Acuerdos entre China y Argentina
Los acuerdos coloniales con China han planteado una división aguda en
las filas de la burguesía, de la oposición política y del propio
gobierno. Ignacio de Mendiguren -dirigente de la UIA y del Frente Renovador (Massa)- salió a atacar los acuerdos en términos violentos,
por dejar "en manos de capitales extranjeros los destinos de la
inversión". Adimra, la cámara metalúrgica más poderosa del país, afín al
gobierno, reclamó tratar la "letra chica" de los convenios por los
efectos que podrían tener sobre "el empleo y la producción" (BAE,
6/1º/14). La Uocra hizo lo propio, en nombre de la "patria" empresarial
de la obra pública.
Esta oposición no es, sin embargo, unánime ni homogénea aún dentro de
las propias estructuras políticas. Mendiguren es hombre de Techint, que
utilizó el XIII Seminario Pro Pyme (diciembre 2014) para advertir, en
boca del CEO del holding, que “China es una amenaza seria para la
agregación de valor industrial y la cultura en toda la región” -China
multiplicó por seis sus exportaciones de acero a América Latina en la
década, a expensas, básicamente, de Techint. Aunque atacó el acuerdo, el
frente que Mendiguren integra apoyó en agosto pasado la ley de garantía
de los depósitos de bancos extranjeros en el Banco Central -el cual ata
el uso del yuan a las compras a China y es el precedente de los
convenios actuales. Por otra parte, Pereyra (hombre de Massa y segundo
de la CGT Moyano) dio el quórum que posibilitó el tratamiento de los
acuerdos en el Senado. Aunque el PRO se opuso, fue sólo un gesto para la
tribuna desde el momento que Macri saludó los pactos del gobierno K con
China.
De qué se trata
A cambio de ofrecer financiación en negocios energéticos, mineros,
industriales, agropecuarios, Argentina ha ofrecido, entre otros
beneficios, la importación de insumos sin arancel y la adjudicación
directa a proveedores de China en obras de infraestructura. Para estos
proyectos, podrá emplearse mano de obra china en condiciones de
"igualdad laboral".
Estas concesiones se extienden a centros de investigación y desarrollo,
cuya primera expresión es la estación de exploración lunar en Neuquén,
con una cesión de soberanía territorial por cincuenta años y operada en
exclusividad por China.
Además, la inversión viene atada a cláusulas que impiden la
producción de repuestos y obras de mantenimiento -lo que llega hasta la
provisión de durmientes, con precios entre un 30 y 35% superiores a los
que costaría fabricarlos aquí. China se ha asegurado la reconstrucción
del Belgrano Cargas en estas condiciones y en perjuicio, por ejemplo, de
Emfer.
A todo esto, ¿los acuerdos con China forman parte de un planteo
alternativo a la alianza con los yanquis, planteada en el (otro) acuerdo
colonial con Chevron?
En el debate en el Senado, Pichetto reivindicó aquel pacto de sumisión.
El acuerdo con China, impuesto en la emergencia dictada por la
bancarrota económica y la crisis de deuda, anticipa los acuerdos
leoninos que impulsan Scioli, Macri o Massa, como contrapartida de la
normalización con el capital financiero.
Desfile en Beijing
Ecuador, Venezuela, Costa Rica desfilan en Beijing para firmar acuerdos
tan o más leoninos que los suscriptos por CFK, por las mismas razones
que Argentina. Es el fracaso y la descomposición de los gobiernos
"nacionales y populares", los cuales han aceptado someterse a una
especulación financiera sin precedentes y han presentado como
"reconstrucción de la burguesía nacional" el amamantamiento de una capa
de parásitos sostenidos por el Estado, lo que lleva al peregrinaje
colonial a China.
No hay comentarios:
Publicar un comentario