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sábado, 4 de febrero de 2012

Por donde menos debió ocurrir

Por Sergio Caletti
Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

Es común decir que la mejor defensa es un buen ataque. Tal vez algo de eso haya pensado Hugo Moyano hace tiempo, cuando comenzaron los gestos judiciales que él mismo caracterizó entonces como parte de una (presunta) conspiración en su contra que involucraba al gobierno.

Si esta conjetura tuviese algo de cierto, habría que sumar un ejemplo más en contra de la sabiduría del refrán, como suele suceder con tantos otros refranes: hasta el momento, y nada hace pensar que la situación pueda variar en breve, lo que logró el secretario general de la CGT no ha sido fortalecer sus defensas.

Con una nada menor complicación añadida que afecta a todo el vasto campo nacional y popular: a medida que la escalada ¿defensiva? se despliega, se angostan las posibilidades de una solución a la pugna desatada, una solución tal que evite daños a la gran coalición social de fuerzas que se encolumnan detrás del proyecto nacional, que no deje heridas tal vez innecesarias, que en fin no derroche la carga simbólica positiva de posiciones valientes y consecuentes que, con errores y con aciertos, el dirigente camionero arrastra desde las épocas del MTA, 18 años atrás. Moyano demostró tener suficiente inteligencia táctica en esos 18 años. Hasta ahora.

Por el camino elegido no parece afianzarse necesariamente su continuidad en la conducción de la CGT de aquí a junio próximo ni, menos, se agrandan eventuales chances de relección en la secretaría general. ¿Cuál es, entonces, el sentido de la opción asumida? Quizá la respuesta escape a los límites de la pura racionalidad política.

Es obvio que la disputa no se agota en la lista de reivindicaciones que Moyano le enrostra el gobierno. Es razonable pensar que desde el estricto punto de vista de sus contenidos, un diálogo sereno, negociaciones y eventuales acuerdos serían del todo factibles al respecto entre gobierno y CGT.
Los puntos en cuestión forman parte también del horizonte conceptual del Poder Ejecutivo, aunque probablemente no sus medidas, sus tiempos y sus tonos. Un ya antiguo especialista en problemas del discurso señalaba que muchas de las formas enunciativas en una interlocución cualquiera debían analizarse teniendo en cuenta, entre otras varias cosas, las nunca explícitas preguntas que los interlocutores se hacen a sí mismos del tipo "¿quién se cree el que es para que hable así?", o "¿Quién cree él que soy yo para que me diga lo que me dice?", etcétera. El autor aludido las llamaba "formaciones imaginarias" y parece más que evidente que en este caso, por ambas partes en distinta medida, una porción de ellas está interviniendo en el futuro político de los argentinos.

Amén el infortunio ya señalado en el sentido de que la CGT no tiene hoy una figura con pergaminos equivalentes a los de Moyano como para especular hipotéticamente con su remplazo sin restas políticas, hay otro aspecto que lamentar y que se vincula antes que a la coyuntura a lo que cabría francamente denominar cultura política de los argentinos.

Me refiero a la posibilidad que se está desaprovechando de sustituir los dardos envenados por elementos más sólidos y fecundos de un debate acerca de matices, alcances, ritmos y otras menudencias en la profundización del modelo. Excelente oportunidad para lograr que la circunstancia de una oposición miope, tonta y muda sea capitalizada por el movimiento popular dando paso a una auténtica 'pedagogía de la profundización'.

Ocurre, por el contrario, y ahora sí a favor de los refranes, que parece confirmarse que cuando las mayorías son abrumadoras, las peleas se multiplican en su interior. Valga la constatación. También valga murmurar que no era por aquí por donde debía emerger.

Fuente: http://tiempo.infonews.com/notas/donde-menos-debio-ocurrir

1 comentario:

Nando Bonatto dijo...

Javier lee con atencion las demandas de la CGT en especial un punto que analizo en mi blog y te daras cuenta que la cortedad de miras de Moyano es grave

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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