El otro actor del conflicto del subte: Clarín

Por Mariano Zarowsky.

Lejos están los medios de comunicación de oficiar como arenas neutrales. El análisis de cómo Clarín cubrió el reciente conflicto del subterráneo da cuenta de ello. Una lectura política del tratamiento mediático de la información.

En la conferencia de prensa donde se anunció el levantamiento de la medida de fuerza que por diez días paralizó el servicio de subterráneos de la ciudad de Buenos Aires, Norberto Pianelli tuvo duras palabras contra el grupo Clarín y su canal de noticias TN. “El grupo monopólico TN”, afirmó con un visible enojo el Secretario General de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), puso “en el banquillo a los trabajadores, pero no dijo una palabra del grupo empresarial Benito Roggio”. Además, acusó el dirigente, “trató de blindar de una manera escandalosa al jefe de Gobierno”. “Nos resulta repugnante porque agreden a los indefensos y defienden a los poderosos”, concluyó indignado Pianelli.

Se sabe: los medios de comunicación, no son una “ventana al mundo” que nos ofrece de manera transparente una imagen de lo que sucede “allá afuera”; son, por el contrario, parte activa -a veces actores principales- de los conflictos: un editorial, un titular, un rumor echado a rodar en el momento justo pueden volcar la balanza de las relaciones de fuerzas -sobre todo en un conflicto tan trabado como el del subte- y apurar su desenlace en uno u otro sentido. Tomemos entonces una muestra de los titulares de Clarín del viernes 3 al lunes 13 de agosto, tanto de su edición matutina como su edición online (con sus actualizaciones continuas) para seguir allí la línea editorial que el grupo expresa en todos sus medios.

En términos políticos, una lectura rápida del conflicto nos permite dividir su desarrollo en dos momentos. Se puede hablar de una suerte de “empate hegemónico” durante los primeros días de la huelga, de equilibrio en la capacidad de los contendientes de inclinar la balanza a su favor. Tanto la empresa como el Gobierno de la Ciudad y el Gobierno nacional se “tiraban la pelota”, tal vez especulando que el paro perjudicaría la imagen de su adversario. Las pocas intervenciones de Mauricio Macri sobre el tema sólo atinaban balbucear que su gobierno no tenía nada que ver con lo que sucedía y que no pensaba hacer mucho al respecto. Mientras, los trabajadores esperaban que alguien se hiciera cargo.

Pero en un segundo momento, a partir del viernes 10 -más allá de la intervención de la jueza que lo obligaba a negociar, tal vez las encuestas anunciaban un deterioro de su imagen- Macri abandonó su actitud prescindente: multó a la AGTSyP por casi 5 millones de pesos; mandó a decir a sus funcionarios por todos los medios, con un libreto calcado, que lo del subte “no era una huelga” sino una “toma” y atacó fuertemente a los “metrodelegados”, afirmando que eran manejados por el Gobierno, que respondían a La Cámpora y Luis D’Elia. Y, como si fuera poco, que la verdadera representación de los trabajadores era la de la UTA. No faltaría mucho para que un fiscal pidiera que intervenga la fuerza pública.

No sorprende entonces que el grupo Clarín acompañara la estrategia (en todo caso la pregunta es quién le daba letra a quién). El viernes 3 el diario titulaba: “No hubo diálogo y paran por 5 días desde esta noche”, y el lunes 6: “Un conflicto que se agrava: no hubo diálogo y hoy tampoco hay subtes durante todo el día”. Como se puede observar ninguno de los dos títulos presenta responsables claros del conflicto. Incluso no se puede decir que el titular del día sábado 4 -“Los metrodelegados amenazan con extender el paro si no hay acuerdo”- fuera muy duro con los trabajadores. Se puede especular que Clarín hacía equilibrio entre su natural desprecio por cualquier huelga que interrumpa la circulación de bienes y personas (el titular del miércoles 8: “Los pasajeros del subte de rehén: los metrodelegados paran por sexto día”, es el equivalente del movilero de TN que entrevista a los “usuarios” “indignados” que no pueden volver a sus hogares) y la tentación de alimentar un conflicto que, tal vez, podía crear un clima de caos y hostilidad al Gobierno nacional. En fin, hasta entonces, empate e indefinición. Jueves 9: “Macri y Randazzo cruzan acusaciones y chicanas, pero siguen sin dar una solución”.

También a partir del viernes 10, con el cambio de actitud del Gobierno de la Ciudad, Clarín acentuó su operación contra la huelga, pasó a atacar más duramente a los trabajadores del subte y a mostrar una imagen activa de Mauricio Macri para destrabar el conflicto. Veamos la seguidilla de titulares: Viernes 10: “La Ciudad dictó la conciliación, pero sigue el paro de subtes”; “Macri dijo que Cristina busca someter a los que piensan distinto”. Sábado 11: “En el Gobierno nacional hay vocación de someter al que piensa distinto, dijo Macri”; “Los metrodelegados rechazan todo acuerdo y sigue la huelga”; “Con 120 mil autos más en la calle, el tránsito fue una tortura”. “Dura acusación de la UTA: esto no es un paro, es una toma”. Y, como remate, el domingo 12: “Noveno días sin subtes: sancionan a metrodelegados que siguen extendiendo el paro. El gobierno porteño los multó con 4,9 millones por no acatar la orden de reestablecer el servicio”.

Ahora había roles y responsabilidades muy claras. Un día después los trabajadores levantaban el paro. El margen político para continuar la huelga -entre otros elementos, por la ofensiva mediática- se había reducido.

Por cierto: en la decena de titulares citados el Gobierno de la Ciudad, el nacional y los metrodelegados son los tres actores claros del conflicto (dialogan, acusan, rechazan, anuncian, etc.). La empresa Metrovías, propiedad del grupo Roggio (que el año pasado repartió allí dividendos por 180 millones) es la gran ausente. Clarín no le exigió explicaciones públicas.

Fuente : Marcha

Para mi el gremio no ganó con el conflicto , si consiguió un empate pírrico bajo la presión y el rechazo generado en la sociedad tras 10 días de paro , el paro mas largo de la historia sin grandes ganancias para los trabajadores , la UTA siguió jugando contra los trabajadores y manteniendo el poder de una lapicera que no les corresponde porque el ministerio de trabajo no toma la decsión de ceder la personeria a la AGTSyP que es el sindicato mas representativo , Macri explotó a su favor la cuestión ( lo viene haciendo desde la tragedia de Once que aprovecha para pegarle al gobierno nacional haciéndolo responsable de las muertes ) mostrándose como la resistencia al kirchnerismo y hablando de chavización con la misma lógica de desconocer al otro y haciendo practicamente imposible lograr una minima negociacion politica entre fuerzas políticas diferentes y contando con el apoyo y blindaje mediaticos adecuados siguiendo la estrategia de víctimización permanente y acusando al kirchnerismo del sometimiento del que dice ser víctima por pensar diferente del gobierno nacional , y el gobierno nacional solo chicaneándolo ( tanto Randazzo como Anibal Fernandez ) a Macri por no hacerse cargo del subte y haber fiormado el acta , en el medio el sindicato fue el mas perjudicado ademas de los trabajadores que usan el subte para trasladarse a sus trabajos , ganaron los grupos económicos como Roggio ( que conservó su negocio sin riezgos y sus tasa de rentabilidad asegurada ) , gano la antipolítica de Macri que vemos como continúa hoy con medidas para impedir las asambleas al interior de la administración pública ,gano el sentido común de Clarin y el mensaje antiobrero , yo decia que si la política no resolvía el tema ganaban los grupos económicos , me parece que esa fue la realidad , perdió en gral la política y ganaron como casi siempre que falta gestión política , ganan los grupos económicos concentrados .