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lunes, 2 de abril de 2012

Torturas tras un manto de neblinas _

Por Lesa humanidad

Foto: Denuncias. En 2007, algunos ex combatientes presentaron una denuncia judicial en Tierra del Fuego. (TELAM)

A 30 años de la aventura de los genocidas junto al ejercito británico-gurkas a sueldo matando a nuestros soldados y haciendo que tantos otros se suiciden frente a la ignorancia de la mayor parte de la sociedad respecto del sufrimiento al que fueron sometidos.

Un pedido ante la Corte Suprema reclama que los tormentos a los colimbas sean declarados delitos de lesa humanidad.

Pablo Bertín volvió de la Guerra de Malvinas con 30 kilos menos. Era colimba y en 1982 tenía 19 años. "Un día pasé delante de un espejo y no me reconocí", recordó en diálogo con Miradas al Sur. Bertín cuenta que lo primero que hacían los militares era destruir cualquier potencial lazo de solidaridad.

"Muchos recibíamos castigos, y nos decían que era por algo que había hecho uno. Si era cierto o no, no importaba. El objetivo era otro. Llegaba un punto en que todo estaba tan naturalizado que nadie decía nada. En ese contexto, y con la poca experiencia de vida que uno tenía hasta llegabas a pensar que ese daño que te hacían, tal vez fuera por tu bien."

Esta semana de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) se presentó un amicus curiae a la Corte Suprema sugiriendo que se consideren delitos de lesa humanidad los vejámenes a los que fueron sometidos los soldados en la Guerra de Malvinas. Así, los estaqueamientos, torturas, simulacros de fusilamiento, hambrunas podrían ser considerados imprescriptibles.

La estrategia de la CPM es pedir el revocamiento de una decisión de la Cámara de Casación Penal, que había dictaminado que esos crímenes deberían haber sido juzgadas bajo el Código de Justicia Militar. Incluso, reclaman que se revise a quiénes se ha considerado héroes en el conflicto de 1982.

Aseguran que entre ellos, hay oficiales que actuaron directamente en la represión y violación a los derechos humanos. Así, por ejemplo, se consideró héroe de Malvinas al Capitán Giachino cuando en realidad fue un torturador de la Esma que llegó a ofrecerse voluntariamente para integrar los grupos de tareas en el centro clandestino de detención que se había establecido allí.

Desde CPM afirmaron que los oficiales de las Fuerzas Armadas que actuaron en Malvinas utilizaron la misma metodología. Alejandro Mosquera, secretario de la CPM, señaló en la presentación judicial:
"Hubo un intento de invisibilizar la tortura y muerte que padecieron miles de ex combatientes. Hoy, ellos tienen la posibilidad histórica de que la sociedad escuche sus testimonios silenciados y el pueblo argentino profundice su camino de verdad, memoria y justicia. No hay héroes entre los genocidas de nuestro pueblo."

Respecto de las torturas recibidas, Bertín recordó: "Una vez, nos hicieron formar una fila cerca de una carpa adonde nos llamaban de a uno. Luego, salíamos por otra puerta. A mi turno, entré, me hicieron descalzar, me pusieron unos cables en el pie. Del otro lado, había un teléfono viejo, de esos a manivela. Y me empezaron a preguntar cosas de las que sabían las respuestas y después de responderles, me apoyaban otro cable en el cuello que me daba una descarga eléctrica. Se escudaban en estar preparándonos, pero lo hacían porque les resultaba placentero".

Bertín analiza: "Creo que primero hay que ubicar el contexto en el que entrábamos a la colimba: nuestros propios padres nos decían: 'Ahora te vas a hacer hombre'. Y nos entregaban confiados en que nos harían un bien. La sociedad aceptaba eso sin medir el nivel de sadismo que tenían los militares, tanto en conjunto como individualmente. Así, tenían un cheque en blanco para hacer lo que quisieran".

Todavía está pendiente revisar a quiénes la sociedad ha considerado héroes. Bertín rememoró: "Nosotros tuvimos a un superior, Ramón Alberto Varela, que un día con tiros de revólver al piso hizo bailar a un compañero. El mismo que en cuanto empezaron los ataques, nos abandonó a los 50 que tenía a cargo y se fue a refugiar a una de las casas. Sin mando debimos sumarnos a otra columna. Y ese tipo recibió una medalla al valor."

Los vejámenes y las tareas humillantes eran para todos, pero para los judíos se reservaban siempre lo peor: desde la limpieza de letrinas hasta ser atados y orinados . "A veces nos tenían zumbando a todos argumentando que teníamos en el grupo a uno de los que había matado a Jesus", recordó Bertín. En ese contexto, a muchos conscriptos no les asombraba ver a un compañero estaqueado. Habían naturalizado la tortura.Nuevo paradigma.

"Durante muchos años se vendió la guerra de Malvinas como una gesta parecida a la del Ejército Sanmartiniano, y nos cansamos de decir que el Ejército que fue a Malvinas no tenía nada que ver con aquél. Se apropiaron de una causa nacional y popular, como la recuperación de las Islas, y la bastardearon", afirma a Miradas al Sur Ernesto Alonso, secretario de relaciones institucionales del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (Cecim) de La Plata, minutos después de un acto en el Ministerio de Defensa, donde se exhibió un video documental (que se emitirá hoy a las 22 por Encuentro y una hora más tarde por Canal 7) sobre los tramos del Informe Rattenbach desclasificados hace poco por el Gobierno. "Hay un nuevo paradigma sobre la cuestión Malvinas", explica Alonso. "Así como la dictadura nos alejó de Malvinas con esa decisión que se tomó en 1982, hoy la acción política –que además pone en crisis a organizaciones como la OEA y las mismas Naciones Unidas– nos empieza a acercar nuevamente."

–¿Qué cambió en el contexto regional?

Los países de la región comprendieron que Malvinas no es un problema exclusivamente argentino, porque en el fondo está la militarización del Atlántico Sur y el posicionamiento del imperialismo frente a los recursos estratégicos. Ese control militar en la región con los recursos naturales: es la marca de todos los enfrentamientos bélicos que se han dado en el mundo.

En el año 2007, algunos ex combatientes presentaron una denuncia judicial en el juzgado de Río Grande, Tierra del Fuego, denunciando las torturas sobre los colimbas. Más de cien soldados contaron la barbarie a la que los sometieron sus superiores. "La sociedad debe saber qué pasó con sus soldados durante la Guerra", afirma Alonso. El juzgado patagónico los consideró delitos de lesa humanidad, también la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia.

Pero el expediente se frenó en la Cámara de Casación Penal. "Vamos a acercarles a los jueces de la Corte Suprema el informe Rattenbach para que lo vean: ya en el '82, oficiales y soldados denunciaron el abuso sobre los colimbas. Lo sabían y lo escondieron", concluye Alonso.

Tal vez permita comprender por qué, en medio del fuego cruzado, algunos soldados les temían más a sus jefes que a la metralla inglesa.

Antisemitismo

Humillaciones a los soldados judíos

El ex colimba Pablo Bertín recuerda que a un compañero, Sergio Vainroj, le negaron una medalla de guerra por ser judío. "Sergio tuvo una actitud heroica: cuando nos regresaban como prisioneros en el Gamberra, tuvo la valentía de ponerse a tocar el Himno en un piano. Levantó la moral de todos y nos pusimos de pie a pesar de las amenazas inglesas", contó a MIradas al Sur. Vainroj mismo recordaría tiempo después que la respuesta de la tropa lo invadió con una suerte de esperanza: "Estamos acá, no nos vencieron ni nos vencerán", sintió.

El periodista Hernán Dobry acaba de publicar, precisamente, el libro Los rabinos de Malvinas. Allí, relata cómo padeció particularmente la comunidad judía la guerra del Atlántico Sur y el antisemitismo de los militares. Dobry saca a la luz por primera vez la historia de los cinco religiosos que fueron enviados como capellanes para prestar asistencia espiritual a los soldados judíos desplegados en la Patagonia y en las Islas, defendiendo las bases continentales de posibles incursiones británicas.


Dobry también relata por primera vez las situaciones de antisemitismo sufridas por los soldados judíos durante la guerra de Malvinas. Sobre todo, cómo era el trato que recibían en esa época en los cuarteles antes del conflicto bélico. También revela la compleja trama de intereses entre el Estado, los militares y las instituciones judías.


Fuente:Miradas al Sur

2 comentarios:

Daniel dijo...

Torturas. Humillaciones a los soldados judíos. Y selección de los negritos para mandarlos al frente.
Siempre fue lo mismo la dictadura liberal-nazi.

Javier dijo...

Mariano Grondona calificó de "cabecitas negras" a los combatientes de Malvinas
de LA ARGENTINIDAD...AL PALO!!, el jueves, 6 de octubre de 2011 a la(s) 14:35 ·

"He sido educado y formado por anglosajones. Sigo admirando, sobre todo, a los ingleses. Yo venía del gorilismo, del antiperonismo, de los que no creíamos en el movimiento de los cabecitas negra. Cuando estalló el abril del '82 vi que a mis cabecitas negra los mataban los ingleses..."

http://www.facebook.com/note.php?note_id=273117052711550

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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