Luego de la derrota electoral, el
gobierno retomó a fondo la operación para nombrar a César Milani al
frente del Ejército, a pesar de las graves denuncias que pesan en su
contra por su participación en crímenes de la dictadura.
Su nombramiento se ha convertido en un
asunto de supervivencia política para el kirchnerismo, que asiste al
pasaje de los servicios de inteligencia del Estado al campo opositor.
Milani -un militar formado en el Batallón 601 de Inteligencia- habría
sido quien advirtió a la camarilla gobernante sobre el lanzamiento de la
candidatura de Massa, mientras la ex Side informaba lo contrario. El
kirchnerismo pretende rearmar un aparato de inteligencia propio, con
base en el ejército, para sortear los dos años que restan hasta 2015.
El ascenso de Milani refleja una aguda
descomposición del aparato represivo y de inteligencia. Milani estuvo
directamente involucrado en la crisis policial de Córdoba, donde tiene
intereses políticos propios. Fue uno de sus hombres quien dio la cana a
los jefes de la División Drogas de la policía provincial, que terminó
con cinco detenidos y las renuncias del titular de la Policía y del
ministro de Seguridad de la provincia.
Milani tomó parte activa en el Operativo
Independencia (Tucumán) como integrante del Batallón de Inteligencia
601. Está acusado, además, de haber participado en la desaparición del
conscripto Alberto Ledo, y en el secuestro y torturas de Ramón Olivera y
su padre. En las últimas semanas, se agregó el caso del periodista
riojano Oscar Plutarco Schaller, en el que Milani está señalado como uno
de los responsables de su secuestro. La primera denuncia contra el
flamante teniente general data de 1984. Según el CELS (que primero apoyó
la designación de Milani y luego, al conocerse las denuncias, la
impugnó), la Secretaría de Derechos Humanos ocultó los antecedentes del
genocida. Milani enfrenta, además, una investigación por enriquecimiento
ilícito.
El kirchnerismo se ha jugado a fondo por
la designación, comprometiendo a Abuelas y Madres de Plaza de Mayo en
su defensa a cualquier costo. A cambio, Milani juró fidelidad al
“proyecto nacional y popular”. El operativo en marcha apunta a la
reinstalación política de las fuerzas armadas, reducidas a la
marginalidad durante los últimos treinta años a causa del repudio
popular contra el genocidio.
Por lo pronto, el Ejército ya está comprometido en el apoyo logístico a Gendarmería frente a la posibilidad de revueltas sociales en vísperas de las fiestas de fin de año.
Esta operación política está enmarcada
por la ley antiterrorista, la mano dura de Berni y Granados, y la
designación de la camporista María Cecilia Rodríguez en el Ministerio de
Seguridad. El kirchnerismo pretende sobrevivir hasta 2015 a base de
devaluación, reendeudamiento y palos.
Los organismos de derechos humanos
independientes -nucleados en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia-
denunciaron a Milani apenas se conoció su promoción. Los K argumentan
que no está procesado y, por lo tanto, frenar su ascenso equivaldría a
un “linchamiento” (Aníbal Fernández dixit). Durante los neoliberales
años ’90 del menemismo, sin embargo, los ascensos de los militares eran
interrumpidos ante la sola impugnación de los organismos de derechos
humanos. Fue el caso de los genocidas Rolón y Pernía, por citar un
ejemplo, procesados muchos años después de que se rechazara su pliego.
Fuera Milani. Juicio y castigo a todos los culpables.
Apertura de los archivos de la dictadura.
Jacyn
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Este ascenso me lleva a reevaluar toda la polìtica de la década entendiendo la adopción de las demandas por los DDHH como parte del pragmatismo del peronismo por ganar apoyos
La gran mentira: política de DDHH en el gobierno K
A 5 años del comienzo de la era K como gobierno de nuestro país, es necesario realizar un análisis concreto sobre su estrategia política centrada en un discurso sobre los DDHH. Este discurso estratégico fue utilizado para lograr legitimidad y consenso, dentro de un contexto de conflicto social-económico, reflejado en los hechos del 19 y 20 de diciembre del 2001, en la masacre del puente pueyrredón y en una crisis de representatividad que tenía toda la clase política, cuando se reclamaba “que se vayan tod@s”.La estrategia utilizada entonces por el presidente (electo con el 22% de los votos) fue la de lograr un amplio apoyo (cooptación) de los sectores populares y de DDHH con un discurso demagógico populista y falaz poniendo el eje en la justicia y memoria, pero obviamente con ninguna política tendiente a abordarlos realmente desde el presente. Lamentablemente su estrategia funcionó, ya que por un lado logró cooptar grandes sectores que se encontraban en lucha, quitando fuerza al campo popular que venía cuestionando abiertamente este sistema, y por otro lado, amparado en ese doble discurso, abrió el camino para seguir violando infinidades de derechos humanos básicos dando lugar a la desnutrición, la represión estatal con más de 760 víctimas de gatillo fácil, centenares de familias criminalizadas por luchar por tierra y vivienda, un servicio de salud pública lamentable y la lista sigue.
2 comentarios:
Milani es un buen tipo, por eso los Senadores no recibieron a los familiares de Ledo y directamente le votaron el pliego.
Claro y por eso tambien le condonan a Hebe de Bonafini la deuda y le estatizan la universidad de Madres para que Milani pueda dar cursos de marxismo . Orgullosa de la tapa de su revista treintamil pasos atras
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