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viernes, 4 de febrero de 2011

Los falsos peronistas

La ambición de los monopolios


Las políticas neoliberales defendidas por Macri, Duhalde, De Narváez, Reutemann, Solá o Das Neves ( nunca) pueden ser buenas ( ni siquiera) en el pizarrón, no en la realidad. Su retórica exitista está separada del resultado. ( por suerte porque todos ellos ya han hecho un terrible daño al país e la década de 1990 )

Un debate postergado es determinar si es peronista cualquiera que, ávido de votos, se enmascara como tal. Porque la doctrina tiene zapatos demasiado grandes para llenar. Brotan disfrazados que, poniéndose la camiseta, anhelan sacar de la galera el conejo presidencial. Sostener que son peronistas magnates como Macri o De Narváez, quienes despiden trabajadores sin piedad, es una broma macabra. Ellos reivindican el menemismo para atesorar la protesta de una clase urbana que se queja de llena sin entender qué partido se juega hoy.

El justicialismo es un módulo de acción abierto al cambio pero no al retroceso. Querer volver a la sumisión de los ’90 es tan absurdo como retrotraer la vida a la niñez. Contrariando un apotegma de Perón (“Que todos sean artífices del destino común, pero ninguno instrumento de la ambición de nadie”), varios actúan como instrumento de la ambición de los monopolios. Las políticas neoliberales defendidas por Macri, Duhalde, De Narváez, Reutemann, Solá o Das Neves pueden ser buenas en el pizarrón, no en la realidad. Su retórica exitista está separada del resultado, los medios disimulan su fracaso. Y por la amnesia mediática, torpes dirigentes ocasionales se perpetúan como pulpos. En su docilidad posan sus esperanzas los poderes concentrados, a la búsqueda del mágico chirolita. Herederos del Virrey Sobremonte, codician las reservas.

Desde 1945 hasta el camporismo, hubo izquierdistas adentro del peronismo y derechistas afuera.( juira bichos infecciosos ) Luego, derechistas adentro e izquierdistas afuera. Fue un gran movimiento que con la Tercera Posición quiso abrazar el mundo, pero sus brazos se quedaron cortos.

La dictadura y Menem volvieron el reloj atrás, conculcaron los derechos sociales. El actual PJ “disidente” es neoliberal, ningún peronista sincero puede sacar los pies del plato del kirchnerismo. Perón dice: primero la Patria, luego el Movimiento y después los hombres. Los “disidentes” ponen boca abajo estas prioridades y soslayan que cayó la distancia entre los más ricos y los más pobres: desde 35 a 1 con su amado Menem, hasta 17 a 1 hoy. Falta poco para arribar al 12 a 1 de 1974. ¿Entonces por qué se oponen? Envidia. Creen ser más de lo que son. Lo delimita Perón: “Cuando un peronista se siente más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca.”

Es decir, en parte de la clase que debería combatir. Ratifica después: “Hay enemigos adentro y afuera. Quien lucha contra el enemigo y por la causa del pueblo es un compañero. Quien lucha contra un compañero es un enemigo o un traidor.” También Evita rotula a esos impostores como “mercaderes”.

Afín al más arcaico conservadurismo es el discurso del Peronismo Federal. Exige libre mercado y cuestiona el no alineamiento con el FMI, al que querría abrazar. Las políticas distributivas se apoyan en los hombros de Keynes. Lo dijimos en tevé hace 16 años. Sólo las implementaron los Kirchner. Se basan en una alianza de clases entre Estado, mano de obra y patrones. Los conflictos de intereses no se resuelven con “consenso” (léase agachadas), como requiere la oposición. Hay guerra entre quienes producen y el consumidor. Aquellos, como la patronal del llamado “campo”, quieren todo a cambio de no dar nada. La carne, por ejemplo, subió el 100% en un año. La única forma de anular esta disputa es ser justos. Ara en el mar quien busca suprimir los efectos del daño sin eliminar la causa. No vale decir, sino hacer. Como la presidenta.

Porque se elige un gobernante, indica Perón, para “hacer la felicidad de su pueblo y labrar la grandeza de la Nación.” La elección es un acto intermedio. El acto final es realizar las obras. Debido a ello, Macri no puede ser peronista. Prometió, con enorme difusión, diez kilómetros de subte e hizo 400 metros. Otros, si le tiran una soga a alguien, es pensando en los votos y el posterior acopio en el bolsillo. Después le quitan la soga y el hombre cae al piso. Por eso los pueblos odian la arrogancia de los dirigentes que abusan de ellos. La confusión nace porque los dirigentes embusteros, para congraciarse con las bases, juran ser lo que más detestan: iguales a ellas. Creerles, es como vivir atado a una bomba.

Las cartas en la mesa. Duhalde dice: “Soy el que puede rearmar el peronismo y ganar.” En primer lugar, no necesita ser rearmado, pues el único viable no es el suyo (de la limosna manzanera) sino el que practica la justicia social. En segundo lugar, Duhalde parece un gorila infiltrado; de joven era miembro de la Democracia Cristiana, que colaboró en el golpe del ’55. De adulto ¿cambió? ¿Y la caída de De la Rúa? Comparemos su gestión. Mientras Perón, en nueve años, realizó 76 mil obras públicas, Duhalde, en largos 20 años de poder (tres veces intendente, en 1974 a dedo, dos gobernador, vicepresidente y presidente), no erradicó siquiera las cloacas del 50% de las casas de su provincia. Patético.

Afirmó Duhalde en la revista El caudillo (31/05/74), que el peronismo “tiene un conductor y lo que se haga fuera de su idea rectora deja de ser peronismo”. Sin saberlo, predijo que el Menemato que integraría 15 años después no era peronismo, pues no se mantiene al día una doctrina haciendo lo contrario de lo que ella postula. Nadie duda ya que el menemismo regaló nuestras riquezas por míseros 26 mil millones de dólares (que fueron menos pues pagaron con bonos sobrevaluados) y destruyó el Estado de Bienestar. Nunca prendió en la masa pues carecía de pueblo. Por ello, no pasó de las palabras. El conductor, señala Perón, “siempre trabaja para los demás, jamás para él”. Ocupados en sus egos, Menem y Duhalde no han conducido, de modo opuesto a los Kirchner.

Varios abonados a las crisis se imaginan, en carteles ególatras, candidatos a la presidencia por el Peronismo Federal o el PJ disidente. Das Neves, vaticinador a destiempo, sentencia: “No tienen otro candidato que Scioli.” ¿A qué se refiere? Si es al peronismo, su “tienen” semeja una confesión, significa que se sabe afuera. Duhalde alega que la presidenta “va a ir perdiendo la adhesión que tenía” en las encuestas. Erra el tiempo de verbo. Debe decir: “que tiene”.

Como ellos, otros aparentes peronistas actúan fuera del espacio progresista. Habituados a hacer una sola cosa, mover la lengua, nunca resuelven el nivel de demanda de la sociedad. El peronismo descolló por incluir. Ellos excluyen. Sin arraigo popular, para llegar al poder se aferran a la imagen del fundador. Como el PRI mejicano, que por 70 años utilizó la revolución de Villa y Zapata para ganar elecciones y luego frustrar al pueblo. La política es una lucha de voluntades. Para continuar el modelo, la líder es la presidenta. Hoy caen las hojas de parra que cubren la ínfima ideología de sus enemigos. Y las reglas, en la vida, son como los pasamanos de una escalera. Sirven para apoyarse. La lealtad es una de ellas. Similar al trato del girasol con el sol. El girasol mira al sol (al líder), va girando hacia él, que lo nutre y lo hace crecer. Desecharon la doctrina y traicionaron. Pero no pueden teñir el océano con un frasco de tinta.

Fuente :Tiempo Argentino

2 comentarios:

Daniel dijo...

Javier; si De Narvaez no hubiera puesto grande la foto de Perón en el escenario al que se subía para actuar no era nadie en política; no podía transar con nadie.

Javier dijo...

Lo raro es que el peronismo no tnag ningunanticuepo para rechzar a estos tipos , incluso han apluadido al menemismo en los 90 , diciendo que eso era el peronismo .Despues s equejan cuando alguien dice que flamean para donde sopla el viento .

No entiendo como Sola hoy puede plantar volver y que eso no sea rechazado rotundamente incluso por gente con la que podemos conpartir este rumbo .
Despues se puede sorprender alguien de las traiciones eternas ?

Un abrazo

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Politica Obrera