresa de familia, a la que acostó Martínez de Hoz, casi la mata el menemismo, se está recuperando en estos años y todavía sigue teniendo una concepción más parecida a quienes lo destruyeron que a quien le generó un marco político para que vuelva a producir.

–¿Qué rol cumplen los trabajadores en ese cambio de visión?

–El cambio cultural pasa por entender que la riqueza la generan los trabajadores, más allá de que el empresario pueda invertir o no. En la Argentina ha
y una sola clase de hombres, los que trabajan, decía Perón, y nosotros tenemos que entender que la cultura neoliberal lo que intentó hacer es estigmatizar al morocho y al político. Cuando la juventud quiere militar, el trabajador se organiza y la CGT pelea por lo que le corresponde, se le juntan todos los fantasmas. El morocho es un delincuente, el político, un ladrón; y la CGT, unos burócratas, que tienen que estar desarticulados. Nosotros creemos en una Argentina integrada, incluso, con los empresarios nacionales.

–¿El debate por la resolución 125 fue un punto de quiebre?

–La forma en que se llegó a ese debate hoy lo replantearíamos porque lo que buscaron fue a Cristina, a quien no le dieron ni un día de los 100 días de gracia. Perdimos por un voto pero volvimos a discutir en la Argentina la matriz productiva y la redistribución de la riqueza, y después empezamos a hablar de la ley de medios.
Hay que reconocerle a Cristina que ella instaló dos discusiones frente a las que la clase política no quería hacerse cargo.

Yo creo que desde que asumió Nestor en 2003 el kirchnerismo no hizo mas que atender demandas sociales que estaban pendientes de décadas de derrotas del campo nacional y popular , por eso todo el establishment quedó trastocado en su concepción del país y en su discurso ( es lo que vemos hoy en sus habituales comunicadores dando vergüenza incluso aquellos que se vendían como progres como Tenembaun, Lanata , Caparros , y tantos otros impresentables y/o cómplices de la dictadura o lobotomizados culturalmente por el neoliberalismo atroz que lamentablemente nos toco padecer a los argentinos durante el menemato- delarruista ) y no comprenden que o cambian su forma de pensar o verán azorados desmoronarse su mundo con el pueblo celebrando poder a volver creer en su futuro.

Fuente: Buenos Aires Económico