Qué significa la declaración de inconstitucionalidad de la ley que permitía al gobierno nombrar jueces subrogantes
Desde 2003, según los diarios de este lunes 9 de noviembre, el gobierno
nacional pagó 900 millones de pesos por obras que nunca se ejecutaron;
es decir, lisa y llanamente se los robó. Por cosas así, la camarilla
kirchnerista busca, por su lado, asegurarse la impunidad judicial que le
permita eludir la cárcel; y sus adversarios, por el suyo, cierran sobre
ella el cerco judicial que convertirá a los K -a lo que quede de ellos-
en rehenes del futuro gobierno.
En ese contexto se produjo el golpe judicial -mejor dicho, el contragolpe- por el cual la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad del nombramiento de jueces subrogantes por parte del gobierno.
Un juez subrogante, conviene aclarar, es un magistrado suplente que ocupa el lugar del titular cuando éste renuncia, toma licencia, se excusa o, simplemente, cuando un juzgado se encuentra vacante. Hoy, se sabe, más de la cuarta parte de los juzgados está en esa situación: no tienen titular, de modo que el nombramiento de subrogantes se ha vuelto la norma (de nuevo, como hace un siglo señalaba Walter Benjamin, la excepción es ahora la norma; es decir, la violación de la ley por la propia ley).
En junio pasado, mediante la ley 27.145, el Ejecutivo nacional dio un golpe judicial al permitir que el Consejo de la Magistratura pudiera, por mayoría simple (es decir, por la simple decisión de la camarilla K) nombrar subrogantes. De esa manera, los K designarían jueces amigos en casi un millar de juzgados solo en el ámbito de la Capital Federal. Habría quedado constituido de esa manera un cuerpo de conjueces para asegurarle impunidad a la cúpula kirchnerista. Ahora la Corte, en un contragolpe durísimo, desarmó esa intentona del oficialismo y declaró la inconstitucionalidad de la 27.145 porque, entre otras cosas, "permitía al Consejo de la Magistratura elegir subrogantes para un tribunal o caso determinado, en forma discrecional, sin sorteo ni parámetro objetivo alguno y sin dar prioridad a los jueces designados mediante el procedimiento constitucional" (Perfil, 4/11).
Cuadro de derrota
La Corte se atrevió a tomar esa medida solo después de las elecciones del 25 de octubre, de modo que su golpe llega luego del mazazo electoral sufrido por los K. La Corte, en principio, va en línea con los postulados de la oposición, que detiene sus consideraciones sobre la crisis nacional en la corrupción kirchnerista y, así, disimula la bancarrota económica y financiera que ellos y el oficialismo se proponen traspasarle a los trabajadores. Además, la inconstitucionalidad de la ley 27.145 se declara cuando Scioli aparece paralizado ante el balotaje y Macri se asegura el respaldo directo de la mayoría del gran capital.
En ese panorama, el cerco judicial apunta a forzar al "núcleo duro" de la camarilla K a no molestar al próximo gobierno. De lo contrario, a Devoto.
Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/digital-2015-11-09/politicas/contragolpe-judicial-de-la-corte
En ese contexto se produjo el golpe judicial -mejor dicho, el contragolpe- por el cual la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad del nombramiento de jueces subrogantes por parte del gobierno.
Un juez subrogante, conviene aclarar, es un magistrado suplente que ocupa el lugar del titular cuando éste renuncia, toma licencia, se excusa o, simplemente, cuando un juzgado se encuentra vacante. Hoy, se sabe, más de la cuarta parte de los juzgados está en esa situación: no tienen titular, de modo que el nombramiento de subrogantes se ha vuelto la norma (de nuevo, como hace un siglo señalaba Walter Benjamin, la excepción es ahora la norma; es decir, la violación de la ley por la propia ley).
En junio pasado, mediante la ley 27.145, el Ejecutivo nacional dio un golpe judicial al permitir que el Consejo de la Magistratura pudiera, por mayoría simple (es decir, por la simple decisión de la camarilla K) nombrar subrogantes. De esa manera, los K designarían jueces amigos en casi un millar de juzgados solo en el ámbito de la Capital Federal. Habría quedado constituido de esa manera un cuerpo de conjueces para asegurarle impunidad a la cúpula kirchnerista. Ahora la Corte, en un contragolpe durísimo, desarmó esa intentona del oficialismo y declaró la inconstitucionalidad de la 27.145 porque, entre otras cosas, "permitía al Consejo de la Magistratura elegir subrogantes para un tribunal o caso determinado, en forma discrecional, sin sorteo ni parámetro objetivo alguno y sin dar prioridad a los jueces designados mediante el procedimiento constitucional" (Perfil, 4/11).
Cuadro de derrota
La Corte se atrevió a tomar esa medida solo después de las elecciones del 25 de octubre, de modo que su golpe llega luego del mazazo electoral sufrido por los K. La Corte, en principio, va en línea con los postulados de la oposición, que detiene sus consideraciones sobre la crisis nacional en la corrupción kirchnerista y, así, disimula la bancarrota económica y financiera que ellos y el oficialismo se proponen traspasarle a los trabajadores. Además, la inconstitucionalidad de la ley 27.145 se declara cuando Scioli aparece paralizado ante el balotaje y Macri se asegura el respaldo directo de la mayoría del gran capital.
En ese panorama, el cerco judicial apunta a forzar al "núcleo duro" de la camarilla K a no molestar al próximo gobierno. De lo contrario, a Devoto.
Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/digital-2015-11-09/politicas/contragolpe-judicial-de-la-corte
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