El PC, en el momento en que el país se dividía en dos campos
antagónicos, llamaba a la recreación de la Unión Democrática oligárquica
y proimperialista, a la unión con los "partidos democráticos" para
luchar contra el "fascista Perón". Entre el golpe de junio y el de
septiembre, el PC -también el PS- fueron parte activa de la agitación a
favor de la conspiración golpista, encubierta como lucha por la
democracia. En el editorial de su órgano oficial, inmediatamente después
del golpe, denuncian al régimen caído como "Estado de tipo corporativo
fascista" y proclaman que "después del triunfo de la insurrección, la
política de convivencia democrática conserva plena vigencia"1.El PC,
junto al PS, fue parte activa del asalto a los sindicatos, con la ayuda o
la neutralidad benevolente de la Junta Militar, de la cual, una perla,
consideraba al almirante Isaac Rojas una corriente democrática y de
"cierta resistencia al imperialismo yanqui".
La Izquierda Nacional, orientada por Abelardo Ramos en junio del '55,
inmediatamente después de los bombardeos a la Plaza de Mayo consideró
que el ejército era un fiel custodio de "las conquistas del proceso
revolucionario" y que el gobierno peronista estaba "más firme que
nunca". El 15 de septiembre, a horas del golpe, exaltó a la CGT como
garantía de estabilidad del régimen y en la madrugada del 16 de
septiembre, día del golpe, publicó el número 2 del periódico Izquierda,
cuya tapa decía: "Las milicias obreras armadas: baluarte de la
revolución popular argentina" hacían eco a la maniobra de la burocracia
sindical de ofrecer al ejército las "reservas obreras"2.
La corriente orientada por Nahuel Moreno era parte en aquel tiempo del
Partido Socialista de la Revolución Nacional (PSRN), una criatura
política dejada correr por el propio Perón y al que Moreno ingresó en
1954, en función de contribuir a la formación de un "partido centrista
de izquierda legal", una organización que el propio inspirador reconoció
como "lo opuesto de una proletaria bolchevique"3.
La oportunidad de esta experiencia -que expresa una constante, la
búsqueda de un sustituto del partido revolucionario sea en el centrismo,
sea en el nacionalismo burgués- coincidió con los preparativos
golpistas contra Perón.
Ante la renuncia de Perón, en agosto del ‘55, en una clara capitulación
ante los golpistas, el grupo de Moreno, como la Federación Socialista
de la Provincia de Buenos Aires del PSRN, va a plantear que "el gobierno
debe pasar a manos de la clase obrera a través de uno de los senadores
de la CGT"4. Cualquiera puede darse cuenta de que la aceptación de la
renuncia de Perón era el triunfo del golpe. Es decir, la corriente
orientada por Moreno aceptó esa posición. Segundo y no menor: una
eventual designación de un senador de la CGT en la presidencia no era un
gobierno de la clase obrera sino un gobierno burgués surgido de la
capitulación ante los golpistas.
1. Nuestra Palabra, órgano oficial del PC, 23/9/55.
2. Democracia, 17/6/55 e Izquierda, 2, septiembre 1955.
3. 1954, año clave del peronismo, Ediciones Elevé, 1971.
4. El trotskismo obrero e internacionalista, Ernesto González, coordinador, Editorial Antídoto, 1995, Tomo I.
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