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sábado, 27 de agosto de 2011

El sectarismo no conduce a una sociedad igualitaria *

En reciente artículo sostuve que ante la imposibilidad que encuentra actualmente el bloque oligárquico –imperialista de impulsar un liderzazo reaccionario con alcances nacionales para enfrentar a Cristina Fernández en las próximas elecciones de octubre, apostarán sus fichas a dividir nuestro bloque, el nacional-popular. El objetivo ahora es restarle todo el apoyo que sea posible a nuestra presidenta, para que no tenga el consenso popular que se requiere de cara a una profundización del modelo alternativo al neoliberalismo. Esto es así porque para adoptar medidas como, por ejemplo, una tan necesaria como drástica democratización de la renta agraria (concentrada en sectores oligárquicos e imperialistas) hará falta un consenso popular muy superior al 50% de los votos. No se debe olvidar que en el capitalismo la gran batalla contra el poder económico concentrado, sólo se puede dar con posibilidades de éxito a través de un poder popular igualmente concentrado, pero a la vez democrático. Unidad en la diversidad.


Por dicha razón el trabajo cultural para conquistar muchas voluntades dispersas, y aún no conscientes de cuál es el espacio político en el que sus intereses objetivos pueden realizarse (el bloque nacional-popular), sigue siendo la gran tarea de la hora, aunque no todos los que levantan las banderas de “la batalla cultural” estén dispuestos a darla en serio, hasta sus últimas consecuencias. Quizás el mayor inconveniente que los procesos populares encuentren a lo largo de la historia para ganar esa batalla cultural, es que algunos dirigentes (oportunistas), saben que cuando eso ocurra ciertos privilegios personales inexorablemente se acabarán. Entonces prefieren dar la batalla a medias, para garantizarse el control de sus seguidores. A no dudarlo, el conocimiento da poder, y si algunos no creen demasiado en una sociedad igualitaria, entonces tratarán de acapararlo: el conocimiento, y por lo tanto el poder. Problema de larga data éste, que da para un abordaje mucho más profundo sobre el que volveré en otro momento. En esta ocasión lo que me interesa es llamar la atención sobre un factor que siempre opera como obstáculo a la hora de construir y/o consolidar consensos en el bloque que lucha por los intereses de los sectores populares. Me refiero, concretamente, al sectarismo.

Para quienes militamos en la Izquierda Nacional, fracción histórica y muy significativa de la izquierda del bloque nacional-popular, este tema debe tener especial sensibilidad, ya que la izquierda ha sido blanco frecuente (y en diversas partes del mundo) de críticas que señalan precisamente su carácter sectario. Bueno es decir que a veces esa crítica resulta plenamente justificada, como lo demuestra cierta izquierda latinoamericana, mucho más cerca de un puritanismo religioso que de los movimientos populares reales. Sin embargo, todo militante de izquierda ha leído (y si no es así debería hacerlo) a los fundadores del materialismo histórico y dialéctico: Carlos Marx y Federico Engels. Ellos nos enseñaron, contra muchos prejuicios instalados por décadas (y no pocos “izquierdistas” que los alimentaron), que lejos de promover el sectarismo trabajaron por construir consensos para facilitar la victoria de los trabajadores y, por añadidura, de una sociedad para todos.

Nada mejor entonces para cerrar aquí esta breve introducción contra el sectarismo que cederle la palabra al viejo Federico Engels, quien a sus 66 años escribía pleno de sabiduría:
“Creo que el movimiento norteamericano, precisamente en este momento, se ve mejor desde el otro lado del océano. En el lugar, las rencillas personales y disputas locales deben oscurecer gran parte de su grandeza. Y lo único que realmente podría retardar su marcha sería que se consolidasen esas diferencias. En cierta medida esto será inevitable, pero cuanto menos ocurra tanto mejor. Y los alemanes son quienes más deben precaverse contra esto. Nuestra teoría es una teoría de desarrollo, no un dogma a aprender de memoria y a repetir mecánicamente. Cuanto menos se les machaque a los norteamericanos desde afuera y cuanto más la pongan a prueba con su propia experiencia —con ayuda de los alemanes— tanto más profundamente se incorporará a su carne y su sangre. Cuando nosotros volvimos a Alemania en la primavera de 1848, nos unimos al Partido Democrático por ser este el único medio posible de llegar a la clase obrera; fuimos al ala más avanzada de ese partido, pero al fin y al cabo un ala. Cuando Marx fundó la Internacional, redactó las reglas generales de manera que pudieran ingresar todos los socialistas obreros de esa época: proudhonistas, lerouxistas e incluso el sector más avanzado de las trade unions inglesas; y fue sólo gracias a esta amplitud que la Internacional llegó a ser lo que fue: el medio para disolver y absorber gradualmente a todas estas sectas secundarias, con excepción de los anarquistas, cuya repentina aparición en varios países no fue sino el efecto de la violenta reacción burguesa que sucedió a la Comuna y que por ello podíamos dejar que se marchitasen solos, como ocurrió. Si de 1864 a 1873 hubiéramos insistido en trabajar sólo con quienes adoptan ampliamente nuestra plataforma, ¿dónde estaríamos hoy? Creo que toda nuestra experiencia ha mostrado que es posible trabajar junto con el movimiento general de la clase obrera en cada una de sus etapas sin ceder u ocultar nuestra propia posición e incluso nuestra organización, y temo que si los germanoamericanos eligen una línea distinta cometerán un grave error” (1).

La Plata, 23 agosto de 2011

El tema es como construímos para 2015 un proyecto comun para lograr unificar al campo nacional y popular contra los Sciolis varios del PJ ?

(1) CARTA A FLORENCE KELLY WISCHNEWETSKY. Escrita: El 27 de enero de 1887, en idioma inglés.
Primera edición: La colección de la correspondencia de Marx y Engels se publicó por vez primera en alemán en 1934 a cargo del Instituto Marx-Engels-Lenin de Leningrado. La segunda edición, ampliada, se realizó en inglés en 1936. Fuente de la versión castellana de la presente carta: C. Marx & F. Engels, Correspondencia, Ediciones Política, La Habana, s.f. Esta edición: Marxists Internet Archive, 2010. * Artículo producido para Cuaderno de la Izquierda Nacional http://www.elortiba.org/in.html

2 comentarios:

Antonio (el Mayolero) dijo...

Suscribo, cumpa. Hace mucho vengo insistiendo sobre la importancia de construir una "masa crítica" de legisladores y pueblo movilizado, frente a cuya combinación toda reacción se vea frenada. Hay muchas cosas que falta encarar a fondo, que precisamente por esa carencia van quedando postergadas.

Javier dijo...

Sobre todo dademas de apuintalar el gobierno de Cristina para que pueda hacer los cambios que esperamos tambien debemos construir un colectivo que logre continuar esos cambios en 2015 anulando a los Sciolis , Macris , o de las sotas .

Ahi es que debemos sumara todos los que vamos realmente por el cambio separandonos de la bosta que intente hacernos retroceder

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Politica Obrera