Frenar a los que quieren imponer el miedo

El asesinato del enfermero Walter Navarro en el distrito que comanda Jesús Cariglino es un hecho espantoso y preocupante, que merece todo nuestro repudio y nuestra atención. Si bien es la justicia quien tendrá la última palabra, es imposible no vincular esa muerte a las denuncias que estaba realizando Navarro respecto de la situación del Hospital municipal Claudio Zin y el sistema de salud pública en Malvinas Argentinas.

Por: Martín Sabbatella

En ese distrito reinan mafias y patotas y se instala, mediante amenazas y amedrentamiento, un permanente clima de miedo, con la política asociada a la violencia, la corrupción y el delito; una verdadera trama mafiosa que es necesario desarticular rápidamente, para que no haya impunidad y estos hechos no se repitan. Es necesario poner todo el empeño para frenar a los que quieren sembrar el miedo. La justicia debe investigar a fondo, porque se trata de un hecho gravísimo que atenta no sólo contra una persona y una familia, sino contra la misma libertad y la democracia que muchos deseamos ampliar y profundizar. La sucesión de aprietes, amenazas y golpizas en Malvinas Argentinas, de la que son víctimas vecinos, militantes y periodistas, son evidencia de la clara responsabilidad de Cariglino en la violencia creciente que allí se vive. El intendente tiene que terminar con las intimidaciones públicas y privadas a quienes están denunciando graves irregularidades en el sistema de salud y en el gobierno de Malvinas Argentinas. Porque sus prepoteadas y sus actitudes autoritarias son el caldo de cultivo de hechos violentos gravísimos. Tiene que enterarse que es intendente, no emperador. Y ponerse a disposición de la investigación y aportar todos los datos que sean necesarios para encontrar a los responsables del crimen espantoso de Navarro.

Fuente : Tiempo Argentino