El gobierno pretendió hacer pasar un techo del 25% con el argumento de
que a esa cifra habría que agregar el plus salarial que recibiría cada
trabador como consecuencia de la abolición de ganancias.
El impacto será, sin embargo, el inverso. Si un trabajador soltero que
gana de bolsillo 22.000 pesos, recibe un aumento anual de 29,5%, su
sueldo neto subirá a 28.500, pesos, pero en ese caso le descontarán
2.522 pesos de Ganancias, y en mano cobrará 25.978. En este caso, el
aumento salarial del 29,5%, para el trabajador se reducirá a 21,1%.
Ahora que se sabe que estamos ante una impostura, los reclamos
salariales deben ser de un porcentaje tal que permitan absorber el pago
de ganancias. Algunos cálculos hechos por especialistas, señalan que si
quiere obtener un salario de bolsillo del 30%, el aumento debería
oscilar entre el 35 y 38%.
Esto pone en la orden del día el reclamo de un 40 por ciento de aumento
del salario y, a la par de ello, de su actualización periódica de
acuerdo con la variación del costo de vida.
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