Un fallo buitre que arriesga un default político
Tribuna
- Jorge Altamira DIRIGENTE DEL PARTIDO OBRERO
La “biblia” del capital financiero internacional, el Financial Times, admite la posibilidad (26/6) de que Argentina rechace el fallo Griesa y proceda a reestructurar la totalidad de la deuda externa, bajo jurisdicción nacional. Admite, asimismo, la viabilidad de una cesación temporaria de pagos, porque cualquier arreglo con los buitres podría desencadenar una ola de juicios de parte de los acreedores que entraron en los canjes de 2005/10. Una extensión del arreglo con los buitres a todos los acreedores duplicaría de una vez el monto total de la deuda externa de Argentina.
Argentina enfrenta en el Ciadi otros juicios, por la pesificación, del orden de los US$ 22 mil millones.
El FT recomienda, a pesar de sus advertencias, arreglar con los “buitres” y afrontar el riesgo de juicios ruinosos. El vocero de la City de Londres repudia el fallo de Griesa, porque amenaza con judicializar toda la deuda mundial.
La deuda pública internacional supera los US$ 100 billones, el conjunto de la deuda los US$ 550 billones y los seguros contra cesación de pagos los u$s 22 billones.
La hipoteca de la deuda (“capital ficticio”) es un peso muerto enorme sobre la economía mundial.
El gobierno nacional comparte toda la caracterización de riesgos del FT. Sin embargo, se afana por arreglar con los buitres con un pago “a la Repsol”, lo cual significaría, de entrada, un aumento de la deuda externa en US$ 15 mil millones. Procede de esta manera bajo la presión también del capital local, que tiene en su cartera un 35% de la deuda externa de Argentina. Esto explica que la hinchada del “defol”, en 2001, cuando quería salir de la convertibilidad, se haya convertido en partidaria de pagar cualquier suma a cualquier precio. No menos importante es el interés para financiar los proyectos internacionalización de la explotación del gas y el petróleo no convencional.
Argentina se encuentra en un laberinto.
Pagar a los “buitres” implica aumentar en forma abusiva una deuda externa impagable y afrontar nuevas demandas.
Esta deuda, por otro lado, se ha formado en el tiempo, por medio de una confiscación del ahorro nacional, mediante una sistemática fuga de capitales y giros de beneficios e intereses al exterior.
Su pago implica nuevas devaluaciones y tarifazos, que pagarán los trabajadores.
El repudio a una deuda usuraria, formada por capitalización de intereses, debe ir acompañado por la nacionalización del sistema bancario y del comercio exterior, para aplicar el ahorro nacional a un plan de industrialización y mejoras sociales urgentes.
Se trata de poner fin a un mecanismo de confiscación del ingreso nacional.
Que el pueblo decida, no una camarilla ni los bancos. Que se convoque a un plebiscito sobre el fallo Griesa y la deuda externa.
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