Un derecho sobre el tapete

Por Carina Reyes.

En el marco de versiones sobre pesificación del mercado, el Gobierno Nacional lanzó una línea de créditos para la construcción de nuevas viviendas. Se emplearán tierras fiscales. Días atrás el macrismo había anunciado créditos hipotecarios.

Tras dar a conocer sorpresivamente una convocatoria a la prensa que generó varios misterios y versiones, Cristina Fernández lanzó el Plan PRO.CRE.AR Bicentenario.

El viceministro de economía Axel Kicillof, junto al titular de la ANSES, Diego Bossio, fueron los responsables de brindar los detalles técnicos del lanzamiento. Ambos organismos brindarán los recursos a través de un fideicomiso, y los créditos a tasas que irán entre el 2 y el 14% serán administrados por el Banco Hipotecario.

Ante 1500 invitados, el Gobierno Nacional anunció que con esta medida se busca afrontar el urgente déficit habitacional, ya que proyecta -según el anuncio- 400 mil nuevas viviendas en los próximos cuatro años. Este número no se condice con el brindado en la página de ANSES. Allí, Marcha constató que las viviendas proyectadas son 100 mil, estimando que serán unas 400 mil las familias beneficiadas.

¿Quiénes accederán?

Podrán solicitar el apoyo los trabajadores con salarios menores a 30 mil pesos mensuales. La línea de créditos sólo comprende dinero para la construcción de nuevas viviendas y no para la adquisición de inmuebles ya construidos.

El ingreso al plan se realizará a través de sorteo por Lotería Nacional. Según adelantó la propia Jefa de Estado, las tierras fiscales identificadas y solicitadas serán asignadas por ese sistema.

De acuerdo a lo consignado por la agencia de noticias Télam, desde diciembre pasado se comenzó con la identificación de los terrenos fiscales. Las Fuerzas Armadas son el sector del Estado con más terrenos disponibles, unas 800 hectáreas ociosas. Esto fundamentó el reto a ese sector por parte de la Presidenta, ya que habría cierta “reticencia” de los militares a la hora de brindar datos sobre sus tierras fiscales.

“Y de pronto te encontrás con una cancha de golf de 84 hectáreas en (la localidad de) Pacheco; me parece que eso no está acorde con el mundo que vivimos y las necesidades de los argentinos”, aseveró Cristina Fernández.

Efecto Multiplicador

La gestión prevé generar un efecto multiplicador derivado del plan de construcción de las viviendas. Este sector económico es muy dinámico en cuanto demanda mano de obra y diversos materiales de origen nacional.

"Durante el primer año se crearán cerca de 100 mil puestos de trabajo en forma directa, mientras que indirectamente las industrias que proveen bienes y servicios contratarán otros 100 mil. Esto significa 200 mil nuevos empleos distribuidos principalmente en el sector de la construcción", indicó al respecto Axel Kicillof.

Según Diego Bossio, "en el 2009, el Banco Hipotecario otorgó 7.500 préstamos para las viviendas. Actualmente, sólo uno está en mora. Este es otro ejemplo de que el Estado puede hacer un plan realista para que los ciudadanos puedan acceder a los créditos. El programa que anunció la Presidenta va en esta misma línea", sostuvo Bossio.

Datos crudos

La situación de la vivienda en nuestro país, como en el resto de América Latina, presenta un carácter crítico. Diversos motivos respaldan esta situación. La desigualdad creciente, la inexistencia de acceso al crédito para la mayoría de la población, y principalmente el fin de la construcción de viviendas que se encausó en la reserva de valor. Esto devino en una suerte de bicicleta inmobiliaria que ha despojado a la vivienda de su carácter de derecho.

Según los datos del censo 2010, son 2.145.224 las viviendas que hay que reconstruir o reemplazar, frente a 2.181.002 en 2001.

Una política de vivienda que abarque la diversidad cultural que caracteriza al problema es bienvenida. Tanto las clases populares sin acceso a las mismas, como las clases medias con la creciente precarización laboral, muchas veces se encuentran limitadas en el acceso a la vivienda. Se ha desarrollado un mercado inmobiliario dirigido a unos pocos. Y la resolución de semejante problemática llevará su tiempo.

El caso porteño

Recientemente, el Gobierno de la Ciudad lanzó una línea de créditos que prontamente colapsó la página de consultas. En apenas horas se duplicó el cupo en solicitudes de ingreso: casi 8 mil inscriptos habilitados para unos 3500 lugares.

El perfil de la medida, como el impacto que tuvo, habla del abismo frente a los sectores populares que ofrece el mercado inmobiliario en Capital Federal. Un mercado que además es motivado por el Jefe de Gobierno

Siguiendo a Jaime Sorín, ex decano de la Facultad de Arquitectura de la UBA, en una nota reciente en El Diplò, en Capital Federal se dio un “boom” de la construcción iniciado en 2006. Este se concentró -en un 80%- en edificios suntuosos y de lujo ubicados en los cinco barrios del norte porteño. Al mismo tiempo, la población que vive en las villas porteñas creció entre 2001 y 2010: de 110.000 personas pasó a 163.587 personas en 2010.

Mientras este doble aspecto del mercado inmobiliario y la situación habitacional se consolida, el Gobierno de la Ciudad vetó la prórroga de la Ley de Emergencia Habitacional que impedía los desalojos, poniendo aún más crítica la situación de los sectores vulnerables.

Fuente : Marcha