A continuación, el documento presentado a la Confederación
Argentina de Trabajadores del Transporte por la delegación del Frente de
Izquierda en la entrevista realizada el martes 14 de julio, con la
firma del precandidato a presidente Jorge Altamira.
La disputa electoral de este año gira enteramente, por parte de los
candidatos que encabezan las encuestas, acerca de la necesidad de
producir un ajuste contra los trabajadores, que puede resumirse en
devaluación del peso y el tarifazo en los servicios públicos. Es la
agenda de la clase capitalista, que pretende con ese ajuste levantar el
llamado cepo, recuperar la tasa de beneficio del capital e incentivar el
ingreso de dinero del exterior para poder pagar los intereses y las
amortizaciones de la deuda pública. El propósito de esta agenda es
superar los límites del ajuste en curso, que de un lado financia al
Estado mediante un impuesto progresivo al salario y del otro enfrenta la
bancarrota financiera mediante un nuevo ciclo de endeudamiento a tasas
usurarias. La aplicación del ajuste en cuestión agravará la miseria
social del mundo del trabajo.
En el marco del ajuste en curso denunciamos los despidos en la
industria -como ocurre en Acindar y Siderca, Lear y tercerizados
telefónicos, entre otros-, la disminución de horas extras y turnos -en
particular en la industria automotriz-, el sabotaje a las cooperativas
de trabajo o empresas recuperadas y, finalmente, la persecución a
activistas y delegados sindicales, como ocurre ahora en la Línea 60 o,
con características diferentes, en la empresa multilíneas Ecotrans.
En oposición a esta agenda, el Frente de Izquierda y de los
Trabajadores reclama el apoyo a otra agenda -la agenda del mundo del
trabajo. Nos referimos al establecimiento de un salario mínimo igual al
costo de la familiar, como lo acaban de conseguir los aceiteros y los
bancarios; un mínimo de 8.500 pesos para las jubilaciones y el 82%
móvil; poner fin a la precariedad laboral mediante el otorgamiento de
poder a los cuerpos de delegados para supervisar los contratos laborales
y, en el caso de tercerizaciones, la aplicación del convenio más
favorable al trabajador y la responsabilidad laboral y legal de la
empresa principal. Frente a despidos y suspensiones oponemos el reparto
de las horas de trabajo sin afectar el salario. Hemos presentado un
proyecto de reducción de jornada para enfermeras, sin mengua del salario
actual, y estamos deliberando lo mismo con los choferes, como lo hemos
conseguido en el transporte subterráneo.
Asimismo, señalamos la formación de comisiones de seguridad laboral y
derogación de las ART; derecho a la doble acción (reparación y reclamo
judicial). Pago inmediato de todas las sentencias a favor de los
jubilados y reconocimiento de la acción colectiva (aplicación automática
de fallo Badaro). Derogación de los contratos sociales y prepagas (las
prepagas se llevan los aportes más altos, desfinanciando el sistema).
Fuera el Estado de las obras sociales; devolución de los 20.000 millones
de pesos retenidos por el gobierno.
Gran parte de estas reivindicaciones han sido patrimonio histórico del
movimiento obrero, como los programas de La Falda (1957), Huerta Grande
(1960) y CGT de los Argentinos (1968).
Con relación a la larga decadencia de Argentina y al nuevo impasse en
que se encuentra de nuevo la economía y la sociedad, abogamos por un
plan económico y político elaborado en un congreso de delegados del
conjunto del movimiento obrero y de los trabajadores en general. Para
esto es necesaria la nacionalización de la banca y del comercio
exterior, bajo el control de los trabajadores. Estas nacionalizaciones
asegurarían que el ahorro nacional se aplique a la industrialización del
país y a la mejora material y moral de los trabajadores y al
reforzamiento del conjunto de sus derechos. Un capítulo esencial es la
nacionalización de la gran propiedad agraria, para poner fin a una
abusiva explotación social, una enorme concentración de capital, la
expulsión de campesinos, el empobrecimiento y envenenamiento del suelo, y
establecer una política agraria que beneficie a las grandes mayorías y
desarrolle las potencialidades y diversidades regionales.
El Frente de Izquierda y de los Trabajadores propicia el repudio
definitivo de la deuda en poder de los acreedores privados nacionales y
externos, de manifiesto carácter usurario. La crisis mundial ha
demostrado, sin la menor sombra de duda, que sin la eliminación de estas
deudas, el mundo marcha hacia una crisis humanitaria sin precedentes.
Campaña y urgencias
Con este programa, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores
desarrolla una campaña para obtener el voto de los trabajadores,
desarrollar una conciencia de clase e impulsar la movilización de sus
organizaciones, en primer lugar los sindicatos. Impulsamos la
elaboración de un plan de lucha para obtener la satisfacción de las
reivindicaciones de los últimos paros generales, comenzado con una
huelga activa de 36 horas. La campaña electoral, ahora, y los cien días
de gracia al nuevo gobierno después, no deberían congelar un plan de
lucha, pues significaría otorgar un período prolongado de tregua a una
política antiobrera en un marco mundial de crisis e inestabilidad
creciente.
En lo inmediato denunciamos la urgencia de apoyar a los choferes,
delegados y activistas de la línea 60, por su reincorporación; la
reincorporación de los compañeros despedidos de Acindar, WorldColor,
Siderca y los trabajadores telefónicos; la defensa de los delegados de
Ecotrans; el apoyo a los reclamos de financiación de las cooperativas
obreras y empresas recuperadas. Llamamos al conjunto del sindicalismo a
organizar una discusión en el movimiento obrero acerca de la lucha
contra el femicidio y acerca de organizar a los trabajadores para luchar
contra la penetración del narcotráfico en nuestra juventud, la cual
cuenta con la complicidad del aparato del Estado y del aparato
represivo.
Transporte
Con relación a las cuestiones vitales del transporte, les acercamos nuestros planteos:
1. El sistema de transporte de pasajeros y carga se encuentra
colapsado, o sea que no puede atender las necesidades de la población y
de la economía. La bancarrota financiera anuncia que no hay
posibilidades de salida bajo el régimen político actual. Sostenemos la
necesidad de que el movimiento obrero y los sindicatos del transporte
organicen una conferencia nacional con delegados mandatados para
establecer un plan alternativo y los medios para imponerlo.
2. Hemos caracterizado a la reciente ley mal llamada de reestatización
de los ferrocarriles como un sistema de reprivatización al servicio de
los contratistas sojeros y reafirmación de las privatizaciones de los
servicios de carga privados. Planteamos la investigación de los
concesionarios vaciadores de los ferrocarriles, responsables de las
tragedias de Once y otras y del asesinato de nuestro compañero Mariano
Ferreyra, junto a la nacionalización integral de los ferrocarriles y de
la industria ferroviaria bajo control de los trabajadores.
3. Gran parte de la renta de exportación escapa al país como
consecuencia de la ausencia de una flota mercante nacional. Planteamos
recuperar la flota, que solamente sería posible mediante la
nacionalización del comercio exterior, bajo la dirección de los
trabajadores.
4.Otra fuente de fuga de la renta nacional es la privatización de los
puertos, por donde se filtra también el narcotráfico internacional.
Abogamos por la nacionalización portuaria, bajo control obrero.
Democracia e independencia de los sindicatos
La crisis del movimiento sindical es una realidad que reconoce todo el
mundo. Divisiones oportunistas en los sindicatos y en la CGT, y
divisiones en la lucha cotidiana, por ejemplo en los paros generales. Un
número elevado de dirigentes sindicales y de sindicatos se ha inscripto
en las listas electorales de los partidos patronales, lo cual refuerza
la pérdida de autonomía del movimiento obrero. Esta crisis tiene lugar
cuando los candidatos principales anuncian un ajuste feroz contra los
trabajadores. Desde el Frente de Izquierda señalamos la falta de apoyo
sindical a las luchas fabriles, que son la respuesta de las bases a la
crisis capitalista y al ajuste, y en diversos casos el alineamiento de
las direcciones sindicales con las patronales. No hablamos desde afuera
del movimiento obrero, como ocurre con los candidatos del ajuste, sino
como parte de él y una historia de defensa inclaudicable de nuestra
clase en la peores circunstancias históricas.
Reivindicamos la independencia de los sindicatos del Estado y la
democracia sindical; la elección sin reelección y revocabilidad de las
direcciones sindicales; la unidad sindical y de la CGT sobre la base de
un congreso de delegados con mandatos; la aprobación de los pliegos de
reivindicaciones paritarias por medio de asambleas generales o plenarios
de delegados sujetos a ratificación de sus representados. Por un
sistema de obras sociales, bajo control de trabajadores electos y
revocables, independiente de las grandes corporaciones. Por el monopolio
público de la salud y de la educación.
La mayoría de los planteos que aquí desarrollamos han sido objeto de
iniciativas parlamentarias del Frente de Izquierda, en directa conexión
con las luchas y la organización del movimiento obrero.
Delimitación
Expresamos nuestro reconocimiento a esta invitación de los sindicatos
nucleados en la CATT. La intención de este documento es promover un
debate en el movimiento obrero y en el país. El Frente de Izquierda y
los Trabajadores es un defensor incondicional de los sindicatos frente a
las patronales y el Estado capitalista, y defiende la independencia
sindical incluso bajo un gobierno de trabajadores.
Buenos Aires, 14 de julio de 2015
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