Edición Impresa #1365 | Por Marcelo Ramal
La decisión de Macri de rescindir el convenio por el cual la Lotería Nacional regulaba el negocio del juego en la Ciudad ha sido presentada como una "puesta en caja" a Cristóbal López, quien regentea los casinos y tragamonedas del distrito. Según algunos, Macri habría escuchado los reclamos de Michetti ‘contra el juego’, obrando en consecuencia. En realidad, la decisión del gobierno PRO sólo corre del medio al gobierno nacional. Pero no toca los intereses de Cristóbal López ni sus millonarias concesiones. La expansión de los tragamonedas y bingos de la empresa de López progresaron bajo la vista gorda de Macri, que incluso acordó con el gobierno nacional la exención del pago del impuesto a los ingresos brutos sobre el juego. Cuando en diciembre venza el convenio entre los dos Estados por el control del juego, las fabulosas concesiones de López seguirán en pie, pero estarán ahora bajo el control del Instituto del Juego de la Ciudad. El macrismo apunta a negociar directamente con Cristóbal López; o sea, a reemplazar al kirchnerismo en la sociedad siniestra entre el Estado y el juego, que ha montado un gigantesco negocio a costa de la miseria popular.
Macri y el juego
Es cierto que Macri-Rodríguez Larreta podrían ir contra las concesiones
de López y buscar reasignar el negocio del juego en favor de otros
capitalistas amigos. Hay fuertes evidencias, sin embargo, de que el
propio Cristóbal López podría pasar a revistar en esa categoría. En el
negocio de los tragamonedas del Hipódromo de Palermo -la mayor
concentración mundial de estas máquinas en un mismo lugar-, López tiene
como socio a Federico Achával. A su vez, este empresario tiene vínculos
estrechos con el macrista Nicolás Caputo, quien concentra el 80% de la
obra pública contratada por el Estado porteño. Por otro lado, Daniel
Angelici, presidente de Boca y hombre del PRO, tiene sus fichas
colocadas en la expansión de los bingos en la provincia de Buenos Aires.
Como se ve, la pretensión de que Macri estaría "chocando con el juego"
es una operación política de la "gran" prensa que, por otro lado,
protege al jefe de Gobierno de todos sus desastres -como Iron Mountain o
los incendios en geriátricos y talleres clandestinos. Pero la tesis de
un Macri reconvertido a la ética tiene otro propósito político:
permitirle a los Carrió y Sanz justificar su alianza con el macrismo, de
cara a las presidenciales. El progresismo que en la Ciudad apoya a
Lousteau "contra Macri", se va escudar en las Paso nacionales para
marchar detrás de la candidatura presidencial del socio de Caputo y Iron
Mountain. Esta operación política mentirosa es otro fuerte motivo para
convocar al electorado a votar al Frente de Izquierda y reforzar su
presencia en la Legislatura de la Ciudad.
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