Elecciones Ciudad de Buenos Aires 2013
Entendemos que el macrismo, en estos
seis años de gobierno en la Ciudad de Buenos Aires, logró consolidar un
proyecto político que funciona como el “laboratorio” local de una
derecha que se lanza a nivel continental en contra de las conquistas de
los sectores populares. Macri expresa la misma derecha que Capriles en
Venezuela, que mediante la violencia y el odio quiso desconocer la
decisión del pueblo de seguir avanzando en la senda de la Revolución Bolivariana que, antes con el comandante Chávez, y hoy con el compañero Maduro, avanza en el más audaz proceso de cambios a nivel continental.
Es la misma derecha de Santos en Colombia, que permite la implantación
de bases militares y persigue a los luchadores populares. Es la misma
derecha de Piñera, que reprime a los estudiantes que luchan por una
educación pública y gratuita para todo el pueblo chileno.
En el plano nacional,
entendemos que en estos últimos diez años se ha avanzado en la obtención
de conquistas sociales, muchas de ellas reclamos históricos de los
sectores populares, como la asignación universal por hijo o el
matrimonio igualitario. También se avanzó en la aprobación de una ley de
medios de comunicación, un paso importante pero parcial para la disputa
con los oligopolios mediáticos desde donde los sectores dominantes
construyen gran parte de su legitimación. La estatización de las AFJP es
otro ejemplo de que los sectores populares estamos en una mejor
posición en relación con la década neoliberal, que nos sumergió en la
mayor crisis de la historia Argentina.
A pesar de estos y otros
avances, entendemos que el gobierno nacional no ha utilizado el
crecimiento de estos últimos diez años para promover un cambio de tipo
estructural que modifique de raíz las causas sistémicas que generan y
mantienen las grandes desigualdades que aún existen en la Argentina; y
sostenemos que sólo va a ser posible avanzar en medidas de este tipo
desde una perspectiva que tienda a empoderar cada vez más a nuestro
pueblo. La masacre de Once, la expansión de la mega minería y el
reciente acuerdo de YPF con Chevron son sólo algunos elementos que
evidencian las limitaciones del kirchnerismo, y de una gestión que no
cuestiona la matriz económica fuertemente transnacionalizada y
dependiente.
Ante este panorama, es necesario que las organizaciones políticas y sociales del campo popular construyamos una alternativa de país,
y mostremos pasos de avance en un proyecto de transformación de la
sociedad que no se encuentre atado a las agendas de los monopolios, de
las empresas y de las corporaciones, sino que apueste a centrar las
bases para la construcción de una democracia con participación popular que avance con el protagonismo del pueblo hacia una sociedad más justa e igualitaria.
Surgidos de las luchas dadas en América Latina contra el neoliberalismo a finales del siglo XX, nuestro proyecto traza un horizonte socialista con los pies en Latinoamérica,
lucha por la igualdad de género en la diversidad, por la soberanía
popular, la independencia económica, la justicia social y la democracia
con protagonismo popular. A doce años del 2001, algunas de las
organizaciones que nos consideramos herederas de aquella gesta, creemos
que además de la construcción cotidiana en los barrios, en los
sindicatos, en las escuelas y universidades, en los
bachilleratos populares y en las cooperativas, necesitamos también dar
la batalla en el terreno electoral, y no regalar ni relegar ese plano de
la política a los partidos tradicionales y a los políticos
profesionales; es necesaria la construcción de un proyecto alternativo
de país que interpele, se referencie, dispute en todos los planos de la
política y la institucionalidad.
Por ello valoramos positivamente la vocación de Marea Popular
por intervenir electoralmente en la ciudad, como alternativa que
encarna el proyecto de las organizaciones populares y que expresa y
visibiliza la existencia de un sentido diferente de la política; una
forma de construcción y de concepción de la política relacionada con el
poder del Pueblo y el socialismo del siglo XXI.
Es por eso que desde el Frente Popular Darío Santillán – Corriente Nacional, llamamos a votar al Frente Camino Popular, lista en la que ITAI HAGMAN es el precandidato a diputado nacional de MAREA POPULAR por la Ciudad de Buenos Aires.
Entendemos que esta propuesta encarna nuestro proyecto en la ciudad de Buenos Aires, y representa la mejor alternativa política de avance desde abajo y a la izquierda.
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