Por Marcela Brizuela de Ledo- Luisa Torres de Toledo (*)
Graciela Ledo- Alfredo Olivera (**)
Madres de Plaza de Mayo, Filial La Rioja, al cumplirse 37 años del
asesinato de monseñor Enrique Angelelli, rinde su homenaje a los
Mártires de Latinoamérica, a los que por orden del gobierno
norteamericano, les arrancaron sus vidas por amar una sociedad más
justa, más solidaria y libre, que no esté sometida al yugo imperial, una
patria que no se deje expoliar sus recursos naturales, el suelo, el
agua, los minerales, que no enajene los servicios esenciales y
estratégicos al capitalismo, sino que sean frutos abundante, para y al
servicio, de todo el pueblo.
El pastor Enrique Angelelli; Carlos de Dios Murias; Gabriel
Longueville, Wenceslao Pedernera; los 30 mil detenidos-desaparecidos;
los asesinados y hechos desaparecer por razones políticas en toda
América latina, son nuestros mártires, porque han sufrido el martirio
seguido de muerte de manos del imperio y sus verdugos vernáculos, por
querer una sociedad donde todos los hombres tuvieran garantizado lo
necesario para vivir.
Hoy después de la “Guerra Fría” que parió la Doctrina de Seguridad
Nacional, Estados Unidos, que ordenó el genocidio, para implantar la
concentración económica, creando los grandes grupos económicos actuales
como Clarín, y precisamente con estos grupos financiero EE.UU, haciendo
alianza con la Sociedad Rural, la burguesía capitalista; partidos
opositores de derecha y de izquierda; movimientos piqueros y barrabravas
y los servicios de inteligencia que no han cortado el cordón umbilical
con la CIA Norteamericana, buscan romper la unidad latinoamericana para
someternos a su dependencia y del FMI.
Por eso los pueblos y gobiernos de América latina deben impedir que
el imperio les cree conflictos, que se enfrenten entre ellos, que sean
segregados, de caer en las garras del imperio. “No hay que creerles, ni
darles lugar, ni un tantito así” decía el Che Guevara, lo cual hoy tiene
plena vigencia, mucho más cuando en los archivos de inteligencia
filtrados por el soldado Bradlye Manning a Wikileaaks surge que la
actual vergonzoso alianza opositora argentina –que se fragmenta por
personalismos, está siendo financiada por EE. como reconoció hacerlo en
Venezuela.
Y en este sentido, las Madres y su Grupo de Apoyo deplora
profundamente, que el Gobierno nacional, que es el único que permitió el
juicio y castigo a todos los culpables del genocidio, hoy sostenga como
jefe del Ejército al represor César Milani, traicionando su
trayectoria, traicionando la verdad histórica de que, los agentes de
inteligencia, instruidos por la CIA para secuestrar, interrogar,
torturar, etc., en la Escuela para las América, fueron los autores
materiales del genocidio, más aún los Servicios de Inteligencia de todos
los países, la CIA los coordinó en el Plan Cóndor.
Nos preguntamos ¿Por qué ahora que saben que hay denuncias,
antiguas, públicas, concretas, sobre su participación en la represión,
persisten en el error? ¿Por qué eligen creer al represor, a su foja de
servicios claramente adulterada, en lugar del sufrimiento de las
víctimas? ¿Por qué creen que este agente de inteligencia está limpio de
toda culpa? ¿Quién lo redimió? ¿No saben que los Servicios de
Inteligencia deben ser democratizados, dándoles un método científico
para buscar la verdad, para que nunca más sean hombres indignos al
servicio de la CIA?
Aún cuando apoyemos a este proyecto latinoamericano, no podemos
callar, cuando tenemos que hablar, nadie nos puede pedir que ocultemos
nuestro dolor, que no luchemos por la verdad y la justicia, y que
escondamos lo que tenemos que decir, al contrario, ésta es la mayor
ofrenda que les hacemos a nuestros mártires el compromiso con la verdad y
la justicia.
Nuestro amado y ponderado pastor Enrique, citando el Documento de
San Miguel (1969) decía: “La liberación deberá realizarse, pues en todos
los sectores en que hay opresión: el jurídico, el cultural, el
económico y el social”, decíamos en la Declaración del Episcopado
Argentino. Gobernantes y gobernados, tenemos la obligación moral de
llamarnos seriamente a la reflexión y leer interiormente todo lo que nos
dicen los hechos acaecidos, para no equivocarnos, porque una
equivocación de esta naturaleza nos pondría al margen de la historia que
dolorosamente estamos construyendo y que por nuestra ceguera, muchas
veces, intencionada u honestamente, seamos cómplices de nuevas
destrucciones y muertes”. De la homilía del 5/6/69.
Finalmente, exigimos juicio y castigo para los asesinos de nuestros
mártires, que hoy a los largo de esta jornada hicimos memoria, cárcel a
los genocidas. Ni un paso atrás.
(*) Madres de Plaza de Mayo, Filial La Rioja.
(**) Grupo de Apoyo a Madres.
Fuente: http://www.elindependiente.com.ar/papel/hoy/archivo/noticias_v.asp?268070
jueves, 15 de agosto de 2013
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