Edición Impresa #1353 | Por Christian Rath
Con los gobiernos K- en la supuesta década ganada-, el Estado pagó los
sueldos, las compras, las reparaciones y las inversiones en materia
ferroviaria, además del canon a las concesionarias por su “gestión”.
La alianza entre gobierno, concesionarios y burocracia fue la base de
sustento de todo este sistema parasitario y fraudulento, incluido el
fabuloso negocio de los trabajadores sometidos a la tercerización, con
salarios al 50% del convenio.
Cualquiera puede darse cuenta, que declararse satisfecho por “no pagar
indemnización” a los concesionarios es un acto de encubrimiento y
complicidad.
El gobierno rescindió la operación privada en las líneas Roca, Mitre,
San Martín y Belgrano Sur. Corredores Ferroviarios (Roggio) cederá el
Mitre y el San Martín, mientras Argentren (Emepa, grupo Romero)
entregará el Roca y el Belgrano Sur.
Pero los privados seguirán operando el Urquiza (Roggio) y el Belgrano
Norte (Emepa) y la Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse) que se hace
cargo de la administración del Estado está facultada por ley para
concesionar y activar tercerizaciones sin límite. Absolutamente
toda la línea gerencial, que responde a esta patria contratista y, en
su medida, a la burocracia sindical, sigue dirigiendo el ferrocarril.
¿Y los talleres ferroviarios? “El proyecto de ley no incluiría a los
talleres ferroviarios, aún cuando algunos de ellos pertenecen a las
empresas privadas” (Ambito, 2/3/05). Si se sigue la línea de los
acuerdos con China, el país proveedor de trenes se hará cargo del
mantenimiento.
El gran negocio
Las tragedias en los andenes y pasos a nivel dejo fuera de foco a los
trenes de carga, la crema del negocio, hoy en manos de empresas
eminentes de la burguesía “nacional” y otros en disputa.
Este es el centro de la pelea por el negocio, porque entraña no sólo el
destino de los trenes de carga que siguen en manos privadas
-Ferrocentral, de Aceitera General Deheza y Emepa; Ferroexpreso
Pampeano, de Techint y Ferrosur, de Loma Negra (Camargo Correa)- sino al
Belgrano Cargas, la gran vía de traslado de soja y minerales que une
Salta con Puerto Timbúes (Santa Fe). Incluye además al Mesopotámico, una
puerta al Mercosur hoy en manos del Estado, luego de la rescisión a la
brasileña ALL.
En febrero, en su viaje a China, CFK ratificó un acuerdo con la empresa
china CMEC para adquirir equipamientos y vagones, y renovar las vías
para el FC Belgrano. Aunque el acuerdo esta sometido a un fuerte debate
por las cotizaciones de los chinos, la perspectiva es que se queden con
el negocio.
Qué salida
La oposición política ha quedado enmudecida, porque sólo puede ofrecer el aumento de tarifas y el endeudamiento internacional.
La salida es la nacionalización integral del ferrocarril bajo control
de los trabajadores, lo que sólo tiene sentido y viabilidad como parte
de una reorganización social integral, que recupere las rentas agrarias,
mineras y los grandes beneficios bancarios e industriales.
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