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sábado, 2 de junio de 2012

Un sistema penitenciario distinto (segunda parte)

Un sistema penitenciario distinto (segunda parte)

Habitación dentro del penal 'Centro de Mujeres de Occidente' extraída del informe 'El sistema penitenciario cubano en el marco del VII encuentro internacional escuela de verano 2011' de María Florencia Palma

Por Santiago Mayor.

Segunda parte del análisis del sistema penitenciario cubano. La situación de los reclusos dentro de las prisiones en la isla y una comparación con la situación de las cárceles en Estados Unidos.

Hace algunas semanas el gobierno cubano dio a conocer las cifras de los detenidos en cárceles de la isla. El numero, que se encuentra alrededor de las 57 mil personas, está muy por debajo de los que denunciaban los opositores (es menos de la mitad) y las condiciones de vida dentro de las prisiones también distan mucho de los supuestos que se barajan en los grandes medios internacionales.

Algunos números

Sobre las 57.337 personas que en Cuba se encuentran bajo la esfera del sistema penitenciario, 31.494 están en cárceles de distintos niveles de seguridad mientras que otros 25.843 cumplen su sanción en instalaciones abiertas. Al mismo tiempo 27.095 internos reciben instrucción escolar; 24.531 están integrados a programas de capacitación en oficios o a cursos especializados y 23.113 reclusos que trabajan reciben salarios, según las tarifas establecidas en el país para el resto de los trabajadores.

Además, el sistema penitenciario cubano cuenta con un médico por cada 200 reclusos. Si tenemos en cuenta que, por ejemplo, en Estados Unidos hay un médico cada 390 habitantes o que en nuestro país la relación es de uno cada 330, el dato es revelador. Incluso el número no es muy lejano al de todos los habitantes de la isla que cuentan con un médico cada 170 personas.

Finalmente, teniendo en cuenta el principio que rige en Cuba dónde prima la reinserción social de los detenidos, las estadísticas también acompañan. El 82 % de los reclusos que egresan, lo hacen sin cumplir totalmente su sanción. Se aplica el enfoque progresivo en el tratamiento penitenciario, que permite a la población penal gozar del beneficio de la rebaja de sanción de hasta 2 meses cada año por buena conducta, la transición desde los regímenes de mayor severidad a los de menor y la modificación de sanciones privativas de libertad por otras no privativas.

Dentro de las cárceles

Como se explicaba en la primera parte de este artículo (Un sistema penitenciario distinto - primera parte), la ley cubana garantiza una serie de derechos a todos aquellos que afronten un proceso judicial y sean o no sancionados.

En este sentido los reclusos tienen derecho a la comunicación sistemática con sus familiares mediante visitas, el uso de pabellones conyugales, contactos telefónicos y correspondencia. Las visitas se realizan sin rejas, paredes de vidrio u otro tipo de obstáculo al contacto directo. Los sancionados pueden, asimismo, ser beneficiados con pases o visitas especiales al hogar sin custodia, como estímulo a la buena conducta. Tienen el derecho a ser conducidos a hospitales, funerarias o entierros, en el caso de enfermedad grave o fallecimiento de familiares. Además, el sistema penitenciario, a solicitud de las familias, de los trabajadores sociales o de los propios reclusos, promueve la concesión de ayudas financieras a los familiares de los mismos que así lo requieran y son entregadas por el sistema de seguridad y asistencia social del país.

En coordinación con el Ministerio de Educación, se le garantiza a aquellos que lo requieran la instrucción escolar hasta el 12º grado y la capacitación técnica en oficios. En el plano cotidiano, la abogada argentina María Florencia Palma, en su informe “El sistema penitenciario cubano en el marco del VII encuentro internacional escuela de verano 2011” describe la situación del penal “Centro de Mujeres de Occidente” y da una imagen de la situación en las cárceles cubanas. “Las internas cuentan con un completo puesto sanitario dentro de la penitenciaria, lo cual indica el tratamiento priorizado que se les otorga en el orden médico” afirma. Además agrega que “el ambiente también, es sin dudas, el entorno adecuado. El espacio que habitan es muy cómodo, limpio y ordenado”. Finalmente concluye que “los programas de tratamiento utilizados en el régimen cubano inciden positivamente en las internas y es un claro ejemplo del respeto a la dignidad del ser humano. Radica en el respeto y en la reinserción del sancionado en la sociedad a través del trato dispensado durante el cumplimiento de la pena”.

Programas para la reinserción social

El sistema penitenciario cubano se sostiene en un régimen progresivo tendiente a la reinserción social mediante distintos programas educativos, culturales y deportivos.

Además del acceso a la educación planteado en el apartado anterior, existen otras posibilidades para los reclusos.

Entre los proyectos desarrollados se encuentran: “De la punta al cabo y la Isla también” organizado por el Consejo Nacional de las Artes Plásticas y el Instituto Cubano de Cine, que incluye llevar a los centros penitenciarios exposiciones de artes plásticas y fotografías; actividades con artistas, organizaciones de la sociedad civil y el Ministerio de Cultura. La iniciativa “Expedición cultural por el mejoramiento humano”, organizada por el cantautor Silvio Rodríguez, se desarrolla desde 2008 y ha incluido conciertos y otras actividades en los que se involucran escritores, trovadores, cineastas, pintores e instructores de arte.

Con el apoyo del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, se desarrolla la práctica del deporte en la población penal, que incluye olimpiadas nacionales y regionales. Asimismo, se priorizan programas especiales de atención diferenciada a la mujer y los jóvenes como, por ejemplo, el denominado “Educa a tu Hijo” para garantizar la vinculación de los sancionados con sus familias.

¿Y a 90 millas que pasa?

Estados Unidos, uno de los principales impulsores de denuncias contra Cuba por su supuesto incumplimiento de los Derechos Humanos, cuenta con estadísticas realmente preocupantes en lo que al tratamiento de sus detenidos respecta. Un breve punteo puede dar un panorama de la situación:

- Las cárceles norteamericanas albergan al 25% de todos los presos del mundo, con una población que equivale al 5% del total de habitantes del planeta. Estados Unidos tiene siete veces más convictos tras las rejas que todas las naciones de Europa Occidental.

- En las leyes actuales norteamericanas no está prohibido poner cadenas y grilletes a los presos.

- Estados Unidos es uno de los seis países en el mundo que ha ejecutado a menores de edad después del año 1990.

- Veinte de los 50 Estados de la Unión permiten la reclusión en prisiones de niños junto con los adultos.

- En muchas penitenciarías de los Estados Unidos, se priva a sus prisioneros del derecho elemental de acceso a las visitas conyugales.

- El 29% de los presos que fallecen en las cárceles norteamericanas lo hacen a consecuencia del SIDA, no solo por el desarrollo de la enfermedad sino también por la falta de tratamiento.

- Más del 60% de los presos en Estados Unidos pertenece a minorías raciales y étnicas. Los afrodescendientes, el 12% de la población total, representan la mitad de la población penal.

“El país más seguro de la región”

El presidente del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y Tratamiento al Delincuente, el abogado argentino, Elías Carranza aseguró que Cuba “tiene grandes logros en la reducción de la criminalidad y es el país más seguro de la región”. Está afirmación fue hecha en el marco del VI Encuentro Internacional Justicia y Derecho que se realizó la semana pasada donde también indicó que “si cesara el bloqueo que EE.UU. ejerce sobre la Isla, muchos países se beneficiarían de un fructífero intercambio de experiencias con los profesionales cubanos en el campo de la justicia”.

El sistema penitenciario cubano se muestra de esta forma como un caso interesante a tener en cuenta tanto por sus logros en la prevención del delito como por el respeto a los derechos humanos certificado por diversos organismos internacionales y personas particulares. Cumpliendo de esta forma con el preámbulo de la Constitución cubana que sostiene, citando a José Martí, “que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”.

Fuente : Marcha

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Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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