Las Paso que tendrán lugar el 9 de agosto próximo no son de ninguna
manera un espacio para que la ciudadanía seleccione a los candidatos
para la recta final.
El nombre de esos candidatos ya está marcado. A la cola de ellos, en
algunos distritos, se filtran colectoras de la fórmula principal,
compuestas de arribistas que quieren manotear algún puesto de diputado o
de concejal.
Las Paso no son ni internas ni abiertas -aunque sí obligatorias-, sino
la primera vuelta de una elección general. Una disputa para determinar
quién quedará mejor posicionado para la elección definitiva.
Esos candidatos se benefician de una publicidad profusa, financiada en
forma forzosa, confiscatoria e involuntaria por los contribuyentes, o en
forma interesada por las grandes compañías capitalistas.
La agenda de esos candidatos (Macri, Massa, Scioli o incluso Stolbizer)
está determinada por los intereses de la clase capitalista. Es la clase
que gobierna en realidad al país. ¿Qué quiere esta clase? Girar
utilidades al exterior -que acumula ya unos 15.000 millones de dólares-,
normalizar los pagos de la deuda pública con los acreedores regulares y
con los fondos buitre -que suman 200.000 millones de dólares-,
normalizar también las deudas en pesos -que en los últimos cuatro meses
se incrementaron en 35.000 millones de pesos-, y así de seguido.
Quieren cobrar de un Estado que no tiene el dinero para pagarles -o sea que está en bancarrota.
Por eso discuten un ajuste: arreglar con los fondos buitre, devaluar el
peso, establecer un tarifazo en los servicios públicos -empezando por
la energía. Unos dicen que este ajuste debería ser gradual, otros
favorecen que sea súbito, otros mezclan las dosis. Es lo que Kicillof ya
está haciendo con el techo a las paritarias, el impuesto al salario y
los tarifazos a las naftas, mientras a nivel internacional cae el precio
del petróleo.
La conclusión es una sola: si ganan ellos, la crisis capitalista la volverán a pagar los trabajadores.
El alineamiento del kirchnerismo con Scioli, a quien hasta ayer
acusaban de ser un representante de las corporaciones, muestra lo
dispuestos que están a ir más lejos en la empresa de descargar la
bancarrota económica que el mismo kirchnerismo generó sobre las espaldas
de los trabajadores. En los primeros 100 días de gobierno, los
diputados kirchneristas votarán un paquete económico de ajuste. Zannini
será el ‘comisario político’ que garantizará su aplicación.
El desequilibrio económico del que hablan es el de los capitalistas -no
el de los jubilados que ganan 3.800; ni el de la mitad de los
trabajadores que tiene salarios inferiores a 5.500 pesos por mes; ni el
del 35% de compañeros que está en negro y los millones de precarizados,
que no tienen la protección de los convenios de trabajo; ni el de los
desocupados, cuyo porcentaje real llega a cerca del 20%, una vez que
contamos ahí a los trabajadores de los planes sociales.
¿Quién se ocupa de corregir este desequilibrio verdadero y masivo?
Frente de Izquierda
Como fuerza política de los trabajadores solamente existe el Frente de
Izquierda. El Frente de Izquierda dice que la crisis la deben pagar sus
responsables, los capitalistas, quienes tienen espaldas económicas y
financieras bien anchas, no los trabajadores.
El Frente de Izquierda plantea un salario mínimo igual al costo de la
canasta familiar; el aumento inmediato de 3 mil pesos para los jubilados
y de inmediato el 82% móvil; el cese de la precarización laboral, esto
mediante el control de los contratos de trabajo por parte de los cuerpos
de delegados en las empresas. El Frente de Izquierda considera lesivo y
confiscatorio cualquier acuerdo con los buitres y con el conjunto de
los tenedores de una deuda usuraria que fue inflada por todos los
gobiernos desde la dictadura militar.
El Frente de Izquierda no es una voz en el desierto: en numerosas
provincias es ya la tercera fuerza política y tiene representantes
electos en ocho legislaturas y en el Congreso de la Nación. Es la fuerza
que desafía a la burocracia de los sindicatos y la que moviliza y se
moviliza en las luchas de los trabajadores y de la juventud. En las Paso
convocamos a votar en masa por el Frente de Izquierda, para mejor
pelear contra los tres jinetes del ajuste antiobrero y para reforzar la
organización y la capacidad de acción de los trabajadores.
Es la única vía para impedir que volvamos a 2001/2 o a que ocurra lo de
Grecia y Ucrania, o España, Portugal e Irlanda, donde las tasas de
desocupación son enormes y hay verdaderas crisis humanitarias, o lo que
está ocurriendo ahora mismo en Brasil.
El objetivo de los Scioli, Macri y Massa es valerse del voto popular
para legitimar este ajuste. Nosotros, el Partido Obrero, llamamos a
votar en masa al Frente de Izquierda para que en las elecciones
generales esté presente la agenda de los trabajadores y no sea una
contienda entre variantes capitalistas.
Vamos con Altamira (Partido Obrero)-Giordano (Izquierda Socialista)
El Frente de Izquierda resolverá por primera vez sus candidatos en las
Paso. Hemos sido obligados a ello para superar una situación faccional
contra la que hemos luchado durante más de dos años. En las Paso
subordinaremos siempre y cada vez más los intereses particulares:
primero, a los de conjunto de los trabajadores, y, segundo, para
asegurar siempre el desarrollo del Frente de Izquierda como un facto
consciente de organización y movilización de los trabajadores y de la
juventud.
Vamos a las Paso con el planteo de que el Frente de Izquierda es un
frente único de los trabajadores en lucha contra el gran capital y su
Estado, y de ningún modo un aglomerado circunstancial de facciones.
El Partido Obrero ha sido un crítico riguroso de las experiencias de la
izquierda del pasado por su adaptación a la política capitalista. Esas
tentativas fueron sepultadas por la experiencia misma y de sus lecciones
emanó el Frente de Izquierda. Este Frente de Izquierda fue postulado
siempre por nosotros como parte de una estrategia. No hemos llegado acá
por accidente, sino por una labor sistemática y conciente.
Vamos a las Paso contra nuestra voluntad, que pone, en primer lugar, el
combate contra los partidos del sistema y subordina las diferencias
internas a ese combate prioritario. Ha sido nuestro último recurso para
superar una situación faccional. Admitimos el uso de este recurso cuando
percibimos que era el último a disposición para asegurar el desarrollo
del Frente de Izquierda.
En oposición a la autoproclamación política, llamamos a desarrollar el
Frente de Izquierda como un factor de organización y de lucha, y como
una alternativa política conciente de los trabajadores.
En oposición a circunscribirlo como un protagonista exclusivamente
electoral, llamamos a desarrollarlo como un frente único de trabajadores
(Frente de Izquierda y de los Trabajadores) en todos los terrenos. El
gobierno de los trabajadores no es sino la expresión más elevada de la
unidad del pueblo que trabaja contra la explotación social y el abuso.
En oposición al descuartizamiento de las bancas parlamentarias entre
los componentes del Frente de Izquierda, repudiamos cualquier forma de
usurpación del mandato que el pueblo ha dado al Frente de Izquierda y
reivindicamos la formación de bloques parlamentarios unidos del Frente
de Izquierda y de la rotación, y gestión colectiva de las
representaciones parlamentarias.
Este es el programa de la fórmula presidencial de Jorge Altamira y Juan
Carlos Giordano, que antes que nada llama a votar en masa al Frente de
Izquierda en las Paso. El ingreso a la lucha socialista de numerosos
jóvenes -por ejemplo a las direcciones de centros de estudiantes y
federaciones universitarias, en comisiones internas y en legislaturas,
concejos y Congreso es la consecuencia de una larga lucha política
basada en un programa. Contamos con el apoyo de la casi totalidad de los
partidos y grupos que se referencian en el Frente de Izquierda: el
Partido Obrero, Izquierda Socialista, Pueblo en Marcha, el PSTU, la
Darío Santillán, CRCR y otros numerosos grupos políticos y sociales.
Nuestro candidato Jorge Altamira resume la trayectoria de las
generaciones que contribuyeron a gestar lo que ya se vislumbra como la
alternativa de poder de los trabajadores, los intelectuales, la juventud
y todo el pueblo laborioso.
ASEGUREMOS EL DESARROLLO DEL FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES
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