El
Estado no inaugura su intervención en materia ferroviaria con las
recientes estatizaciones anunciadas por el Ministerio de Interior y
Transporte de Florencio Randazzo. Luego de resolver la preservación de
las concesiones ferroviarias, el ex presidente Néstor Kirchner ratificó
la prórroga del decreto de emergencia ferroviaria dictado por su
antecesor Eduardo Duhalde, por el cual se eximía de asumir nuevos costos
operativos y de llevar adelante las inversiones y el mantenimiento
exigidos por los pliegos de concesión a los Taselli, Cirigliano, Roggio y
Romero, quienes tenían a su cargo los servicios urbanos de pasajeros
desde los tiempos de la privatización.
Poco después, en 2006, el Poder Ejecutivo creó dos empresas estatales: una para administrar la infraestructura (Adif), a la que dejó en manos de la conducción de La Fraternidad, y otra para operar servicios (Sofse), para la cual fueron designados directores del gremio de los conductores y de la Unión Ferroviaria. Entre éstos, Juan Araya, quien se hizo conocido por su intervención para contratar a los abogados que defendieron a la patota de Pedraza tras el crimen de Mariano Ferreyra.
Por aquellos tiempos, Kirchner no tuvo más remedio que retirar la concesión a Taselli en el San Martín, el Belgrano Sur y el Roca, tras una pueblada en Plaza Constitución contra los incumplimientos del servicio -la que fue reprimida con palos y gases por el gobierno.
Como complemento de esta medida, el Estado asumía el pago total de salarios, cuyos fondos provenían de la Secretaría de Transporte y eran triangulados hacia Ugofe, la nueva operadora.
La aprobación legislativa de la ley
ferroviaria kichnerista y la creación de Ugofe fueron el puntapié
inicial del apogeo de poder sindical en los ferrocarriles. Eran los
tiempos del alineamiento incondicional del pedracismo con Moyano y los
Kirchner; de los negocios con Jaime, primero (hasta sus primeros
procesamientos) y de Schiavi, después; del ingreso masivo de personal
para ampliar la base de sustentación de la burocracia en los sindicatos y
del kirchnerismo en el conurbano bonaerense.
La génesis y desarrollo del kirchnerismo
está indisolublemente asociada a esta trilogía siniestra de
funcionarios, empresarios y burócratas sindicales.
Rescate de los privatizadores
No hay en los actuales decretos medida alguna que apunte a hacerles pagar a los vaciadores el desfalco al patrimonio público. Por el contrario, el Estado aparta a los privatizadores de una concesión en ruinas para hacerse cargo de los platos rotos, en momentos en que se encuentran cuestionados por causas penales y por la indignación popular. Los K le cargan al presupuesto nacional la factura que dejaron los concesionarios y preparan el camino de una nueva privatización. Mientras tanto, esos mismos privatizadores continúan al frente de los talleres de mantenimiento ferroviario, por lo que seguirán lucrando como contratistas del Estado.
Sólo la movilización e intervención directa de trabajadores y usuarios para exigir la apertura de los libros contables de las empresas, de los contratos leoninos a favor de las tercerizadas, de las compras de repuestos y material rodante. En definitiva, el control y la gestión obrera de los ferrocarriles será la vía para que la inversión ferroviaria no siga siendo una fuente de malversación del patrimonio público. Planteamos la expulsión de los privatizadores y la burocracia sindical del ferrocarril; la incautación del patrimonio de los vaciadores y la gestión integral del sistema ferroviario -ramales de pasajeros, de carga y talleres- por parte de sus trabajadores.
Los ferrocarriles serán un factor de
desarrollo social sólo de la mano de una gestión integral de la economía
nacional por parte de los trabajadores, en un régimen social
establecido sobre nuevas bases políticas y económicas.
Jorge Hospital
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La
medida fue publicada hoy en el Boletín Oficial; implica un
reordenamiento del sistema y la disolución de las unidades de gestión
operativas
Tras disolver las
unidades de gestión operativas UGOFE y UGOMS, el Gobierno dispuso que
empresas privadas mantengan la operación de la mayoría de las líneas
ferroviarias, a excepción de la Sarmiento, que continúa bajo control
estatal. "Con la entrada en vigencia de los presentes acuerdos, las
líneas Mitre y San Martín serán operadas por el grupo Roggio, mientras
que las líneas Belgrano Sur y Roca serán operadas por el grupo Emepa",
informó el Ministerio del Interior y Transporte, que conduce Florencio Randazzo, en un comunicado de prensa.
La medida fue publicada hoy en el Boletín Oficial mediante la resolución 41 .
"Hemos dispuesto un nuevo régimen de operación que obliga a las empresas a presentar planes anuales sobre las frecuencias de los trenes, su mantenimiento, limpieza de estaciones y calidad de los servicios; y en este sentido, creamos un estricto régimen de penalidades para sancionarlos en el caso en el que no se cumplan estas pautas", afirmó Randazzo.
En ese marco, el Gobierno indicó que con la aprobación de los nuevos acuerdos de operación ferroviaria para las líneas Mitre, San Martín, Belgrano Sur y Roca busca "mejorar la calidad de los servicios e incrementar el control sobre las empresas que operan los trenes del área metropolitana de Buenos Aires".
"Por pedido de la presidenta Cristina Kirchner encaramos un ambicioso plan de renovación de los trenes del área Metropolitana que incluye la llegada de más de mil coches nuevos durante este año y una fuerte inversión en materia de infraestructura ferroviaria de cambio de vías y renovación de estaciones", aseguró el funcionario.
El otro día leía lo que Netsor Kirchner les decía a los empresarios siempre , "Uds no escuchen lo que yo digo , vean lo que yo hago " La oriuentacion neomenemista del gobierno es clara . Lo incríble es que algunos realmente crean que este gobierno que acaba de devaluar nuestros salarios como los anteriores gobiernos puede significar un cambio real en Argentina y no la continuidad de las politicas del menemismo aggiornado al contexto , la misma mierda con otra ropa . Claramente lo dijo la presidente CFK en el último discurso cuando renego de un estado empresario validando las politicas de privatizaciones que los proipios kirchner avalaron en los 90 y que solo ante el agotamiento de las reservas de gas y petroleo y el fracaso de su amigo banquero termino ingresando como accionista para acordar los contratos de saqueo en Vaca Muerta con Chevron , Repsol , etc
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