Miguel del Pla, es el referente del Partido Obrero en Santa Cruz, docente y férreo militante de la izquierda que siempre estuvo (y está) al frente de todas las manifestaciones y marchas de los trabajadores.
Se puede o no estar de acuerdo con su ideología, pero lo que no se puede negar es su discurso coherente y una persistencia en lo que hace, dice y cree. Ha sido y es un fuerte crítico del kirchnerismo, pero como habitante de Río Gallegos en los años en que el matrimonio Kirchner despuntaba a la política, allí por mediados de los 80, se ha constituido en testigo privilegiado del poco apego que el primer matrimonio patagónico en llegar a la presidencia de la nación, sentía entonces por la reivindicación de los derechos humanos.
“Néstor Kirchner nunca atendió a Hebbe (Bonafini) las tres veces que vino a Río Gallegos. Antes de ser gobernador ni después, siéndolo”, le dijo a OPI Miguel del Plá, refiriéndose a la actividad a favor de los derechos humanos que desplegó Kirchner y su esposa, cuando vivieron en Santa Cruz.
“Recuerdo en que en el `85, Néstor todavía no era gobernador, pero tenía su agrupación política y comenzaba el Ateneo Peronista, Hebbe vino por primera vez a Río Gallegos a un acto, donde dio una conferencia en el marco de la recordación de los desaparecidos en la dictadura y ni Kirchner ni alguno de su agrupación política se acercó a nosotros, al punto era la poca atención que le daban a Hebbe, que tuvo que dormir en mi casa, porque nadie se ocupó de hacerle honor a su llegada y mucho menos; en ese entonces, el que gobernaba era Arturo Puricelli”, señaló del Plá.
Después de esa llegada a esta capital, Hebbe de Bonafini estuvo dos veces más en Gallegos; eso fue en 1992 y 1993, cuando ya Kirchner era gobernador de la provincia. Todos recuerdan en Santa Cruz que el grupo más comprometido con los derechos humanos lo encabezaba (como hasta hoy) la profesora Milagros Pierini, Ana Redona y el propio Del Plá.
Todos ellos comenzaron a participar en 1984 en lo que comenzó como la filial local de la Asamblea Nacional por los DDHH, donde se nucleaban sectores de distintas extracciones sociales y políticas como integrantes del Radicalismo, del PC, los hermanos Arizmendi, Rita, Rafael Flores, junto a Pierini, Redona y del Plá “Era un espacio de debate político y a pesar de las diferencias que teníamos, se abordaban cuestiones realmente enriquecedoras, todas en el marco de los derechos humanos que en ese momento era una movida muy fuerte y se traía gente como Fito Páez, Víctor Heredia, que yo recuerde. Después se trató de darle una impronta más localista y se pasó a llamar Asamblea por los Derechos Humanos, pero se le sacó lo de “nacional”, señaló Miguel y remató “bueno, a ese espacio no recuerdo haber visto que concurriera ni Kirchner, ni Cristina, ni alguno de su movimiento político en Río Gallegos”.
El dirigente del PO hizo memoria, ya sobre la época en que Kirchner gobernaba Santa Cruz y recordó“Hebbe (de Bonaffini) vino dos veces más, en el `92 y `93, en esta última con Shocklender y Kirchner no le dio bola”, dijo textualmente Del PLá.
A su vez, la propia profesora Milagros Pierini, recuerda que la Asamblea a la cual presidía, todos los años quería realizar los actos para recordar a los desaparecidos de la Dictadura u organizaba debates y reuniones, en el marco de la conmemoración de los derechos humanos y el entonces gobernador Néstor Kirchner “nunca les facilitó uno de los tantos gimnasios de las escuelas, para realizar los eventos” e inclusive en alguna oportunidad Redona y Pierini recordaron que ni siquiera les contestaban las notas elevadas por Secretaría solicitando un lugar para reunirse.
Llamativamente, a partir del año 2003 que Néstor Kirchner llegó a la presidencia, los derechos humanos fueron la llave para congraciarse con la sociedad y trascender internacionalmente como el primer gobierno argentino, en darle un espacio fundamental en la vida política del país. Algunos, aún hoy, no se explican, dónde se generó el cambio o qué cambió en la visión de Néstor Kirchner, para cambiar tan radicalmente su postura ante un hecho que pasó de ser ignorado en Santa Cruz, a ser una bandera del FPV en la nación. (Agencia OPI Santa Cruz)
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