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jueves, 14 de febrero de 2013

Los dilemas del Movimiento Obrero

Un clima enrarecido dentro de las dos CGT ( en realidad dos de las tres CGTs porque esta la Azul y Blanca también que juega con De la Sota y a eso falta sumarle las 2 CTA , a partir de las 5 centrales sindicales que existen en la actualidad ) 

Dentro de cada una de las centrales obreras ( burocratizadas)  reconocen que hay falta de conducción política de cara al movimiento obrero.

Por: Ana Vainman

Todas las miradas de la Argentina están puestas en el Congreso Nacional, que a partir de ayer comenzó a analizar el Memorándum de Entendimiento entre la Argentina e Irán sobre los temas vinculados al ataque de la AMIA. Pero más allá de si el documento enviado el jueves pasado por la presidenta Cristina Fernández consigue su aprobación parlamentaria, la vida política y sindical continúa. Las dos CGT se encuentran en momentos bisagra: la oficialista enfrenta embates internos y enconos persistentes como consecuencia de la tensa relación con el gobierno nacional; la opositora se debate entre su accionar sindical y su salto a la política, en base al intento de Hugo Moyano de formar su propio partido político y de competir en las próximas elecciones legislativas. 
Y en este contexto, dentro de cada una de las centrales obreras reconocen además que hay falta de conducción política de cara al movimiento obrero. En la CGT oficialista, por la falta de liderazgo que tiene el metalúrgico Antonio Caló. En la CGT Azopardo admiten que la energía del camionero Hugo Moyano está puesta en la conformación de su propio partido político y en evaluar la conveniencia o no de presentarse a las próximas elecciones legislativas. 

El líder de la CGT Azopardo está avocado a conseguir el aval judicial para el Partido por la Cultura, la Educación y el Trabajo, para llegar a las legislativas y al armado de las listas y posibles alianzas. En un segundo plano están ahora las acciones sindicales. Aunque es cierto que los moyanistas insisten en cada ocasión que tienen con la necesidad de modificar el Impuesto a las Ganancias, la universalización de las asignaciones familiares y con la devolución del dinero de las obras sociales, las acciones están relegadas. Las acciones, honestamente, parecerían estar en manos del titular de la CTA disidente, Pablo Micheli, a quien Moyano se pliega, si lo considera necesario. De hecho, el estatal convocó a una marcha para marzo, a la que se estima que el camionero se plegará. 

La base de sustentación del Partido por la Cultura, la Educación y el Trabajo (PCEyT) estará en la provincia de Buenos Aires y allí presentarán listas de candidatos en los comicios de octubre; además, buscará avanzar en el armado de ese espacio propio a nivel nacional, que se plantea como "alternativa superadora" del kirchnerismo.

Moyano es el "conductor" nacional de ese nuevo espacio que pretende "presentar listas propias a las próximas elecciones legislativas", aunque analiza la posibilidad de "formar frentes electorales con otros sectores del peronismo que coincidan con el proyecto de formar una alternativa superadora al kirchnerismo, que se volvió neoliberal".

Fuentes moyanistas confirmaron que aspiran a conseguir una alianza con el intendente de Tigre, Sergio Massa. Si no lo consiguen –ya sea por rechazo del ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández o porque el intendente decide no romper filas con el kirchnerismo– admiten que se les complicará conformar las listas. 

Si Moyano fuera solo –reconocen– sería difícil conseguir bancas. Sin embargo, no descartan que aun así valga la pena el intento de manera tal de instalar el partido. Encontrar un candidato que sí enamore al electorado es, por estos días, la mayor preocupación del moyanismo. Facundo Moyano podría ser un candidato potable, pero para eso el secretario general del sindicato del Peaje tendría que renunciar a su banca en la Cámara de Diputados del Frente para la Victoria. Según trascendió, no estaría dispuesto a hacerlo. 
Por otro lado, la relación entre la CGT oficialista y el gobierno es cada vez más tensa y la falta de respuestas a sus reclamos, la preocupación por la inflación y la pauta que pretende imponer el Poder Ejecutivo a las paritarias son sólo algunos de los factores de conflicto. Pero el conflicto no es sólo hacia afuera. También se generan rispideces hacia adentro y todos los días se suman voces críticas dentro de la central obrera que bregan por enfrentar más directamente a la administración de Cristina Fernández. 

Mientras tanto, los días del almanaque siguen pasando y la paritaria docente sigue sin resolverse. A escasos siete días hábiles de que comience el ciclo lectivo, los maestros y las autoridades nacionales están muy lejos de llegar a un acuerdo. Y ahí puede verse otro de los puntos de conflicto entre el gobierno y la CGT de Caló. Uno de los voceros representantes de los maestros es el jefe de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, quien está dentro de la CGT Caló. De hecho es el secretario de Políticas Educativas de la central obrera.

Su situación es por demás incómoda. Cuando se lo consultó sobre la posibilidad de que se cierre la negociación este año en forma unilateral, al igual que en 2012, cuando se dispuso un aumento de 19% sin acuerdo gremial, el dirigente manifestó que la mesa salarial docente "no puede volver a fracasar, porque sería una involución política de la actual gestión". Y podría agregarse que sería un factor más de enfrentamiento entre la central obrera que integra y el gobierno.

El año pasado se interpretó que la paritaria nacional fracasó y el ciclo lectivo arrancó con paros en seis provincias. Ahora, los maestros piden un incremento del 30%, que fue rechazado por la administración central. A cambio, el Ministerio de Educación de la Nación ofreció el 17% de aumento del haber mínimo. Hoy, un maestro primario que comienza a dar clases gana $ 2800. La pretensión docente llevaría el salario a $ 3640. Si el gobierno no se mueve del 17% –aunque el ministro de Educación, Alberto Sileoni, dio esperanzas cuando aseguró que la paritaria no podría cerrar por arriba del 25%–, el sueldo de un maestro sería de $ 3276. 

Al problema de la paritaria nacional –que de demorarse podría poner en riesgo el inicio del ciclo lectivo– hay que sumarle lo que ocurre en cada uno de los distritos que deberán esperar a que se acuerde en la Nación para terminar de cerrar en las provincias. 

En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, no hubo avances en la Comisión Técnica Salarial. La demora se debe a la falta de definición del round salarial nacional y a la incertidumbre financiera bonaerense enmarcada en una pugna con la Casa Rosada por la coparticipación.

Las conversaciones pasaron entonces a cuarto intermedio sin fecha de reanudación oficial, en medio de las advertencias sobre medidas de fuerza de los gremios docentes y estatales. 

La provincia, según admiten en el entorno del propio gobernador, sólo puede solventar una recomposición del 6% y, de hecho, no firmará acuerdo paritario alguno hasta tanto pueda rubricar un convenio de asistencia financiera nacional.
En las últimas horas, también trascendió un nuevo supuesto intento de arrancarle a la Casa Rosada el aval para la colocación de un bono en el mercado interno con el objeto de acceder a recursos frescos, en medio del distanciamiento político alimentado por el carácter presidenciable 2015 de Scioli

.Fuente : Tiempo Argentino 

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Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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