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miércoles, 19 de octubre de 2011

CON 33 Y DE MANO, OTRA VEZ EN OCTUBRE POR UN TRIUNFO POPULAR

Declaración de la Corriente Política Enrique S. Discépolo

Desde 2003, con el gobierno de Néstor primero y con el de Cristina luego, se inició un período nuevo para la Argentina, que se ha caracterizado por la pugna permanente entre dos proyectos de país contrapuestos. Muchas son las cosas que han quedado atrás.

El gobierno de Cristina Fernández, se ha empeñado en la búsqueda de la redistribución de la riqueza y la afirmación de la autodeterminación nacional. Pero hay que señalar que todo el tiempo estuvo latente la posibilidad de una restauración conservadora, por momentos con intenciones golpistas, como en marzo de 2008 con la ofensiva de las patronales agropecuarias.

La reafirmación del liderazgo de la Presidenta neutraliza momentáneamente esos intentos, pero es preciso saber que están al acecho y no perderán oportunidad. Seguramente, reaparecerán alternativas conservadoras bajo un formato más político. Para evitar que puedan crecer, es preciso fortalecer las organizaciones de base, de los trabajadores y de los sectores populares en general, para que tengan un mayor protagonismo y capacidad de acción.

El objetivo de la hora demanda una mayor y más profunda organización del movimiento nacional, que implique tanto la ampliación de su base social, como una apropiación del proceso histórico de los sectores más consecuentemente nacionales. En ese marco, reviste vital importancia la tarea ideológica, es decir, la progresiva formación de cuadros que tiendan a profundizar esa conciencia histórica y política. La clave, en este aspecto, es sin lugar a dudas la batalla cultural o de ideas.

Desde 2003 hasta hoy se han echado las bases para lograr el desarrollo de las fuerzas productivas con crecientes grados de autodeterminación, se ha logrado la recuperación de la política como herramienta de transformación social y la redignificación de nuestra cultura nacional y latinoamericana, todo ello anclado en una rica y vigorosa integración con nuestros países hermanos de la región. Es así que el proceso ha permitido la consolidación de fuerzas nacionales aunque en un frente heterogéneo y aun no lo suficientemente consolidado. Por eso, en Octubre no solo se juega el gobierno, sino la pugna entre dos proyectos de poder y dos modelos de país. El partido se está jugando y, si esto fuera el truco, las cartas indicarían que los que estamos del lado del campo nacional, popular y democrático, tenemos 33 y de mano. No obstante habrá que estar atentos a los coletazos de la crisis mundial que podrían generar algún cimbronazo interno que sirva de coartada política para las intenciones restauradoras. En este escenario esperamos una victoria aún mayor que en las primarias, para que la contundencia de los números sea la expresión de la conciencia popular.

De ahora en adelante, una etapa nueva parece alumbrarse a la luz de los votos que darán el triunfo. El eje de debate pasará a ser el del significado de la profundización del modelo. Prueba de ellos será la lucha por el excedente entre sectores sociales que comparten el destino de la nación, pero que, en lo inmediato, buscarán el modo de imponer sus demandas parciales. Los avances deberán ir en el sentido de profundizar la industrialización y la sustitución de importaciones, cuidándose de evitar una posible reprimarización de la economía y del comercio exterior.

Hay mucho para discutir y hacer todavía y muchos obstáculos que remover en esta marcha: la concentración y extranjerización del aparato productivo, de la propiedad y uso de la tierra en todo el país, la reforma pendiente del sistema financiero, el todavía alto nivel de empleo en negro y la desigualdad social que aún subsiste, la falta de una vivienda digna para muchos.

En efecto, se trata de enormes desafíos pendientes y que habrá que acometer en la etapa que viene; pero nada de esto debe invisibilizar la real bifurcación de caminos en la que estamos posicionados: o estamos de un lado o del otro. La comprensión de esto nos dará una mejor conciencia de la dimensión del triunfo popular que se logre en octubre.

Otra vez será en Octubre, como en 1945 y 2007. El triunfo popular es la consolidación del liderazgo de esa mujer caudilla, con la que los trabajadores soñamos seguir avanzando hacia un país más justo, igualitario y soberano.

POR UN PAÍS PARA TODOS, POR LA LIBERACION NACIONAL,
POR LA PATRIA GRANDE LATINOAMERICANA

CORRIENTE POLÍTICA ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO
Secretaría Política
Octubre 2011

2 comentarios:

Daniel dijo...

Por ejemplo; hace dos años votamos a Heller. Fue con el proyecto de reforma financiera al Congreso. Y?

Javier dijo...

Si Daniel 2010 fue el año de menos aprobaciobns de leyes porque ekl Grupo A se dedico a impedir que hubiera cambio positivo alguno , es lo que estan publicitando ponerle controles desde el congreso para que no puedan gobernar , para que Cristina pague el costo de vetar aumento a jubilados sin financiamiento . Esperemios que no se reagrupe el grupo A y que se retomo el control de las comisiones para que puedan avanzar ee y muchos otros proyectos . Y si Cristina no se la juega por la reforma financiera habra que crear la demanda social creciente para que siga avanzando y luego sea apoyado por Cristina como ocurrio con la AUH o con el matrimonio igualitario.

Abrazo

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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