Reclamamos la inmediata interpelación de los responsables políticos Edición Impresa #1354 | Por Facundo Lahitte
Las pericias por el desastre de Iron Mountain, donde murieron una
decena de bomberos, determinaron que el incendio fue intencional. La
investigación sacó a la luz que no funcionaron los aspersores
anti-incendio y que no había presión de agua porque sus depósitos
estaban casi vacíos. Decenas de miles de cajas con documentos de unas
600 empresas ardieron en el siniestro. Ventinueve de esas empresas
estaban siendo investigadas por delitos económicos y lavado de dinero.
Algunos de los involucrados son grandes bancos, como el HSBC, BNP
Paribás o el JP Morgan. Estas revelaciones han levantado la sospecha de
que el incendio fue acordado intencionalmente entre Iron Mountain y sus
grandes clientes para obstaculizar la investigación. Justamente, el HSBC
se excusó de entregar información en tres allanamientos realizados en
el marco de la megacausa de lavado de dinero a través de cuentas suizas,
con el argumento de que la información estaba archivada en el depósito
incendiado. Esta empresa, además, tiene un largo historial de siniestros
intencionales en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra e Italia, donde
también destruyeron documentos cruciales.
Pero no es sólo esto: hay un hilo conductor entre el HSBC, Iron
Mountain y el Gobierno porteño. El ministro de Desarrollo Económico,
Francisco Cabrera, fue directivo del HSBC y en 2009 entregó un premio a
la firma Iron Mountain, que también guardaba documentación de la empresa
Sideco Americana, del Grupo Macri. El premio sirvió de lavado de cara
para una empresa que ya había registrado un anterior incendio, en otra
sede de la empresa en Parque Patricios. Iron Mountain además fue
beneficiada por el macrismo por radicarse en el llamado "Polo
Tecnológico" del sur. Así, goza de un régimen de facilidades y
exenciones impositivas, a pesar de que sólo maneja un depósito. Un
inspector de la Ciudad y delegado de ATE, Edgardo Castro, ha denunciado
que inspectores de seguridad e higiene intentaron clausurar el predio en
2008, lo que fue abortado "desde arriba" por el gobierno PRO. Hoy esos
inspectores sufren una persecución en su lugar de trabajo y amenazas. En
el caso de Castro, sólo sus fueros han impedido que sea despedido.
Marcelo Ramal ha reclamado la interpelación inmediata de Cabrera, para
que responda sobre estas denuncias en una sesión de la Legislatura.
Iron Mountain es el Cromañón de Macri. Exigimos conocer la verdad y
justicia para las víctimas de la corrupción, mafias y encubrimiento de
la delincuencia de las grandes corporaciones capitalistas.
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