Fotografía: Micaela Ryan
Por Fernando Vicente Prieto, desde Caracas.
Las siete avenidas prometidas por el pueblo a Hugo Chávez quedaron chicas este jueves 11 de abril, en el cierre de la campaña electoral del candidato de la Revolución, Nicolás Maduro.
Se dice que fueron nueve avenidas. También arriesgan que hubo dos o tres millones de personas. Difícil saber la cantidad, pero lo cierto es que desde temprano se notó la impresionante movilización popular, sobre todo en los barrios del oeste de Caracas.
Las calles de Catia, La Pastora o el 23 de enero se llenaron de camisas rojas y tricolores bajando hacia alguna avenida: Urdaneta, México, Baralt, Fuerzas Armadas, Lecuna, Universidad, Bolívar, las mismas que había llenado Chávez el 4 de octubre, las que el pueblo había prometido ahora al comandante: apoyar a Nicolás Maduro como candidato a presidente, "si por alguna circunstancia sobrevenida, yo no pudiera terminar mi mandato".
En la Avenida Urdaneta, sobre el puente Llaguno, la Asociación de Víctimas del Golpe de Estado del 11 de abril recordaba con pancartas que once años atrás comenzaba el golpe de Estado que desalojó a Chávez del gobierno momentáneamente, hasta que el pueblo y las fuerzas militares leales lo restituyeron como legítimo presidente constitucional.
Frente al puesto de la Asociación se montaba una tarima del Ministerio de la Vivienda, donde poco después saldrían dos chicos a rapear en apoyo a la revolución.
Todas las calles del centro histórico estaban llenas de gente que se desplazaba hacia las avenidas. "¡Chávez vive!", gritaba alguien. "¡La lucha sigue!", le respondían decenas, en la calle o en el metro.
Entre esos miles, alrededor del mediodía, en plaza Venezuela se encontraban delegaciones de movimientos sociales del Comando Popular Hugo Chávez. Después marcharon hasta la Avenida Bolívar, hasta la tarima montada por Radio Verdura. En la actividad participaron movimientos como el de Pobladoras y Pobladores, la Asociación Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos y Redada, entre otras organizaciones sociales de Venezuela, que estuvieron acompañados por movimientos de Colombia y Argentina.
Avanzando hacia el escenario principal por la Avenida Bolívar estaba la tarima del Gran Polo Patriótico de Venezuela. Por su parte, la Brigada Eva Perón, señaló el apoyo de los movimientos sociales del ALBA de todo el continente al pueblo bolivariano, y destacaron la solidaridad del pueblo caraqueño con las Brigadas de Solidaridad impulsadas en Argentina ante las inundaciones, que llevan el nombre de Hugo Chávez.
Camino al escenario principal, el acceso se hacía difícil por la marea humana, que ya empezaba a apretujarse. Faltaban horas para que hablara Maduro y el lugar estaba colmado, pero seguía llegando gente. Al caer la tarde la efervescencia iba en aumento, hasta que el camión que traía a Nicolás Maduro comenzó a acercarse a paso de hombre. En su interior, además del presidente y candidato a ser ratificado el próximo domingo, se encontraban dirigentes como Elías Jaua, Diosdado Cabello, Jorge Arreaza, Tareck El Aissami y Rafael Ramírez, entre otros.
En el escenario principal los esperaban el resto de la dirección político-militar de la Revolución, la familia de Chávez y varias figuras, entre las que se encontraba Diego Armando Maradona. Diego se abrazó varias veces con Maduro, conversó con Adán Chávez y José Vicente Rangel en público.
En su discurso, Maduro mostró seguridad en obtener el triunfo. Destacó que cerraba una campaña de diez días con 25 grandes actos en todo el país. Dijo que la Revolución Bolivariana proponía una nueva democracia, popular, donde mande el pueblo como lo enseñó Hugo Chávez, quien "fue el primer presidente en cumplir el programa que prometió". Maduro destacó que su programa era el de la Patria y que se comprometía a cumplirlo con la participación y el apoyo del pueblo. Entre los temas focales concretos para su gobierno Maduro destacó la lucha contra la inseguridad y contra el burocratismo y la corrupción ("eficiencia o nada"); la economía al servicio del pueblo; la creación del sistema de misiones Hugo Chávez, reforzando los programas sociales; la electricidad, para terminar con los sabotajes y el desarrollo del Poder Popular.
Alrededor de las 8 y media de la noche el presidente se despidió de un pueblo que lo respaldaba entre vivas a Chávez y a Bolívar. "Aspiro a estar a la altura de la responsabilidad que me dio el comandante. Aspiro a estar a la altura de este pueblo", expresó. "Como también aspiro, por mi trabajo en la tierra, por mi honestidad, por mi entrega, por mi consagración a los pobres, algún día encontrarme a Hugo Chávez, mi padre".
Pese a la emoción, el final fue a toda alegría, con las canciones de la campaña de Maduro y también las de Chávez del año pasado cantadas y bailadas masivamente, mientras la multitud comenzaba a regresar a sus barrios de nuevo. Así terminaba una jornada de compromiso con el legado de Hugo Chávez y al mismo tiempo, una gigantesca reafirmación del triunfo del 14 de octubre.
Se dice que fueron nueve avenidas. También arriesgan que hubo dos o tres millones de personas. Difícil saber la cantidad, pero lo cierto es que desde temprano se notó la impresionante movilización popular, sobre todo en los barrios del oeste de Caracas.
Las calles de Catia, La Pastora o el 23 de enero se llenaron de camisas rojas y tricolores bajando hacia alguna avenida: Urdaneta, México, Baralt, Fuerzas Armadas, Lecuna, Universidad, Bolívar, las mismas que había llenado Chávez el 4 de octubre, las que el pueblo había prometido ahora al comandante: apoyar a Nicolás Maduro como candidato a presidente, "si por alguna circunstancia sobrevenida, yo no pudiera terminar mi mandato".
En la Avenida Urdaneta, sobre el puente Llaguno, la Asociación de Víctimas del Golpe de Estado del 11 de abril recordaba con pancartas que once años atrás comenzaba el golpe de Estado que desalojó a Chávez del gobierno momentáneamente, hasta que el pueblo y las fuerzas militares leales lo restituyeron como legítimo presidente constitucional.
Frente al puesto de la Asociación se montaba una tarima del Ministerio de la Vivienda, donde poco después saldrían dos chicos a rapear en apoyo a la revolución.
Todas las calles del centro histórico estaban llenas de gente que se desplazaba hacia las avenidas. "¡Chávez vive!", gritaba alguien. "¡La lucha sigue!", le respondían decenas, en la calle o en el metro.
Entre esos miles, alrededor del mediodía, en plaza Venezuela se encontraban delegaciones de movimientos sociales del Comando Popular Hugo Chávez. Después marcharon hasta la Avenida Bolívar, hasta la tarima montada por Radio Verdura. En la actividad participaron movimientos como el de Pobladoras y Pobladores, la Asociación Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos y Redada, entre otras organizaciones sociales de Venezuela, que estuvieron acompañados por movimientos de Colombia y Argentina.
Avanzando hacia el escenario principal por la Avenida Bolívar estaba la tarima del Gran Polo Patriótico de Venezuela. Por su parte, la Brigada Eva Perón, señaló el apoyo de los movimientos sociales del ALBA de todo el continente al pueblo bolivariano, y destacaron la solidaridad del pueblo caraqueño con las Brigadas de Solidaridad impulsadas en Argentina ante las inundaciones, que llevan el nombre de Hugo Chávez.
Camino al escenario principal, el acceso se hacía difícil por la marea humana, que ya empezaba a apretujarse. Faltaban horas para que hablara Maduro y el lugar estaba colmado, pero seguía llegando gente. Al caer la tarde la efervescencia iba en aumento, hasta que el camión que traía a Nicolás Maduro comenzó a acercarse a paso de hombre. En su interior, además del presidente y candidato a ser ratificado el próximo domingo, se encontraban dirigentes como Elías Jaua, Diosdado Cabello, Jorge Arreaza, Tareck El Aissami y Rafael Ramírez, entre otros.
En el escenario principal los esperaban el resto de la dirección político-militar de la Revolución, la familia de Chávez y varias figuras, entre las que se encontraba Diego Armando Maradona. Diego se abrazó varias veces con Maduro, conversó con Adán Chávez y José Vicente Rangel en público.
En su discurso, Maduro mostró seguridad en obtener el triunfo. Destacó que cerraba una campaña de diez días con 25 grandes actos en todo el país. Dijo que la Revolución Bolivariana proponía una nueva democracia, popular, donde mande el pueblo como lo enseñó Hugo Chávez, quien "fue el primer presidente en cumplir el programa que prometió". Maduro destacó que su programa era el de la Patria y que se comprometía a cumplirlo con la participación y el apoyo del pueblo. Entre los temas focales concretos para su gobierno Maduro destacó la lucha contra la inseguridad y contra el burocratismo y la corrupción ("eficiencia o nada"); la economía al servicio del pueblo; la creación del sistema de misiones Hugo Chávez, reforzando los programas sociales; la electricidad, para terminar con los sabotajes y el desarrollo del Poder Popular.
Alrededor de las 8 y media de la noche el presidente se despidió de un pueblo que lo respaldaba entre vivas a Chávez y a Bolívar. "Aspiro a estar a la altura de la responsabilidad que me dio el comandante. Aspiro a estar a la altura de este pueblo", expresó. "Como también aspiro, por mi trabajo en la tierra, por mi honestidad, por mi entrega, por mi consagración a los pobres, algún día encontrarme a Hugo Chávez, mi padre".
Pese a la emoción, el final fue a toda alegría, con las canciones de la campaña de Maduro y también las de Chávez del año pasado cantadas y bailadas masivamente, mientras la multitud comenzaba a regresar a sus barrios de nuevo. Así terminaba una jornada de compromiso con el legado de Hugo Chávez y al mismo tiempo, una gigantesca reafirmación del triunfo del 14 de octubre.
Fuente: Marcha
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