En el Plenario de Comisiones que trató el proyecto de la nueva Ley de
Inteligencia, Zannini y el Secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli,
defendieron la posición del Gobierno. Zannini, en su informe inicial,
dijo que el Gobierno actuó en respuesta a la impunidad de la Amia y a la
“frustración de que la Justicia no haya podido aclarar en 21 años este
atentado”. En suma, intentó endilgarle el fardo a la camarilla judicial.
Nuestra banca del Frente de Izquierda desnudó las responsabilidades de
todos estos sectores, del Gobierno, la oposición y la Justicia en la
profunda trama de encubrimientos que hubo en estos más de 30 años de
democracia, no sólo en los atentados de la Embajada y la Amia, ocultando
pruebas y desviando la investigación, sino “en otros crímenes como los
de Kosteki y Santillán, los crímenes del 20 de diciembre y las coimas
del Senado por parte de la Alianza”. Pitrola le contestó a Zannini
señalando que su discurso en defensa de esta Ley sólo intentaba “eludir
la responsabilidad del gobierno en esta crisis”. El sector opositor, que
hace unos días firmó el “Consenso Ciudadano”, se volvió a dividir y
Lilita Carrió, esta vez sin sus aliados del PRO, participó del debate.
También lo hizo Compromiso Federal y Unión Popular, con Lozano. Carrió y
su bloque de diputados (Sánchez y Javkin) se movieron entre denuncias
virulentas y pedidos de tiempos para proponer reformas a la ley.
Pidieron, por caso, la separación entre la investigación judicial y la
inteligencia, un planteo similar al que propugna el kirchnerista
Verbitsky para la nueva ‘agencia federal’. La oposición derechista
rechaza un reordenamiento de los “servicios” bajo la batuta de la
camarilla kirchnerista (sólo por eso denuncia a Milani). Pero carece de
cualquier planteo en relación a la crisis del “estado de servicios”,
lo que exigiría reclamar la apertura de los archivos de la ex Side y
una interpelación pública en el Congreso. Los opositores insistieron
también en la tesis de que el Memorándum con Irán constituyó un giro en
la política del kirchnerismo. Zannini retrucó diciendo que jamás se
apartaron de la pista iraní. Pitrola señaló que, efectivamente, el
gobierno no se había apartado nunca de la égida del Departamento de
Estado norteamericano, incluso en oportunidad del Memorándum de la Amia,
que fue aceptado por Obama aunque no por el gobierno israelí. Como ya
expusimos en varias oportunidades, nuestro bloque volvió a remarcar la
diferencia con el planteo de derogación del Memorándum que levanta la
oposición, toda vez que constituye una vía muerta y un planteo
distraccionista respecto de la actual crisis de Estado.
Nuestro bloque desnudó el propósito de la nueva ley, que es el
autoencubrimiento de las responsabilidades de gobierno. Polemizamos
también con la teoría de una supuesta “autonomía de los servicios” y la
pretensión de salvar la continuidad de la estructura de inteligencia,
hoy en crisis, para colocarla bajo la batuta del represor Milani.
Parrilli señaló que “no iba a permitir que el Jefe del Ejército viole
la Ley”. La refutación de este planteo pueden darla los familiares del
ex soldado desaparecido, Alberto Ledo, quienes están siendo perseguidos
con pinchaduras de teléfonos y vigilancia sobre sus mails. “Milani
-señaló Pitrola- es el nuevo Stiusso de Argentina”.
Nuestra intervención cerró llamando a movilizarse masivamente el 24 de
Marzo por la apertura integral de los archivos de inteligencia, por la
destitución de Milani y la derogación de la ley antiterrorista.
Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1351/politicas/la-ley-milani-el-debate-en-el-congreso
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