El ajustazo
del gobierno de Macri contra la clase trabajadora, con devaluación,
aumento sideral de la carestía, despidos masivos, tarifazos y –tratativa
secreta mediante de Moyano en la Casa Rosada - tope del 25 por ciento a
las paritarias, es una señal política a todos los capitalistas y sus
fuerzas políticas, incluidos los K y los PJ que gobiernan provincias y
municipios aplicando las mismas medidas, para ir a fondo contra las
masas
Es el programa que defendieron en la campaña electoral para que la
crisis que ellos generaron la paguen, otra vez, los trabajadores.
Esta realidad abrió un debate necesario en el seno de los sectores
sindicales combativos, antiburocráticos y de la izquierda acerca de cómo
responder a los ataques. Surgió así la iniciativa de convocar a un
encuentro obrero que se realizará el 5 de marzo, cuyo primer impulso
partió de la comisión interna de la línea 60 y del sindicato de
trabajadores aceiteros de la Capital Federal. Hacia la preparación de
ese encuentro se produjeron dos reuniones: el 11 de diciembre en la sede
sindical de la AGD-Uba, y el viernes 5 de febrero, en la sede de
Ademys, a los que se sumaron todos los sectores de la izquierda
antiburocrática.
La presencia de los compañeros aceiteros y de la línea 60 expresa la
experiencia exitosa de dos grandes conflictos que quebraron a las
patronales y al gobierno. Mediante la huelga general de 27 días, los
aceiteros conquistaron un salario básico igual a la canasta familiar,
marcando un camino de lucha de cara a las paritarias que hoy quieren
maniatar. Por su parte, los trabajadores de la 60 mostraron con qué
métodos –la ocupación de la empresa y la huelga general hasta obtener
las reincorporaciones- se debe enfrentar la andanada de despidos que
sufre hoy la clase trabajadora en el Estado y la industria privada,
como parte de un ajuste que ya había iniciado el gobierno kirchnerista.
Se trata de dos grandes luchas, en oposición a las burocracias
sindicales de todas las centrales que no movieron un dedo por ninguna de
ellas, tal como ocurre ahora.
Otro aspecto en debate, entonces, es la necesidad de la más clara
independencia política de los sectores combativos de la clase obrera
respecto de la burocracia sindical.
La Coordinadora Sindical Clasista-l Partido Obrero presentó un
documento abordando esta problemática como aporte al encuentro obrero,
en el cual, además de los ejes antes señalados, planteamos la necesidad
de llamar a parar el 24 de febrero junto a Ate y desenvolver ese día una
movilización con una presencia independiente de los sectores
antiburocráticos. Los aceiteros ya anunciaron que pararán ese día. Los
consejos ejecutivos seccionales de los Sutebas combativos también
aprobaron lo mismo y lo colocarán a votación en los plenarios de
delegados de los próximos días. Hemos propuesto armar una gran columna
independiente en ocasión de ese paro. Otra propuesta es la de sumar una
gran columna obrera el 24 de marzo, a cuarenta años del golpe, junto al
Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Además de estas iniciativas, el
encuentro deberá aprobar un pliego programático y una medida de acción
que saldrá de sus deliberaciones.
El debate previo al encuentro arrojó, particularmente entre las
corrientes de la izquierda, discrepancias con alguno de estos ejes: es
el caso del impulso a la huelga general para quebrar los despidos
masivos en las fábricas o reparticiones ( como sí lo hicieron los
trabajadores de la 60), o líneas de compromiso con sectores de la
burocracia sindical que estarían “en la resistencia”.
A continuación, ponemos en conocimiento de todos los trabajadores el
documento y el pliego programático presentado por la Coordinadora
Sindical Clasista-Partido Obrero como aporte a este encuentro del
sindicalismo antiburocrático a realizarse el 5 de marzo. Click aquí
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