Luchamos por el derecho al trabajo y la democracia sindical
Una lucha de 67 despedidos en las condiciones más difíciles, desató un
furioso ataque de la Presidenta, de varios ministros, de la burocracia
del Smata y otras fracciones de la burocracia sindical. La dirección del
Smata no vaciló en recurrir a las peores prepotencias para escindir a
los despedidos del conjunto de la fábrica, mientras CFK volvía sobre su
oficio ya habitual de descalificar a los luchadores. Las diatribas, en
este caso patagónicas, de CFK apuntaron a impedir la propagación de la
lucha contra las suspensiones y despidos y una repetición de la victoria
de los metalúrgicos de Valeo, en Córdoba, y de las grandes huelgas
indefinidas de los docentes de la Provincia y de Salta, o el gran paro
general del 10 de abril pasado.
Con raleada autoridad política y vacilante capacidad intelectual, la
Presidenta pontificó que la ocupación de fábricas es “un método pasado
de moda”, como si ella hubiera ocupado alguna en su larga trayectoria
política. Si, como ella misma asegura, “al capital financiero no (le)
importan los puestos de trabajo”, debiera haber usado la coerción
estatal para hacerlo entrar en razones. Si el capital financiero se
enseñoreó con Argentina, la responsabilidad le cabe a su gobierno y a
los predecesores que acompañó, no a los compañeros despedidos de
Gestamp. Para CFK, “Tampoco tienen lugar los que quieren tomar el
Palacio de Invierno y creen que cuanto peor mejor”. El Palacio de
Invierno fue tomado para salir de una guerra mundial que costó millones
de vidas – fue una salida de lo peor, esto dicho con tibieza. En cuanto a
poner las cosas “peor” de lo que estaban , el gobierno K está dando
cátedra. 'Generosa' con Repsol y el Club de París, o con los bancos y
las cerealeras, desenvaina el fuste contra la clase obrera. CFK está
repitiendo un error caro: dar vuelo a los Pedraza del Smata, como se los
había dado antes a los de la Unión Ferroviaria, cuando la calificó como
“un sindicalismo que construye”. La burocracia del Smara está
desparramendo patotas en las empresas, en lugar de luchar contra las
patronales para que repartan las horas de trabajo disponibles sin
reducir el salario.
A la Presidenta le vendieron que al capital financiero no le importan
“las fuentes de trabajo”, o sea que el capital financiero vive del aire,
no de la explotación de la fuerza de trabajo. Recurre a esta falacia
para persuadir a los obreros que su derecho al trabajo es una causa
perdida, que solamente podría remediar la asignación por hijo o el plan
familia. No, señora: el capital es trabjo muerto, la fuerza de trabajo
es energía viva. La energía que mueve al mundo no es el 'fracking' sino
el trabajo humano que se esfuerza por liberarse de la explotación. La
industria capitalista es una tercerización del capital financiero, que
se refugia en las sociedades anónimas, en las Bolsas y en los paraísos
fiscales. El capital despide y cesantea para reforzar su presión sobre
la fuerza de trabajo, en especial en la época de la decadencia
capitalista, no para que los obreros disfruten de un fin de semana
re-largo. Cesantea y despide para que los obreros honestos y luchadores
sean aniquilados y prosperen los Zanola, Pedraza, Pignanelli, Caló y
todos los demás. El discurso contra el Palacio de Invierno es de corte
macartista y descubre el enorme despecio 'nacional y popular' por los
esfuerzos gigantescos que han realizado las masas populares, durante
milenios (no solamente siglos), para conquistar una dignidad humana. De
la demolición de los Palacios de Invierno germinan los cerezos en
primavera. Los compañeros de Gestamp aspirarán algún día próximo a
asaltar palacios de invierno; esa jornada la emprenden ahora desde un
puente -grúa y un acampe, para exigir la reincorporación. Con ellos
marcharán y ya lo hacen , los trabajadores mecánicos, los nietos del
Cordobazo, el certificado de nacimiento de la lucha por la democracia
del medio siglo reciente.
Cuanto peor mejor, es la línea del gobierno actual. Extorsiona con
despidos para imponer salarios a la baja; desarrolla un ajuste tremendo,
para rescatar al capital financiero internacional definitivamente en
bancarrota. Nosotros luchamos por una salida a la catástrofe del
capitalismo.
Señora Presidenta: usted ha actuado, en este conflicto, con perfidia
'refinada'. Usted ordenó a Scioli a que arregle el conflicto, cuando
debía haberlo hecho usted misma. Utilizó su verdugueo eterno al
gobernador, para hacerlo responsable de una reincorporación de los
despedidos en el marco de la conciliación, con la aviesa intención de
incumplir el acuerdo luego de que la fábrica quedara desalojada en forma
'pacífica'. Al día siguiente, las fuerzas de seguridad de la Nación se
apostaban en las puertas para impedir el ingreso de los compañeros
reincorporados en el papel. Esto que usted no haría en la diplomacia
internacional, su gobierno lo ha pergeñado para combatir a la clase
obrera que lucha en Argentina.
Señora Presidenta: ¿Se ha dado cuenta, usted, que mientras nuestros
congresistas y legisladores han presentado proyectos articulados para
prohibir suspensiones y despidos, su FpV se dedica a vaciar sesiones
para impedir la deliberación de la representación popular? ¿Se ha dado
cuenta, acaso, que solamente el Frente de Izquierda ha ofrecido una
salida en este tema y que los opositores que saludaron el acuerdo cipayo
que el gobierno de usted firmó con el Club de París, no han sido
capaces de ofrecer nada?
El régimen político que usted preside se ha convertido en un 'dejá
vue', 'démodé'. Manejan con el retrovisor. Los obreros mecánicos, las
enfermeras, los ex ypefianos, las organizaciones de derechos humanos,
los campesinos de Santiago, los maestros y azucareros de Salta, los
trabajdores de la vida y los del estado en Mendoza, los ceramistas y
docentes en Neuquén; en fin, un número cada vez mayor de trabajadores y
de jóvenes concurren al Congreso y a las legislaturas para participar de
las audiencias que convoca nuestro Frente de Izquierda – no para
asistir a la perorata vacía de los partidos que parasitan con el sistema
actual.
Habrá nuevas Torres de Londres, Bastillas, la Gran Muralla, Palacios de
Invierno, el cuartel de Columbia, la Plaza de Mayo – de lo que se trata
es de mirar siempre hacia lo alto.
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