Las elecciones en la UBA dejaron planteado un nuevo escenario en la
Fuba. El frente de agrupaciones de izquierda que dirige la federación
(UJS, Mella, La Corriente, Izquierda Socialista, Cauce) suma, en
distintas coaliciones, la conducción de ocho de los trece centros de
estudiantes -una mayoría en la Junta Representativa-. Sin embargo, en
términos de delegados al Congreso que vota la presidencia de la
Federación y reparte las secretarías de la Junta Ejecutiva, la situación
es mucho más pareja. Esto se debe en gran medida al predominio que las
agrupaciones cercanas al llamado "Nuevo Espacio" de Económicas (ex
Franja Morada) han demostrado en las facultades más numerosas
(Económicas, Derecho y Medicina). La Cámpora y las agrupaciones K
representan un tercer bloque, más pequeño.
Las agrupaciones ligadas al rector Barbieri y a su vice de la Side,
Darío Richarte, tuvieron el apoyo del aparato universitario y de las
corporaciones económicas. Es el caso de Medicina, donde contaron con las
autoridades ligadas al PJ, y a los negocios de la salud y al
vaciamiento del Pami. Lo mismo ocurrió en Veterinarias, aunque aquí el
Evet-UJS logró defender el centro. En Arquitectura, en cambio, las
diferentes facciones del PJ y la UCR se presentaron divididas y
retrocedieron varios casilleros. El PRO jugó un papel de relevo y se
llevó buena parte del electorado.
Para tener posibilidades en el Congreso de la Fuba, el bloque del
Rectorado necesita cerrar, en una lista, a un conglomerado de fuerzas
heterogéneo. Desde los desprendimientos de Franja Morada comandados por
Emiliano Yacobitti, a los kirchneristas de la UES que militan la
candidatura del Agustín Rossi en el FpV, pasando por el PRO, el PJ
massista, el PS de Binner y los "guevaristas" de Libres del Sur. Este
bloque ya se reunió en la oscuridad para boicotear congresos, pero hasta
el momento nunca pudo presentar una lista común. La función de este
bloque derechista sería vaciar de contenido político a la federación,
para transmutar las organizaciones estudiantiles en algo parecido a las
ONG. Sería una tentativa de transformar al movimiento estudiantil en una
clientela amorfa, dispuesta a consumir cursos y posgrados, mientras los
planes de ajuste avanzan sobre la universidad y el país.
Desde el punto de vista de la situación política en su conjunto, un
paso al frente del improbable bloque de la derecha, estaría reflejando
la delantera política que conservan los Scioli, Massa y Macri respecto a
la sucesión de los K. Pero todos sabemos que es una delantera con
contradicciones y limitaciones, cuyo desenlace podría abrir un campo
para la izquierda todavía más ancho que el que ha conquistado.
Por la continuidad de una Fuba combativa junto a los trabajadores
El movimiento estudiantil atraviesa por un reflujo relativo. La
intervención de los K fue eficiente para reconstruir el régimen de las
viejas camarillas universitarias y cooptar a los sectores más
oportunistas. La confrontación política con esta experiencia abrió un
rumbo para el ascenso de la izquierda. La Cámpora fue lanzada en 2010,
cuando los colegios y facultades estaban ocupados, con el objetivo de
contener la "tendencia Fuba". Ahora, los planes privatistas contra la
universidad -que fueron anunciados por Barbieri en México, junto al rey
de España y el mismísimo Peña Nieto- implican un nuevo desafío en
sintonía con el giro político que presenta 2015.
Es necesario comenzar la preparación política del próximo Congreso de
la Federación desde ahora. Corresponde clarificar el contenido de la
disputa en curso y hacerlo por medio de un programa y una confrontación
ideológica. La UJS va a discutir ese programa en los cursos de la
juventud, en el verano, y en conferencias y congresos. Es necesario
vincular la lucha por una Fuba independiente y unida a los trabajadores,
con la lucha política general del Frente de Izquierda contra las
alternativas políticas patronales. Solamente a partir de esta base se
pueden encarar los compromisos que se hagan necesarios para ganar el
próximo Congreso de la Federación.
El movimiento estudiantil y la universidad refractan, con distintas
variantes, la evolución de la situación política general, la crisis del
régimen político y la disposición de las masas. Explotaremos en forma
consecuente las posibilidades que ofrece el contexto de conjunto de la
crisis nacional y del capitalismo mundial.
Julián Asiner
Presidente de la FUBA
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