Desde que Massa se fotografió con Gerardo Morales, el candidato de la
UCR a la gobernación de Jujuy, el proceso de la desintegración del Unen
parece ya irreversible. Morales no es cualquiera. Preside el bloque de
senadores de la UCR y fue, hasta no hace mucho, presidente del
radicalismo. Por eso, su decisión de pactar con Massa anticipa el camino
que seguirán otros candidatos de la UCR en las provincias. El radical
Cano, en Tucumán, tiene pensado un acuerdo similar, y lo mismo sucedería
en La Rioja. La alianza de los radicales con chances electorales en las
provincias con el candidato del Frente Renovador ha dejado colgado de
un pincel a los ‘presidenciables’ del Unen. La fuga hacia Massa es la
confesión de que ninguno de ellos tiene posibilidades reales y que son
considerados salvavidas de plomo por sus punteros provinciales y
municipales. No debe sorprender que Cobos y Binner hayan puesto el grito
en el cielo contra esos acuerdos, viendo un vaciamiento de sus
respectivas candidaturas. Debido a ello, la variante más probable es que
ambos terminen desistiendo de sus ambiciones presidenciales para
refugiarse en sus propias provincias. Ya se comenta que Cobos iría de
candidato a gobernador por Mendoza y que Binner volvería a postularse en
Santa Fe, apremiado por la crisis del propio Frente Cívico
El otro perdedor de estas alianzas de los punteros de la UCR con Massa
es Macri, quien también pretendía quedarse con esos respaldos. En el
caso de Córdoba, la alianza del PRO con la UCR se mantendría, con lo
cual se abre un panorama de división de la UCR en dos o en tres. De este
modo se consolida la volatilización de la UCR como fuerza nacional y su
disolución en partidos provinciales, muy vinculados con los intereses
de los grupos capitalistas locales. En el caso de Córdoba, por ejemplo,
el planteo de Macri de eliminar las retenciones coincide con el capital
sojero que reclama esa medida, cuando cae el precio internacional de la
soja y la inflación consumió los ‘beneficios’ de la devaluación de
enero. En La Rioja, Massa hizo declaraciones críticas para el capital
minero, lo que chocaría con Cobos en Mendoza, que es quien encabeza la
campaña para modificar la ley que prohíbe la minería a cielo abierto. Lo
mismo ocurre en Catamarca, donde la UCR fue la aliada histórica del
monopolio Minera Alumbrera.
El “ala izquierda”, en crisis
En estas nuevas alianzas con Massa, la mayor crisis le ha quedado
planteada al ala izquierda del Unen, que aspiraba a conquistar
posiciones parlamentarias yendo como cuarto violín de los Binner, Cobos o
Sanz. Para rechazar el acuerdo con Macri, los Pino Solanas y Tumini se
aliaron con quienes ahora pactan con Massa. La deserción de los
candidatos que se avecina puede replantear, como hipótesis, el intento
de formar una nueva alianza centroizquierdista; o sea, una vuelta a
Proyecto Sur. De darse esta alternativa, tendríamos una variante
centroizquierdista protagonizada por fracasados políticos. Pese a ello
podría despertar el interés de un sector de la izquierda que ya en el
pasado estuvo dispuesta a ir con Pino Solanas, Stolbizer y hasta con
Binner, pero que puso como "límite" a la UCR.
La desintegración del Unen conduce a una ‘derechización’ de un
escenario electoral monopolizado por los Massa, Macri y Scioli. Para la
izquierda que lucha por una salida anticapitalista a la bancarrota
actual, este escenario de disolución política debe explotarse mediante
una acción política sistemática, que debe tener como estrategia la
fusión del movimiento obrero con la izquierda.
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