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sábado, 23 de octubre de 2010

Tercerizados

Por Alfredo Zaiat

En la etapa de dominio de políticas neoliberales, destrucción de empleo, reestructuración tecno-productiva, tensión sobre la tasa de ganancia corporativa y un creciente ejército de reserva de desocupados, el trabajo precario pasó a ocupar un espacio creciente en la organización económica. Ese vínculo laboral no es informal ni en negro, sino que adquiere condiciones particulares de inestabilidad, inseguridad y menores ingresos. Se denomina trabajo tercerizado, categoría que siempre estuvo presente pero empieza a registrar más intensidad a nivel global a partir de mediados de los ’70 hasta alcanzar su máxima exposición en la década del noventa.

En esos últimos años, en el país la posibilidad de resistencia a esa modalidad de contratación era muy baja debido a que el contexto socioeconómico no otorgaba esa oportunidad. Con la recuperación vigorosa de la economía, del empleo y también de las organizaciones gremiales, el escenario se ha modificado. La tercerización del trabajo por parte de grandes empresas, públicas y privadas, tiene ahora mayor repercusión a partir de la violencia y muerte en la línea ferroviaria Roca. Pero esa tensión ya ha estado recorriendo otras actividades que han adoptado la contratación precaria como forma de reducir costos y mantener elevadas utilidades. El corte de vías de trabajadores tercerizados tuvo como objetivo la reincorporación de despedidos y el pase a planta permanente. Hace pocas semanas, el bloqueo en las salidas de plantas del grupo Techint pretendía también que choferes de empresas de transporte tercerizadas por la compañía equipararan condiciones laborales y de ingresos de esos trabajadores. Los casos y los métodos son parecidos ante una situación laboral similar, con la dramática diferencia de que el reclamo de esos ferroviarios tuvo como saldo un muerto y heridos de bala provocado por un grupo de choque.

La forma de contratación tercerizada tiene una consecuencia principal en la fragmentación del mercado laboral. Esta provoca la pérdida de la solidaridad al interior del grupo de los trabajadores debido a la escasez de puestos y a la competencia por ellos. El conflicto central y dominante capital-trabajo se traslada así al interior de la clase trabajadora, morigerando las posibilidades de la construcción de una identidad común. La segmentación de la fuerza de trabajo tiene el propósito de dividir el colectivo de trabajo debilitando las organizaciones sindicales, consideradas como una traba para la reconversión productiva y los ajustes estructurales. Se elimina así obstáculos a la reducción de los costos salariales volviendo más flexible el uso de la fuerza de trabajo. En ese proceso, la estabilidad del empleo significa la continuidad en el tiempo de la relación de empleo entre el asalariado y una empresa. La tercerización viene a romper ese vínculo, siendo de ese modo una herramienta de baja de costos para las compañías pero también de dispersión de la fuerza de presión gremial. Los trabajadores precarios se insertan de una manera diferenciada y degradada en los sistemas de relaciones de trabajo en la empresa, pues es menor su grado de integración al colectivo de trabajo, no siempre forman parte de los sindicatos y tienen menor o ningún grado de protección social.

En el documento “La crisis de la relación salarial: naturaleza y significado de la informalidad, los trabajos/empleos precarios y los no registrados”, un equipo de investigadores coordinado por Julio Neffa explica que “la precariedad, si bien existió siempre desde que se utiliza fuerza de trabajo asalariada, sólo se va a manifestar con intensidad desde mediados de la crisis de los años ’70, cuando en los países capitalistas industrializados se agotaron las potencialidades del régimen de acumulación ‘fordista’, consolidado en los treinta años gloriosos después de la Segunda Guerra Mundial”. Los expertos María Laura Oliveri, Juliana Persia y Pablo Trucco, que colaboraron con Neffa e integrantes del Ceil-Piette del Conicet, señalan en ese informe que “lo esencial del empleo precario se refiere a la inseguridad, la inestabilidad de la relación salarial, condiciones que pueden existir tanto en los empleos formales como informales, y en los trabajos registrados como en los no registrados”. Precisan que mientras los empleos asalariados no registrados tienen claramente un carácter ilegal, y los empleos informales se sitúan en el margen de la legalidad, o ignorándola, los empleos precarios son generalmente lícitos, establecidos válidamente por leyes o decretos y de esa manera se los naturaliza, aunque tengan repercusiones negativas sobre el sistema de relaciones de trabajo y sobre la vida y la salud de los trabajadores. “Las modalidades de empleo precario se han ido multiplicando con el correr del tiempo y tienen en común que no son objeto de contratos por tiempo indeterminado, y que tienen un fuerte impacto sobre la subjetividad de los trabajadores porque no otorgan seguridad ni estabilidad en el empleo y porque dificultan la integración social de los asalariados dentro del colectivo de trabajo”, apuntan.

La tercerización de los puestos de trabajo es una tendencia moderna que deja de lado la integración vertical de la producción desarrollado en un proceso de concentración del capital mediante compras y fusiones, al tiempo de una descentralización de las unidades de producción, recurriendo a la subcontratación, tercerización y la externalización de la fuerza de trabajo hacia unidades productivas de menores costos laborales. “De esa manera se busca reducir el costo en capital fijo y los costos laborales y variables. Con frecuencia esto implica también asignar a los trabajadores precarios las tareas más pesadas, duras, peligrosas, en períodos u horarios atípicos, con mayores riesgos en materia de condiciones y medio ambiente de trabajo, lo cual provoca consecuencias sobre su salud, además de que perciben con frecuencia salarios comparativamente menores”, señalan esos investigadores.

Neffa y equipo destacan que el resultado final de ese proceso ha sido un cambio profundo, diversificando rápidamente la anterior relación salarial que había instaurado “verdaderos empleos”, para dar lugar “por medios absolutamente legales” a trabajos de carácter precario sin garantías de estabilidad. Sostienen que desde una perspectiva sociológica, la precarización tendría consecuencias negativas para los asalariados en varios niveles: produciría una fragmentación del colectivo de trabajo y dificultaría la construcción de la identidad debido a que cada categoría de trabajadores precarios se rige por diferentes normativas a pesar de la similitud de condiciones de trabajo, y de calificaciones predominantes en las empresas.

La problemática de los trabajadores tercerizados irrumpió en la sociedad de la peor manera. Es una de las herencias del neoliberalismo que alteró en profundidad el funcionamiento del mercado laboral. Como ya se detalló, las compañías privadas desde medianas hasta grandes conglomerados han dispuesto una estrategia de tercerización de labores que antes estaban integradas a la organización de su producción. Si el objetivo es transitar un sendero que abandone rasgos estructurales de la década del noventa para desmontar una andamiaje legal de flexibilización laboral, resulta discordante que el Estado, ya sea en dependencias públicas o en empresas de servicios públicos administradas o concesionadas a privados, implemente formas de contratación de empleo precario.

azaiat@pagina12.com.ar

Fuente : Pagina 12

Ayer luego de la muerte de Mariano Ferreyra Tomada terminó calificando a las tercerizaciones como perversión

Y Cristina reconociendo las tercerizaciones como rémora de los años 90.


El problema es que este tema nunca pareció preocuparle al gobierno y de hecho el estado tiene las mismas formas de contratación precaria que utilizan las empresas , las empresas se hicieron en los 90 y se siguen haciendo un festival tercerizando a su personal para bajar sus costos , obviamente cagándose en el personal como toda empresa que se precie , empresas que incluso han transformado en el menemato a sus empleados como empresarios monotributistas y la realidad es que hasta la muerte de este pibe a nadie pareció preocuparle seriamente el tema y si bien se ha recuperado mucho el mercado laboral y la protección sindical del trabajo resgistrado , no ocurre lo mismo con los trabajadores no registrados ( en este caso podemos decir que la CTA también esta en deuda en este tema ) y lo mas terrible es ver a tantos burócratas sindicales traidores e hijos de puta como Pedraza o Daer que ven este tema solo si resulta funcional a sus intereses empresarios y de hecho se cagan en los tercerizados y en los despedidos si no son de su grupo , y no creo que difiera mucho en esencia lo que hizo Pedraza de combatir a los tererizados despedidos en el Roca a lo que hizo Daer contra los despedidos de Kraft el año anterior obviamente con la terrible diferencia que implica la desgraciada acción de la patota asesina de la UF el miércoles pasado y la muerte de un militante y las graves heridas en otros dos .

3 comentarios:

Daniel dijo...

Como siempre Javier, sos el bloger con quien más afinidad de óptica y pensamiento tengo.
Acuerdo al 100%

José dijo...

Lo que me parece pescado para la gilada, parte del doble discurso al que nos tiene acostumbrado el kirchnerismo, es escuchar a Cristina decir que las tercerizadas son una rémora de los '90.
Seguir echándole la culpa a los '90 cuando ya pasó una década entera del final de esa década, cuando ya van más de 7 años de gobierno kirchnerista, es negar la realidad. Todos conocemos las consecuencias de la política menemista, pero UGOFE se creó en el año 2007 (NK presidente) y en ese año se crearon las empresas que tomaron 1500 trabajadores que realizan tareas ferroviarias, pero cobrando menos de la mitad que los demás ferroviarios y en condiciones precarias. En el 2007, Kirchner presidente, Tomada ministro de Trabajo.
¿Qué quieren hacernos creer? ¿Qué Tomada ahora descubrió las tercerizadas y se horrorizó? Hace tiempo (por lo menos desde principios de año) que los tercerizados del Roca vienen luchando por su incorporación y denunciando esto, y Tomada estaba al tanto. Que explique cómo jugó, no es una señora gorda que en la verdulería pueda indignarse y decir “qué perversión esto”, es el ministro de Trabajo, tiene a su disposición ese ministerio para terminar con las tercerizadas, que diga cómo jugó su ministerio ante los 120 despidos. Si no, nos están boludeando.

Javier dijo...

Gracias Unfor , me alegro que tegamos el mismo punto de vista en tantas cosas

Jose , no se , les podra abrir los ojos la muerte de Mariano ?

Hasta lei que la Corte Suprema de justicia estaba efectivizando a los contratados , la practica de precarizar el empleo es obvio que continuo en menor memdida pero continuo y si mermo es justamente por el limite que implica el crecimiento del poder sindical y el sentimiento colectivo que creo en muchisimos casos la crisis de 2001 . "Tocan a uno y nos tocan a todos" que hoy deberia ser una ley para todo trabajador , creo yo que fue una recuperacion que fue gestando la desocupacion de Menem - De la Rua y la crisis de 2001

Un abrazo

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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