Extendamos la lucha por todos los reclamos
Bastó el anuncio de otro paro de transporte para empujar al gobierno a
un recule: no habrá impuesto al salario sobre el medio aguinaldo. Las
teorías sobre el carácter “inamovible” y hasta "solidario" de este
impuesto confiscatorio se vinieron abajo. La presión obrera ya se había
expresado en el fuerte paro de colectivos, trenes y subtes de la semana
pasada.
¿Qué duda cabe, sin embargo, de que el grueso de las reivindicaciones
están pendientes? El propio impuesto a las “ganancias”, que se lleva
hasta dos salarios por año, sigue en pie. Ni qué decir de los salarios
devorados por la carestía, al igual que las jubilaciones. Por eso,
siguen en pie las demandas por un bono de fin de año y los reclamos
navideños de las organizaciones de desocupados.
La echada de lastre debería servir para una lucha por todos estos
reclamos. Y, principalmente, por el que los sintetiza a todos: la
reapertura de las paritarias. Pero la burocracia sindical, que convoca a
parar con objetivos limitados, se servirá del recule oficial para meter
violín en bolsa.
Apoyemos y extendamos todas las luchas en curso, contra la confiscación
cotidiana del salario y las jubilaciones, por el derecho al trabajo.
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