La baja de las retenciones petroleras
El gobierno ha reducido las retenciones a las exportaciones de petróleo
crudo y sus derivados, en el marco de una caída en los precios del
petróleo que ha superado el 25% en los últimos cuatro meses. Con la
nueva resolución, los exportadores dejarían de aportar al Estado 2
millones de dólares mensuales.
Sin embargo, los pulpos no sólo serán compensados por el fisco. Por la
caída de los precios internacionales, las naftas en la Argentina también
deberían bajar sus precios. Pero al caer las retenciones, las
petroleras podrán mantener sin alteraciones el valor al cual proveen
petróleo para la producción de nafta. La medida oficial, por lo tanto,
es una defensa a rajatablas de la dolarización de los combustibles. La
nafta súper está en casi un dólar y medio, y se anuncian más aumentos,
mientras que en Estados Unidos el precio es de 0,92 dólar por litro.
Al fundamentar la medida, el gobierno pretende "garantizar los niveles
actuales de rentabilidad del sector con el propósito de mantener las
pautas de inversión tendientes al logro del autoabastecimiento". Está
claro que se han bajado las retenciones pensando en Vaca Muerta y el
conjunto del paquete de negocios atado a la nueva ley de hidrocarburos.
De cara a esos proyectos, el tarifazo en los combustibles (sostenido por
la baja de las retenciones) demuestra que el verdadero "inversor" de
los proyectos futuros serán los trabajadores y consumidores. Por otra
parte, la baja de retenciones es una defensa estratégica del carácter
exportador de los nuevos proyectos, lo cual es antagónico al
autoabastecimiento.
La baja de las retenciones fue precedida por los avisos del propio
Galuccio, en el sentido de que la caída de los precios internacionales
estaba dejando "fuera de competencia" a Vaca Muerta. El gobierno K ha
respondido con nuevas prebendas a los pulpos. Es claro, entonces, que el
menú de concesiones a las petroleras no termina con la nueva ley de
hidrocarburos.
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