El cierre de Jorge Altamira
Compañeras, compañeros: En casi todos los picnic, por alguna u otra circunstancia me olvido de lo más importante, que dejo para el final, y como no quiero tropezar otra vez con la misma piedra, lo que normalmente se dice al final, lo voy a decir al comienzo: quiero expresar el reconocimiento enorme de todos los militantes del Partido Obrero, los que han venido al picnic, por los más de cien compañeros que hicieron posible, con un trabajo fenomenal, el desarrollo de esta fiesta obrera y socialista en los bosques de Palermo. No es la primera vez que los organizadores del picnic se empeñan enormemente; alguna vez, en el Parque Sarmiento han tenido que despejar una cantidad de obstáculos, malezas, problemas, que nos dejaba el gobierno de Macri; pero, en esta ocasión, la lluvia de ayer había provocado una situación bastante caótica en estos terrenos, y nuestros compañeros, al principio, antes de la lluvia, con el calor, y luego en la madrugada, hicieron realmente un esfuerzo descomunal de limpieza y ordenamiento. Entonces, el reconocimiento de todos nosotros por estos compañeros, porque la militancia es también el trabajo empecinado, testarudo, tenaz, de asegurar que una actividad tan importante como el Picnic de fin de año del Partido Obrero sea un éxito.
Tampoco quiero dejar para el final una nota de humor que,
probablemente, sea algo más que eso -uno nunca sabe. El día de ayer fue
un día soleado y la temperatura llegó a 31°C; sin embargo, cuando tuvo
que comenzar el acto peronista de la Plaza de Mayo se desató una lluvia
feroz, contradiciendo toda la tradición histórica del país. Luego de esa
lluvia feroz, la noche se fue despejando y el sol salió con todo este
domingo para el Partido Obrero y su picnic. En una palabra, somos todos
felices de asistir a un cambio del signo político de los días lindos.
Ahora deja de llover cuando los trotskistas hacemos un picnic y se lanza
un aguacero cuando el oficialismo quiere hacer el de él. Quiero
compartir este hecho ‘singular' con todos ustedes (aplausos).
Fischer y Bufano
Todos los picnic del Partido Obrero tienen alguna circunstancia que los
distingue: el de hoy está enmarcado en dos grandes aniversarios. Por un
lado, nuestro aniversario, cuando un muy pequeño grupo de compañeros
iniciaba una tarea política que hoy se manifiesta en el desarrollo del
Partido Obrero y en sus diputados, comisiones internas, delegados, y en
un ascenso general de la izquierda, o sea el 50° aniversario -digamos,
informal- del Partido Obrero. Pero, también, ayer se cumplió el 40°
aniversario del asesinato de dos queridos compañeros nuestros, que
fueron secuestrados y asesinados, no por la dictadura militar sino por
el gobierno peronista. Los compañeros Jorge Fischer y Miguel Angel
Bufano, delegados y activistas, miembros de la comisión interna de la
fábrica de pinturas Miluz.
Unos jóvenes compañeros del Partido Obrero han hecho un documental, que
va a difundirse a partir de marzo, referido a la actuación de estos
compañeros. No estamos conmemorando solamente un hecho luctuoso para la
clase obrera -el asesinato de dos grandes luchadores- estamos
conmemorando algo más profundo, porque estos dos compañeros
protagonizaron una lucha de la clase obrera que excedió, por su
trascendencia, las luchas del movimiento obrero en aquel momento y en
distintas etapas históricas. Ocurre que no se trata simplemente de un
grupo de compañeros que llegó a la comisión interna de una empresa
importante del Gran Buenos Aires; ni del empeño que pusieron en esa la
lucha, o la solidaridad y el cariño que desarrollaron entre sus
compañeros. Al comienzo eran minoría en la comisión interna, y a través
de un trabajo político, persuasivo, terminaron ganando a otros miembros
de la comisión interna que no pertenecían a nuestra corriente y llegaron
a tener una mayoría.
Pero estos compañeros protagonizaron una lucha que simboliza al Partido
Obrero históricamente, porque ellos enfrentaron en la fábrica uno de
los dilemas políticos que nunca nadie en la Argentina supo resolver, y
lo enfrentaron con una determinada comprensión de la situación y con una
determinada conciencia. Luego que la Juventud Peronista se fuera de la
Plaza de Mayo, el 1° de mayo de 1974, en repudio a los ataques que
realizaba Perón y en repudio a la política antiobrera de Perón; luego de
ese hecho, el gobierno procuró recuperar fuerzas y convocó para el 12
de junio de 1974 a un nuevo acto en Plaza de Mayo presidido por el
presidente Perón. ¿Cuál debía ser la actitud de delegados y miembros de
comisión interna clasistas, socialistas, ante una convocatoria de un
gobierno patronal y capitalista, pero hecha por el líder más popular de
la historia del país, en la que se reconocían millones de personas y
trabajadores, ante la convocatoria a un acto con paro parcial, apoyado
por la CGT de la época? Este dilema político, entre la posición de una
pequeña organización que se afirma en la clase obrera, por un lado, y
una convocatoria de una fuerza mayoritaria, que no es obrera pero que
tiene ascendiente entre los trabajadores, por el otro, nunca, nunca lo
resolvió nadie. La JP llamó a concurrir. En el Partido Obrero de la
época, con los compañeros Fischer y Bufano, resolvimos adoptar otra
posición, asumir nuestra responsabilidad y actuar en forma consecuente.
Podíamos haber esquivado el problema: como comisión interna de la
fábrica de la pintura, si no se trata de pintar ninguna pared y no se
trata de ningún convenio de la pintura, nos podíamos hacer los giles, y
el que quiere ir que vaya y el que no, que no vaya. Podíamos simplemente
callarnos, podíamos simplemente usar una frase cómoda: los compañeros
tienen libertad de elección, como si acaso, nosotros, los del Partido
Obrero, no les diéramos siempre la capacidad de elección a los
trabajadores y como si no supiéramos que los trabajadores van a elegir
por ellos mismos sin necesidad de que el Partido Obrero les dé libertad
de elección.
Nosotros decidimos asumir nuestra responsabilidad, y escribimos un
volante que es un atentado a la didáctica de los volantes -los volantes
tienen que ser breves y las frases tienen que ser cortas-, y este
volante era largo y las frases y los párrafos eran largos, para explicar
detenidamente que en la opinión de la mayoría de la comisión interna,
en las que estaban nuestros compañeros, el acto de Perón era un acto
patronal y no lo apoyábamos, y teníamos la posición de no ir.
Ese volante se colocó, primero, en la vitrina de la comisión interna y
luego se repartió en la fábrica, que tenía ocho secciones, donde se
hicieron asambleas, y en siete de ellas se votó no ir a Plaza de Mayo,
sólo una sola votó ir. Nosotros, pequeño grupo político, defendiendo
nuestras posiciones por escrito, en asamblea, debatiendo con los
compañeros, persuadimos a trabajadores, que seguramente habían votado a
la fórmula Perón-Perón en septiembre de 1973, los persuadimos a tener
una posición clasista, independiente de los partidos y gobiernos
patronales.
Ese día, nuestros compañeros habían sellado su muerte, porque seis
meses después iban a ser secuestrados por la Triple A y asesinados con
la complicidad de la policía de Villa Martelli, donde se encontraba la
fábrica Miluz. No es que no tomamos medidas para evitar ese hecho, las
tomamos y no es el tema a discutir ahora -lo van a ver en la película,
en el documental-, pero estos compañeros por los que conmemoramos el 40°
aniversario de su asesinato resumen la lucha de nuestro partido,
resumen una lucha que nos ha permitido ser lo que somos hoy: una fuerza
dirigente en la izquierda a la que escucha la totalidad de la población,
los obreros y los que no son obreros, los profesionales liberales, los
estudiantes, los profesores, las amas de casa. Pero sin Fischer y
Bufano, sin esa política, hoy no nos escucharía nadie o no tendríamos
nada importante o fundamental que decir en esta lucha. Fischer y Bufano,
como dirigentes obreros, no sólo se destacaron en su fábrica, la
organizaron, defendieron las conquistas, pelearon, hicieron huelgas,
sino que participaron de toda una corriente del movimiento obrero de la
época que, objetivamente, estaba buscando el desarrollo de un movimiento
obrero independiente y lo que nosotros llamamos ahora la unión del
movimiento obrero y de la izquierda.
En calidad de voceros de estas ideas participaron de los plenarios del
movimiento obrero de la época: Jorge Fischer participó del gran plenario
de Villa Constitución en solidaridad con los trabajadores clasistas de
las fábricas siderúrgicas de Villa Constitución -Acindar, Maraton y
otras más-, exponiendo en esas tribunas la línea en favor de que se
formaran coordinadoras obreras en todas las fábricas, coordinadoras
interfábricas en todas las regiones del país, con el objetivo de
desarrollar una base de poder de la clase obrera y darle una alternativa
de poder a los trabajadores, frente a la irreversible incapacidad del
gobierno peronista para hacer frente a la situación que habría de
culminar con el golpe militar de Videla. En ese terreno también se
delimitaron de otras corrientes importantes del movimiento obrero. ¿Qué
es lo que los distinguía? ¿Qué es lo que los diferenciaba? Que las otras
corrientes del movimiento obrero, incluso las que no eran peronistas,
decían "no se puede tocar a Perón", "no se puede tocar al peronismo",
"no podemos exponer abiertamente nuestros objetivos", "no podemos
desarrollar abiertamente nuestros métodos". Esa orientación
políticamente cobarde ante el liderazgo político de contenido patronal
más importante, más popular en este país; esa conducta llevó a la
derrota del movimiento obrero y al golpe videliano masacrador de la Esma
y de los campos de concentración.
Nuestros compañeros eran portadores de un futuro poderoso y lucharon
hasta sus últimas consecuencias para hacerlo realidad. Ustedes se
reconocen en los planteamientos de ellos, en la lucha que estaban
empeñados; claro, no estaban solos, eran los trabajadores militantes y
luchadores de nuestro Partido Obrero de la época en innumerables
fábricas. A Villa Constitución fuimos con delegados de un montón de
lugares, de numerosas provincias. Jorge Fischer fue el vocero en la
tribuna, sentado al lado de Agustín Tosco, René Salamanca, el mismo
Piccinini de Villa Constitución; fue el vocero de estas ideas, y nos
reconocemos en ellas, y vemos el resultado de ellas en la actualidad.
Esta es la importancia de que en el picnic de hoy conmemoremos estos
aniversarios porque nos están estableciendo el camino del futuro. A la
pregunta de por qué hemos llegado a esta situación de ascenso, tenemos
que decir que es porque hemos sido implacables en el empeño de separar a
la clase obrera de los partidos patronales, implacables en decirle a la
clase obrera que sin autonomía política no tiene futuro.
Los mismos, nuevos, desafíos
El Partido Obrero es el producto de la historia de los 50 años últimos
de la Argentina, y probablemente de más atrás, porque los últimos 50
años tienen su origen en un pasado que antecede a esos 50 años. Ahora
nos enfrentamos a nuevos desafíos, a nuevos desafíos plagados de
contradicciones, pero muy promisorios, porque todo en el país empuja a
nuevo ascenso de la izquierda: el descontento de amplias masas de
trabajadores; los jubilados, los trabajadores en negro, los
precarizados, los trabajadores, que para llegar a un salario digno
tienen que hacer horas extras -y ahora se las han cortado-; el
transporte para ir a trabajar; el crecimiento de la desocupación, los
despidos y las suspensiones; la burocracia sindical, que ni siquiera
entrega las luchas, simplemente ya las ignora, no le interesa de qué se
tratan. Ese descontento tiende a volcarse hacia las fuerzas que luchamos
contra esta nueva tentativa del Estado, de los capitalistas, de que los
trabajadores paguen la crisis del sistema capitalista. Hay un ajuste,
claramente, la inflación es mayor que los convenios colectivos de
trabajo, los convenios colectivos han desaparecido.
Este vuelco del pueblo se manifiesta en un hecho que hay que indicar,
pero que forma parte de una constelación de hechos. El gobierno de Macri
decidió que los proyectos de leyes en la Legislatura sean votados por
Internet. "Con esta propuesta, se dijo a sí mismo, aunque soy un
reaccionario y un conservador, voy a tener pinta de moderno y de
progresista". Se hizo la votación y el primer lugar lo ocupó el proyecto
de reducción de la jornada laboral de las enfermeras a seis horas, sin
tocar el salario, presentada por nuestro diputado Marcelo Ramal en la
Legislatura porteña (aplausos). Como ocurre en los concursos hubo que
volver a votar entre los más votados, y entre los más votados volvió a
ganar el proyecto de disminución de la jornada laboral a seis horas sin
tocar el salario para enfermería de Marcelo Ramal (aplausos).
Entonces, el descontento, las ansias de mejora, la aspiración de no
seguir siendo manoseados y oprimidos ¿hacia dónde viene? Viene hacia el
Partido Obrero, hacia sus diputados, hacia el Frente de Izquierda. No es
una ilusión de parte de nosotros; es un hecho que estamos verificando.
¡Y la burguesía también lo verifica! Por eso ha mandado un barrabrava de
Nueva Chicago a defender los negocios inmobiliarios en la zona sur y
atacar al mismo diputado, Marcelo Ramal, el autor del proyecto de ley de
enfermería, en forma brutal, con los métodos de la Triple A, que se
llevaron la vida de los compañeros Jorge Fischer y Miguel Angel Bufano, y
que hoy conmemoramos el 40° aniversario (aplausos).
Treinta años por este ascenso
Tenemos todo este horizonte por delante. Ahí está instalado ya un
frente político que nosotros encabezamos y cuya construcción hemos
buscado, no en 2011 sino desde hace mucho, porque ya en el ‘85 habíamos
inscripto un frente de izquierda y habíamos hecho un acto en el Luna
Park, que llenamos tanto como el 8 de noviembre pasado, pero que lo
llenamos,y hasta Fito Páez vino a tocar para apoyar el planteamiento del
Partido Obrero de un frente de izquierda como el que está
desarrollándose en la actualidad. Todos los que hoy están en nuestro
Frente de Izquierda, en aquel momento prefirieron romper ese frente y
hacer una alianza con el Partido Comunista, hacer un frente de
morondanga con los slogans que hoy levantan Binner y Pino Solanas, en
lugar de un frente de izquierda en 1985, pujante, cuyas fuerzas
potenciales estaban creciendo y que nos hubiera ahorrado tres décadas de
desarrollo político.
Un 2015 de la izquierda y los trabajadores
No es de hoy lo nuestro, nada del Partido Obrero es de hoy, nada. Es
lucha sistemática por objetivos, que se adapta con flexibilidad a las
diversas circunstancias políticas. Se abre este horizonte importante y
nosotros defendemos el movimiento general abierto por el desarrollo del
Frente de Izquierda, somos ajenos a cualquier política
autoproclamatoria. Nosotros queremos construir el canal por el que las
masas van a derrotar a la burguesía, y no la secta a la cual algunos van
a aplaudir por alguna circunstancia particular. Este camino es el de la
victoria. Es el camino de Marx, que ya en su primer Manifiesto señalaba
que lo importante era el movimiento general de la clase y que los
socialistas no reivindicaban ningún derecho particular en ese movimiento
de la clase, sino que contribuían a la comprensión del rol histórico de
ese movimiento para facilitar su victoria. Hemos hecho el acto más
grande de toda la izquierda argentina en los últimos 20 años, en el Luna
Park, el 8 de noviembre pasado, y no un acto sino un congreso
(aplausos). Un congreso de trabajadores que arrancó a las 11 de la
mañana y deliberó durante todo el día, y un congreso que en su acto
final atrajo a sectores de la población que no pertenecen a las filas
del movimiento obrero, lo cual revela que somos escuchados como única
alternativa popular, transformadora de este país, por numerosos sectores
sociales.
Hay otras oportunidades que tenemos que aprovechar,varias de ellas las
he mencionado en las campañas políticas. Hoy la leí en un diario, que
tiene las mismas conclusiones que nosotros: ya está establecido por
encuesta que el kirchnerismo con Scioli pierde el 30 por ciento de los
votos kirchneristas; ganará el de otros, pero el de los kirchneristas
este 30 por ciento lo pierde. El diario no dice a favor de quién. Yo les
aseguro que sabemos muy bien a favor de quién va a ser el 30 por ciento
de los votos populares que pierde el kirchnerismo como consecuencia de
su marcha con Scioli (aplausos). Otro que va a perder votos va a ser
Unen, que está discutiendo en Mendoza una alianza con Macri y también en
Córdoba. ¿Qué va a hacer ante esto el electorado progresista? El
progresismo que quiere mejorar los ingresos sin tocar al capitalismo,
ampliar los derechos políticos sin tocar al capitalismo, ampliar los
derechos sociales sin tocar al capitalismo; ese progresismo, ¿va a
obtener esa ampliación de derechos, esa igualdad y mejora en los
ingresos en una alianza con Macri? No, solamente lo va a lograr con
aquellos que queremos ampliar los derechos y los ingresos, pero
modificando, cambiando el régimen capitalista. Ese electorado va a tener
que venir con nosotros. "Va a venir" es una expresión no del todo
correcta de mi parte, tenemos que luchar para que vengan, porque las
posibilidades de que vengan unos y otros están y tenemos que luchar para
que eso ocurra. Para eso tenemos que tener una campaña electoral
centrada en la lucha contra nuestros adversarios patronales, y no
dispersarnos en ninguna clase de escaramuzas y faccionalismo que
debiliten nuestra lucha contra los adversarios patronales (aplausos).
Esta es nuestra conclusión al finalizar el año. Ahora arrancamos con
una elección el 22 de febrero en la capital de Mendoza, luego en abril
en Salta, en mayo en Chaco, en Córdoba, peleas tras peleas.
Tenemos que enfrentarlos, tenemos que ser creativos. Yo voy a hacer una
propuesta para que se discuta entre todos. La propuesta es que hagamos
congresos locales para organizar la campaña electoral, habilitando la
participación en esos congresos locales de todas las personas que se
acercan al Partido Obrero, no solamente de los militantes del Partido
Obrero, sino establecer un régimen para que puedan participar delegados
de personas que se están acercando al partido, que participen en la
elaboración de nuestra táctica electoral, en la Ciudad de Buenos Aires,
en Salta, en Santa Fe, que hagamos asambleas. Los compañeros de Rosario,
del cordón industrial de San Lorenzo, de la capital de la provincia de
Santa Fe ya han tomado decisiones en esta dirección. Esto quiere decir
organizar una gran deliberación política, ganar los votos no por medio
de la televisión sino hombre a hombre y de la boca al oído,
conociéndonos, haciéndonos presentes en todas las actividades sociales,
culturales, educativas, artísticas.
Tenemos un gran rumbo para el año 2015, pero no es un rumbo que hay que
simplemente transitar, hay que luchar para abrirlo, hay que hacerlo con
conciencia. Brindo por las victorias que nos promete 2015 ¡viva el
picnic del Partido Obrero!, ¡viva la clase obrera!, ¡viva el Partido
Obrero!, ¡viva el Frente de Izquierda y de los Trabajadores!
Gracias, compañeros.
Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1345/politicas/despues-del-luna-un-gran-picnic-obrero-y-socialista
Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1345/politicas/despues-del-luna-un-gran-picnic-obrero-y-socialista
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