Macri busca una victoria en la elección adelantada de la Ciudad para
reforzar sus chances en la elección presidencial; una elección
unificada, por el arrastre de los votos nacionales lo podría desplazar
del único distrito que controla. El macrismo carece de un desarrollo
nacional propio, por eso recurre a alianzas distritales o figurones.
Entre locales y nacionales, más sus respectivas segundas vueltas podría
haber seis elecciones hasta octubre.
El PRO, que tiene su propia lucha de camarillas, quiere sortear sus
contradicciones y hasta explotarlas a su favor. En una elección
unificada no podría atacar a Unen; en una elección local, Unen no podría
exhibir sus diferencias con Macri cuando busca una lista unificada con
el PRO en la nacional. El interbloque legislativo del Unen está
semidisuelto y se ‘turna' para asegurarle mayoría a las principales
leyes del macrismo.
Por el lado del kirchnerismo, se debate a quién le tocará esta vez
hacer "la gran Filmus". Los K tienen pactos con la gestión macrista,
desde la transferencia del subte hasta las cesiones de tierras públicas,
pasando por el rescate del jefe de Gobierno en el escándalo de "Fino"
Palacios y su red de espionaje. Los progresistas -sean de Unen o el
kirchnerismo- aportaron al PRO una suerte de cogobierno legislativo,
asegurando las confiscaciones impositivas o diversos negocios
inmobiliarios. Proyecto Sur, la "promesa" del 2011, acaba de votar la
privatización de tierras en Soldati-Lugano.
La burocracia sindical colabora con el macrismo, desde los "elefantes
blancos" del sindicato municipal hasta los yaskistas del subte o de UTE.
Queda en pie una posible candidatura de Jorge Taiana, anotado para la
interna nacional con Scioli; las encuestas no le dan, hasta ahora, más
de un 12/15% de intención de voto, que serían restados al candidato
oficial de los K.
En lo que refiere a su propia gestión, el PRO sólo puede exhibir un
conjunto de obras cosméticas, que tienen como contrapartida un fuerte
endeudamiento en divisas. Mientras tanto, las obras para las inundaciones están pendientes -ni qué decir de un sistema educativo
falto de vacantes y de escuelas, de la crisis habitacional galopante y
de un hospital público que funciona sobre la sobreexplotación de
enfermeras y médicos. La tentativa de patear los vencimientos del año
que viene, votada por la Legislatura, podría correr el mismo destino del
frustrado canje de Kicillof.
La izquierda
En el distrito hay una miríada de grupos de izquierda, pero el Frente
de Izquierda ha emergido como un polo de proyección nacional. En este
año de trabajo en la Legislatura, hemos reforzado esa fisonomía de polo
político en referencia a grandes sectores de trabajadores. Algunos de
los grupos de la izquierda cifran sus expectativas en que Taiana baje su
postulación, pero no advierten que esos votos podrían venir a nuestro
Frente. El Frente de Izquierda debe hacer una gran campaña política,
desde ahora y luego en las Paso, para minimizar la dispersión de votos
de los grupos testimoniales.
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