La campaña en provincia va dando cuenta de ello. En Necochea nos
reunimos con la Comisión Directiva de ATE que nos votará y lo harán
tomando cuenta a la primera concejal de la lista, activista de la
Bermellón, a pesar de que la directiva revista en la Verde Anusate.
Casos similares registramos en Berisso, Avellaneda y el fenómeno se
extiende a Suipacha, Azul, Olavarría y un sinnúmero de seccionales de
ATE. Un amplio sector del degennarismo define su voto por el FIT, aun
cuando el Frente Popular no fijó posición. Ese fenómeno se aprecia
también en Luz y Fuerza Mar del Plata. Para reforzar esta tendencia, hay
que explicar una y otra vez que Stolbizer apoya a Macri en nueve
provincias y que Milman adelantó que lo votará en segunda vuelta.
Recientemente, la CGT marplatense convocó a Alejandro Martínez y
Agustina Vaccaroni, candidatos a intendente y concejal del PO, quienes
expusieron ante no menos de 80 delegados de varios gremios, acompañados
por un candidato nuestro del Smata. En el caso del Smata local, la
Comisión Directiva, en un plenario donde llamó a votar a Scioli, sin
embargo explicó que hay otros candidatos como el del FIT, quien recibió
aplausos y el apoyo directo de un sector de delegados.
Días atrás fui convocado por la FEB como candidato a gobernador.
Acompañado por Romina Del Plá, Daniel Rappanelli y Amelia García,
expusimos nuestro programa para la Educación y en relación a las luchas
docentes y establecimos acuerdos de intercambio para el trabajo
parlamentario en función del boleto docente y otras iniciativas. La
reunión causó, sabemos, fuerte impacto en las filas de la extensa nómina
de afiliados de la FEB.
Las experiencias de reuniones con dirigentes empezó en realidad en la
reunión de la CATT con Altamira. Algo que en el pasado no ocurría. El
crecimiento de la izquierda en las filas obreras y como referencia
política de los explotados no puede ser ignorado por la burocracia
sindical. La idea de los "sindicatos de Perón" está quebrada y las
propias direcciones se ven obligadas a tener en cuenta la "pluralidad"
que se desarrolla en la base, en cuerpos de delegados y seccionales.
La apertura a la izquierda de la fábrica Petinari del Smata en Merlo,
ocupada por sus trabajadores, debe inscribirse en esta tendencia.
Por otro lado está creciendo exponencialmente el pronunciamiento por el
voto al FIT que publicamos en estas páginas, camino a las mil
adhesiones, muchas de ellas después de su publicación, que no podía
esperar más. Hay fenómenos como las 100 adhesiones en el Suteba Ensenada
y las 25 de los Municipales de Coronel Suárez o las 75 de Conaduh que
reflejan la masividad donde hay condiciones aptas para la expresión
pública evitando la represalia patronal, algo que cuidamos
delicadamente.
Las experiencias descriptas, que son apenas ejemplos, porque la
adhesión es enorme entre plásticos, papeleros, gráficos, telefónicos,
ATE y judiciales de Mendoza, en el Sitraic, periodistas, alimentación y
muchos gremios más, indican también el vuelco, no ya individual, sino de
fracciones enteras a luchar por el voto a la izquierda clasista
expresada políticamente en el FIT.
La izquierda y los sindicatos
Recientemente el periodista R. Cárpena de Clarín, interpretó que la
"táctica Daer", que según él llegó a reclamar aumentos especiales a las
patronales para neutralizar al clasismo, habría dado más resultado que
la línea represiva de Pignanelli -el despido de activistas a sangre y
fuego-, algo que hizo el propio Daer y desató la huelga general de 2009
en Kraft. La reflexión viene a cuento de la reciente derrota de la CI
surgida en 2009 y dirigida por el PTS.
La tesis del periodista es al menos discutible por dos motivos. En
Cresta Roja, de Alimentación nacional, que recibió los mismos aumentos,
ha triunfado hace días una interna antiburocrática, después de un gran
proceso de destitución del viejo cuerpo de delegados. Lo mismo vale para
Unilever y otras plantas. Segundo, la interna ganadora en Kraft está
integrada por otra corriente de izquierda que fue aliada de la lista
antiburocrática en el STIA.
Por otro lado, ha fracasado hasta aquí el intento de unir a la
burocracia peronista y particularmente hacerlo en función de un futuro
pacto social. El apoyo cerrado a Scioli de los sectores de Caló, parece
haber empujado a Moyano a "cerrar" más estrechamente con Macri. Esto
constituye una granada más contra la "identidad peronista" del
movimiento obrero.
La fractura de la burocracia, su desprestigio, los Pedraza presos y los
Caló imputados, son parte de una crisis de fondo. La transición hacia
una nueva dirección en el movimiento obrero sigue su curso, aunque no
sea lineal y comporte derrotas parciales. El ajuste tendrá en el
movimiento obrero un potencial oponente formidable.
Como en 2013, se observa un voto importante en las siderúrgicas,
cementeras, del aluminio o entre camioneros opositores, como los de
Olavarría. El voto al FIT refuerza la lucha por una nueva dirección
clasista y prepara la lucha para quebrar el ajuste. Sigamos la lucha
voto a voto y la agitación masiva del pronunciamiento y los materiales
en puerta de fábrica porque estamos ante una enorme posibilidad.
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