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domingo, 10 de junio de 2012

El salario, la ganancia, el debate

¿El salario no es ganancia? eso dicen muchos sindicalistas. La expresión es susceptible de debate.

Por Eduardo Blaustein

Un trabajo de Cifra, centro de investigaciones cercano al Gobierno, subraya los problemas de actualización del mínimo no imponible y las asignaciones familiares.

En los últimos años, la cantidad de trabajadores que perciben el beneficio de la asignación por hijo fue decreciendo y quienes la cobran, cobran menos. A la vez, por efecto de distintos retrasos en las actualizaciones del mínimo no imponible al impuesto a las ganancias, el número de asalariados registrados que abonaron ese impuesto pasó del ocho por ciento del total en 2000 al 17 por ciento en el 2011.
Estos números destacan en un extenso documento de trabajo elaborado por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra), “Información sobre asignaciones familiares e impuesto a las ganancias. Cómo afectan a los trabajadores”. Cifra es un centro de estudios ligado a la CTA más cercana al Gobierno y su máximo referente es Eduardo Basualdo, un economista brillante que acaba de incorporarse al directorio de la YPF recuperada. El trabajo dice en sus conclusiones que es imperioso actualizar tanto el mínimo no imponible de Ganancias como los montos que se perciben por asignaciones familiares. Pero no por eso deja de subrayar el carácter progresivo de un impuesto que cae en mayor medida sobre los que más ganan: “Mientras que un soltero sin hijos que percibe un ingreso neto mensual de $ 7.800 debe pagar un impuesto anual equivalente a casi medio sueldo ($ 3.484), otro trabajador soltero pero con ingresos de $ 15.000 aporta anualmente en una cuantía similar a dos salarios mensuales".
Aunque parezca un enfoque trivial, el uso del verbo "ganar" tiene su miga a la hora de analizar ya sea la progresividad del impuesto como su aplicación actual. Es lo que se hace en un borrador informal que circuló entre economistas cercanos al Gobierno, incluyendo tributaristas (Jorge Gaggero entre ellos) y que, como la gente de Cifra, puede ubicarse en una centroizquierda, heterodoxa en lo económico. En ese escrito se señala: "Un argumento falso –pero muy efectivo– es forzar el significado de las palabras y sostener que ‘el salario no es ganancia’. El término ‘ganancia’ puede parecer poco apropiado, aunque todo el mundo, para conocer el sueldo de un compañero, le pregunta ‘¿cuánto ganás?’. El diccionario de la Real Academia Española nos informa:

ganancia: 1. f. Acción y efecto de ganar.
ganar: 2. tr. Obtener un jornal o sueldo en un empleo o trabajo.

En realidad cuanta sangre se entrega para que el dueño del capital saque su plusvalía o ganancia y le paga al esclavo de tiempos modernos por el tiempo que destina su sangre y su energía física para contribuir a la ganancia del empresario que lo contrata y que ya no posee derechos sobre su uso como en los siglos anteriores de la vieja esclavitud , estoy de acuerdo en un impuesto a los altos ingresos , no llamarlo a las ganancias , ni decir cuanto ganas sino cuanto te pagan por tu trabajo .

Ese borrador discute el discurso del moyanismo en materia de impuesto a las ganancias (en realidad de casi todo el sindicalismo). Dice el escrito que "actualmente, un asalariado con cónyuge y dos hijos comienza a pagar Ganancias si cobra más de 8.000 pesos mensuales. Es obvio que no se trata de una persona rica, sin embargo sólo el 10% de los individuos alcanza o supera ese nivel de ingresos… ¿No es justo que una pequeña proporción del salario que supera ese monto contribuya a sostener el estado, estado sin el cual es imposible construir la Patria que a tantos les gusta exaltar en los discursos?”. Un matiz posible sobre el párrafo: aún perteneciendo al 10 por ciento, un salario de 8.000 pesos (el piso a partir del cual un trabajador casado con dos hijos comienza a tributar) no es una fortuna. Sí puede serlo un ingreso fijo de un gerente de una empresa importante. De hecho, el borrador, en esa discusión que no es meramente semántica, recuerda que "un camionero que gana 10.000 pesos mensuales es un trabajador. Pero un pintor, un plomero o un electricista que trabaja por su cuenta y paga impuestos, ¿no es un 'trabajador'? Y el gerente de una gran empresa con sueldo de 50.000 mensuales ¿es un 'trabajador' y por lo tanto debe ser eximido del impuesto? Recuerda también el escrito que lo que hoy, en Argentina, llamamos impuesto a las ganancias, alguna fue "réditos" y en otros países "impuestos sobre la renta" o "a los ingresos". Y recuerda también que en muchos países del mundo los trabajadores se ponen (más que aquí) con sus impuestos, según lo que ganen.

Corriéndola desde atrás.

La recaudación del total del impuesto a las ganancias es crucial para el fisco, siempre alrededor de un tercio. Los datos del documento de Cifra indican que la proporción fue mayor entre 2009 y 2011. En 2009 la recaudación impositiva total fue de 188.670 millones de pesos. Por impuesto a las ganancias se obtuvieron 55.552 millones de pesos. Y estrictamente por el impuesto a las ganancias que pagan los trabajadores de la cuarta categoría, se percibieron 7.597 millones. En 2010 ese triple juego de números fue el siguiente: 2010: 252.679, 76.652 y 10.412 millones. Para el 2011 no hay datos sobre lo que se recaudó con lo tributado por los trabajadores mejor pagos pero sí sobre las primeras dos cifras: 336.520 y 108.598 millones. Lo que aportaron esos trabajadores en 2010 equivalió a cerca del 4 por ciento de lo recaudado por el Estado nacional (y el 13 por ciento de todo lo recaudado por ganancias).
El trabajo indica que entre 2001 y 2008 el mínimo no imponible creció por encima del costo de vida. "Desde 2008 hasta 2011 –sostiene el trabajo– se visualiza un importante retraso en su actualización. De esta manera, mientras que el salario nominal se incrementó un 96,6 por ciento y el índice de precios al consumidor creció un 75,9 por ciento, el mínimo no imponible tuvo un aumento de sólo 44,0 por ciento". Con lo que los autores afirman que "si la actualización se hubiera regido por la evolución del salario nominal, los montos del mínimo no imponible en 2011 deberían ubicarse en $ 7.893 y $ 10.917, respectivamente. Esto permite observar que, para contrarrestar el retraso que se avizora desde 2008, el mínimo no imponible de 2011 tendría que haberse incrementado entre el 22,2 y 36,5 por ciento". Subrayan también que el actual proceso paritario debería reforzar la necesidad de la actualización. Puede conjeturarse -sólo eso, conjeturarse- que el anuncio en falso de la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, sobre inminentes anuncios en la materia tengan algunas relación con una espera de cierre del proceso de las negociaciones entre empresas y sindicatos.

Mantener a los pibes.

Los retrocesos que en materia de ingresos totales sufren los trabajadores se verifican también en lo que cobran por asignaciones familiares. Los importes reales crecieron entre 2006 y 2009 (hasta el 75 por ciento), pero luego comenzaron a perder una pequeña porción de su poder adquisitivo. Los actuales 270 pesos implicaban, a diciembre de 2011, un 2,1% menos que en diciembre de 2009.
Hay dos puntos en el debate sobre el impuesto a las ganancias aplicado a los trabajadores en el que coinciden los investigadores de Cifra y quienes participaron del borrador mencionado más arriba. El primero es el carácter progresivo de ese tributo. El segundo tiene que ver con una mirada más estructural. Desde Cifra se vuelve a subrayar que hay que "modificar ciertas características del impuesto a las ganancias" y que "no hay razones económicas ni de justicia distributiva que justifiquen que quienes obtienen rentas financieras no paguen impuesto a las ganancias". Desde el borrador, que "es imprescindible una reforma tributaria que contemple también lo atinente a la minería, las ganancias por acciones o colocaciones financieras, las herencias, los patrimonios y otros problemas que hoy se solayan. Pero aunque entre los especialistas hay amplio consenso sobre su necesidad, hacerlo no va a ser fácil". Especialmente en un país en el que el abuso de la palabra “impuestazo” goza de buena salud.

Fuente : Miradas al Sur

3 comentarios:

Maloperobueno dijo...

Ni Blaunstein ni Basualdo , en ningun momento hablan de lo ilegitimo del Impuesto a las Ganancias, ni media palabra de sacarlo.
Solo se habla de numeros.

Una verguenza

Udi dijo...

Ya quisiera yo pagar, pero me pagan un 45 % en negro. Ahora, el que gana 50 lucas ¿No debería pagar? El gerente de RRHH de una empresa, que negocia despidos y condiciones por cuenta de la empresa ¿Está mal que pague?
Saludos Javier !

Juan dijo...

Para sostener un estado presente deben pagarse impuestos, en eso debemos ponernos de acuerdo, la mejor forma de hacerlo es la porcentual, esa es la manera de cobrar impuesto a los que mas ganan y a los que mas tienen, mas gano mas pago, mas tengo mas pago, y para mejorar el poder adquisitivo de los que menos tienen y menos ganan deberían los porcentajes ser graduales (ej. 3% hasta cierto nivel económico, 6% en un nivel medio, 10%en otro nivel, para determinar el nivel se pondría un indice de referencia como ser el barril de petroleo o un mix de los costos de los commoditis), otra cosa que debería hacerse es bajar el IVA en los productos que integran la canasta básica alimentaria, útiles escolares, alimento para mascotas y otros)

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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