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miércoles, 6 de marzo de 2013

¡Hasta la victoria siempre, Comandante!

“El socialismo es el único camino a la paz perdurable, a la justicia social, es el único camino para que tengamos patria. La patria o es socialista, o nunca será patria”



Las palabras cuestan porque la emoción es grande. ¿Cómo no sentirse así, si ese compañero que se acaba de ir es uno de los principales impulsores del debate sobre el socialismo en Nuestra América y la emancipación de nuestros pueblos en la actualidad? ¿Cómo no emocionarse si ese compañero entregó su vida –luchando hasta el último momento- al servicio de las causas de los más humildes, de los siempre ninguneados, de los invisibilizados por un capitalismo siempre excluyente?

Aquellos que todos los días intentamos construir una sociedad distinta no podemos no emocionarnos en un momento así. Preocupante sería no hacerlo, seguir con la rutina y no examinar lo que esto significa en el momento continental. Chávez representa los mejores ideales de un proceso de cambio continental que, 200 años después de las luchas independentistas, tiene lugar hoy en América Latina y el Caribe. Tuvo un papel protagónico en el “No al ALCA”, en Mar del Plata 2005, cuando George Bush fracasó en su intento de establecer una alianza de libre comercio que sólo iba a beneficiar al imperialismo norteamericano. Creó, junto a ese otro gigante llamado Fidel, el ALBA –la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-, para lograr otra unión entre nuestros países (no mediada por el lucro, sino por la cooperación solidaria, por el verdadero ideario de Simón Bolivar). Y fue ese mismo compañero, el compañero Hugo Chávez, el que, con una audacia deslumbrante, formuló en Porto Alegre su idea del “Socialismo del Siglo XXI”, esa potente reinvención de un ideal de patria nueva, contrahegemónica, más justa, solidaria y, sobre todo, humana.

Una frase muy elocuente para nosotros recorre en estos momentos la realidad política venezolana: “Yo soy Chávez”. Allí, en esas sencillas tres palabras, se resume el ideal de los compañeros y compañeras que construyen cotidianamente los movimientos sociales, aquellos que dieron y dan vida a los Consejos Comunales y Comunas, esos que día a día crean poder popular en sus lugares de trabajo, estudio. Tres palabras fuertes, que implican un desafío complejo: ser ese compañero que fue el más sacrificado, el más abnegado, quizás el más completo de una generación. Ese “Yo soy Chávez” de la crítica y la autocrítica, de la búsqueda de la eficiencia en nuestras tareas, del despojo de vanidades por el trabajo constante en pos de la construcción de una patria nueva. Ese “Yo soy Chávez” de ver siempre más allá, de leer la realidad política de forma no mezquina sino en su integralidad, de tener capacidad de aceptar lo que aún falta por realizarse, con una humildad digna de los gigantes.

A las 16.25 hs de ayer partió fisicamente el Comandante Chávez: dejó de ser un corazón, para pasar a ser millones. Como bien dice el comunicado del ALBA, hoy los pobres del mundo sienten profundamente la desaparición física del líder que representaba su voz y que permanecerá por siempre en sus corazones”. Que el imperialismo no festeje de antemano: desde las 16.52 hs de ayer, todos somos Chávez, y, en su nombre, y en cumplimiento de su legado, seguiremos construyendo un continente y un mundo distinto.

Hasta la victoria siempre, Comandante!

Venceremos!

http://mareapopular.org/america-latina/hasta-la-victoria-siempre-comandante/

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Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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