Edición
Impresa #1363
| Por Jacyn
Ls cruces por el estado de salud del centenario juez Carlos Fayt
constituyen un nuevo capítulo en la disputa por el control del Poder
Judicial.
Los cuestionamientos a Fayt surgen con fuerza tras el fracaso en el
Senado del pliego del ignoto candidato oficial a la Corte, Roberto
Carlés, de la re-reelección de Ricardo Lorenzetti como presidente del
máximo tribunal y del rechazo definitivo de la Corte a la lista de
conjueces que el oficialismo había hecho aprobar en el Congreso.
La ley actual establece en cinco miembros la composición de la Corte
Suprema. Actualmente, tras el alejamiento de Eugenio Zaffaroni, la
componen cuatro jueces. La movida del gobierno apunta a forzar una nueva
vacancia y obligar a la oposición a negociar la designación de dos
nuevos miembros, para lo cual es necesario reunir una mayoría especial
de dos tercios en el Senado. El plan A de la camarilla K es lograr el
alejamiento de Fayt y ha presentado pedidos de juicio político contra él
en la Cámara de Diputados. La alternativa de intentar ampliar la
cantidad de integrantes de la Corte, ( lo cual seria una verdadera mierda y demostraria que este gobierno termina muchisimo peor que el de su aliado Menem buscando una nueva corte de los milagros que falle siempre a favor del poder ejecutivo cagandose en todo como Hizo el menemismo ) para la cual basta una ley aprobada
por mayoría simple, habría sido descartada por el momento, ya que no
resuelve el punto de la negociación con la oposición para la designación
de los nuevos jueces.
Yo tengo dudas de que el gobierno busque negociar porque a Cristina no le gusta negociar nada , jamas negocia ni siquiera una coma en las leyes y menos negociar con la gente que ella considera inferiores a su rango monarquico o ella impone su deseo o prefiere dinamitar y descalificar a los otros por el bloqueo aprovechando a descalificar a cualquier oposicion , en este momento le sirve al gobierno descalificar a los jueces para congelar y que no salgan mas sentencias , por otro lado los jueces de la Corte y tambien desde el propio gobierno saben que hasta el 10/12 o al menos despues de las elecciones de octubre es dficil que pase algo distinto que inaccion total y bloqueo y menos con un gobierno que s eesta yendo en pocos meses y ya seria mas parte del pasado que del presente. Sobre todo porque si hubiera querido negociar la vacante que dejo el cuasirufian prostibulario , hubiera propuesto alguien afin al PJ para sumar y llegara los 2/3 , siempre pense que en ese caso lo hubiera propuesto a Arslanian y se ganaba el voto del PJ federal y la UCR pero prefirio postular a Carles sabiendo que ese no sumaba nada en la oposicion
Sin dudas, la camarilla nac&pop pretende "blindar" su salida del
poder frente a las causas judiciales que la agobian. Especialmente, las
que rodean a CFK y a su círculo íntimo por el lavado de dinero a través
de sus hoteles en Calafate. La declaración de la Corte de "cosa juzgada
fraudulenta" en el caso del sobreseimiento del ex juez Galeano por su
rol en el encubrimiento del atentado a la Amia encendieron las alertas.
Al gobierno lo atormenta la posibilidad de que Bonadio u otros jueces
apelen a esa figura para reabrir causas por enriquecimiento ilícito
contra la Presidenta en las que había sido sobreseída sin mucho trámite
por el juez Oyarbide.
La Corte renovada
La renovación de la Corte Suprema durante el primer gobierno de Néstor
Kirchner fue saludada y apoyada por todos los bloques políticos
patronales. El fallo supremo que avaló la pesificación de los ahorros,
convalidando una gigantesca confiscación a favor de los banqueros,
alcanzó para que la burguesía exaltara a la nueva Corte Suprema como
baluarte de la República.
Con la declinación política del gobierno, la Corte asumió un rol de
arbitraje excepcional. Entre otros, se destacaron sus fallos a favor de
Chevron frente a las demandas por contaminación para llevar
"tranquilidad a los inversores" en la explotación de Vaca Muerta y la
convalidación de la ley de Medios conjuntamente con la ampliación de los
plazos para la "desinversión" de Clarín, forzando un entendimiento
entre el gobierno y la "corporación".
La Corte Suprema emerge como árbitro en el marco de una crisis política
excepcional, que lleva un largo tiempo de desarrollo y que se
caracteriza por la disgregación de los bloques políticos de la burguesía
y los cambios de frente precipitados por la bancarrota económica.
Ese rol reservado para la Corte por la Constitución Nacional retrata la
incompatibilidad del actual régimen político con un funcionamiento
democrático. El "control de constitucionalidad" está en manos de un
cuerpo vitalicio al margen de cualquier control popular y colocado por
encima del parlamento. Los tironeos entre oficialistas y opositores en
torno al decrépito juez Fayt -que como "prueba de vida" dio una
entrevista de tres minutos a una radio- abrevan en esta pelea de
camarillas y conspiraciones cruzadas por el control del poder Judicial,
consagrado como garante de última instancia de los intereses generales
de la clase capitalista.
La Corte Suprema argentina no tiene ninguna "tradición republicana"
para reivindicar, desde que proclamó la legalidad del golpe que derrocó a
Hipólito Yrigoyen en 1930 a esta parte, reconociendo la "continuidad
jurídica" del Estado entre dictaduras militares y gobiernos
constitucionales.
El único bloque político que plantea la elección y revocatoria de
jueces y fiscales en todos los estamentos, incluida la Corte Suprema,
por el voto popular es el Frente de Izquierda.
Fuente: http://www.po.org.ar/noticia/menean-a-fayt
jueves, 14 de mayo de 2015
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