El desafío del Frente de Izquierda
Los comentarios políticos y las encuestas coinciden en ubicar a Scioli,
Macri y Massa en una ‘meseta’. El estancamiento de la intención de voto
de los “tres jinetes” del ajuste es presentado por estos analistas como
un impasse del electorado, que no produce un desplazamiento capaz de
definir la votación. Pero a la luz de la marcha de la crisis política y
económica, es claro que el impasse está del lado de los candidatos. En
el caso del bloque oficial, todo indica que el gabinete de CFK-Kicillof
llegará a diciembre conectado al pulmotor. El gobierno no ha logrado
refinanciar siquiera parcialmente el vencimiento de más de 6.000
millones de dólares que pagará a comienzos de octubre, mientras el saldo
de la balanza comercial se evapora. Las reservas internacionales
dependen ahora del nuevo -y último- salvavidas chino, que condicionará
todavía más el comercio exterior futuro. En estas condiciones, ninguno
de los tres “jinetes” disimula su intención de tramitar un rescate a
costa de amplias concesiones al capital internacional. Ese paquete va
desde el acuerdo con los buitres y el reendeudamiento hasta la baja de
las retenciones agropecuarias, con su impacto sobre los precios de los
alimentos. En el plano político, el gran capital rechaza la perspectiva
de un gobierno bicéfalo, lo que ha reavivado la disputa entre Scioli y
la camarilla presidencial en plena campaña. Un capítulo agudo de esta
pelea es la renovada ofensiva contra Aníbal Fernández, que saca a la luz
una lucha por el control del narcotráfico y sus negocios anexos entre
clanes políticos y judiciales. La crisis de Estado que pusieron de
manifiesto el triple crimen de la efedrina, el Proyecto X y la propia
muerte de Nisman, entre otros hechos, aflora con fuerza en la campaña
electoral.
Del lado del macrismo, el episodio Niembro sólo parece ser la punta de
nuevas revelaciones. Las peleas de campaña han sacado a la superficie la
intensa crisis social que recorre a la Capital del país, agravada por
los ajustes macristas en materia de educación, salud o vivienda.
Mientras el candidato de Cambiemos sale a recorrer Argentina, su
distrito exhibe el derrumbe de los complejos habitacionales del sur y el
desfinanciamiento del principal Hospital de Niños del país.
El tercero en discordia, Massa, sólo ha logrado crecer como instrumento
del oficialismo contra Macri, en algunos casos, y de Macri contra los
K, en otros. Esta ‘alternancia’ demuestra, por otra parte, la ausencia
de fronteras políticas y de intereses sociales que caracterizan a los
tres candidatos. En relación con el movimiento obrero, sus únicas
definiciones de peso han pasado por las reuniones y fotos con la
burocracia sindical. Scioli, de la mano de la CGT oficial, continúa
tramitando un “acuerdo social” contra las paritarias, a cambio del cual
ofrece a los burócratas un rescate estatal a las obras sociales que han
vaciado. Como réplica, Macri se juntó con Moyano. Del encuentro no
emergió ninguna reivindicación obrera, pero sí un plan de “primer
empleo” que sirva de pretexto para la reducción de cargas sociales a los
capitalistas -o sea, una remake de la reforma laboral noventista.
Nuestra campaña
La campaña electoral debe ser un gran factor de preparación política de
los trabajadores, que deberán enfrentar la tentativa de cargar sobre
sus espaldas las costas de la crisis. En la semana que pasó, un gran
plenario obrero en la zona norte de Buenos Aires resolvió una campaña
por la lista del Frente de Izquierda y por la candidatura de Néstor
Pitrola al Congreso, junto a un plan de intervención frente a las
grandes reivindicaciones que sacuden a las fábricas de la zona. Una
iniciativa similar se llevará adelante en la Capital, junto a Gabriel
Solano.
La impasse de las “grandes” campañas destaca el valor de la lucha por
el voto casa por casa, que también hemos resuelto poner en marcha en los
grandes distritos. La campaña se desarrolla también con fuerza en el
interior. En Tucumán, convocamos a la población que luchó en la plaza
Independencia a darle la espalda a Macri y sus socios locales, y votar a
quienes lucharon consecuentemente contra el fraude. En estos días, la
salida de los spots televisivos servirá de apoyatura para esta lucha por
el voto. Vamos a las fábricas, facultades, colegios y barrios a
batallar por las listas del Frente de Izquierda en todo el país.
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