La crisis industrial
Estamos frente a un agravamiento de la crisis industrial. En marzo, la industria se derrumbó un 10 por ciento, comparada con el mismo mes del año pasado; la caída más pronunciada desde 2009. Asistimos a una ola de despidos, en primer lugar en la industria automotriz. La Fundación Observatorio Pyme pronostica la pérdida de 40.000 a 120.000 puestos de trabajo en el curso del año.
La tentativa de contrarrestar esta crisis mediante el ajuste salarial queda bloqueada por la caída de la demanda, la suba de las tasas de interés y la crisis brasileña.
El recurso a rebajar los aportes patronales -una receta de la que se abusa en Europa–, nunca ha servido para crear empleo o retenerlo, aunque sí para propiciar operaciones fraudulentas y desfinanciar la Anses. Volkswagen ha anunciado su intención de despedir 700 trabajadores, a partir de 300 y 400 suspensiones rotativas. Ivecco y Renault paralizaron sus plantas y suspendieron a 1.100 obreros.
En este contexto, los KK han sacado de la galera un nuevo “plan productivo”. El objetivo sería exportar 1.900 millones de dólares más y crear 120.000 puestos de trabajo. En realidad, las exportaciones se vienen abajo y se ha acentuado el rojo comercial con Brasil. Las tasas de interés usurarias, para evitar una corrida hacia el dólar, han paralizado el crédito, cortado la cadena de pagos y encarecido el financiamiento del propio Estado.
Las automotrices han ha salido a ofrecer créditos sin ninguna clase de garantías del consumidor, con el propósito de reducir sus enormes inventarios. Un signo de la enormidad de la crisis.
Este derrumbe ha agitado las aguas en el seno de la Unión Industrial. Lo mismo ha ocurrido en las filas de la Cámara de la Construcción, ya que la obra pública está paralizada. La crisis atraviesa al propio gabinete. Kicillof reclama a Fábregas reducir las tasas de interés, pero las primeras tentativas ya han traído como consecuencia una corrida hacia el dólar y un aumento del mercado paralelo. Fábregas, a diferencia de su antecesora, Marcó del Pont, ha sido efectivamente votado por el Senado, porque oficia de garante de las negociaciones con los acreedores internacionales y opera en tándem con Galuccio para la obtención de créditos para YPF.
El Rodrigazo K-K, que ha arrancado con la devaluación y acentuado todos los desequilibrios económicos. La comprensión de este cuadro de situación, por parte del movimiento obrero es fundamental. La derrota del Rodrigazo es un problema de vida o muerte para los trabajadores.
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