Llamamos a
defender un acto común del 1° de Mayo del Frente de Izquierda en Plaza
de Mayo y en todos los centros políticos del país, como parte de la
lucha por la independencia de clase y la unidad socialista de América
Latina
Foto: Fede I.
Faltando pocos días para el 1 de Mayo, el acto del Frente de Izquierda
en la Plaza de Mayo y en todos los centros políticos del país se
encuentra en crisis. En la tarde de este miércoles, cuando los términos
de la convocatoria política estaban acordados desde hace varios días
atrás, el PTS puso en cuestión la realización del acto común de manera
intempestiva. Planteó que el eje del acto debía cambiar radicalmente,
postulando como consigna central “abajo el golpe en Brasil”, y hasta el
lugar, desplazando el acto de la Plaza de Mayo a la Embajada de Brasil.
Dijeron que querían coincidir con la “jornada de lucha contra el golpe”
convocada por la burocracia sindical petista de la CUT.
De esta forma, el PTS decidió patear el tablero para armar, otra vez,
una política faccionalista al interior del Frente de Izquierda. Es muy
grave, porque no desconoce que su posición conduce a la ruptura de un
acto común, pues sabe perfectamente que Izquierda Socialista tiene una
caracterización distinta sobre los sucesos políticos de Brasil. Pero, al
elegir arbitrariamente y tardíamente ese eje como delimitación central
de la convocatoria, el PTS vuelve con su política de hacer del Frente de
Izquierda un campo de disputas en oposición al frente único. Repite la
misma política que llevó a la usurpación de las bancas en el Congreso
Nacional y en las legislaturas para romper los bloques comunes del FIT.
El faccionalismo imperante tiene un contenido político definido:
abortar un acto del Frente de Izquierda en Plaza de Mayo es un golpe a
la independencia política de los trabajadores. Se trata del punto
central, ya que la lucha contra el golpe en Brasil no puede hacerse
mediante el seguidismo al gobierno en ruinas de Dilma Russeff y Lula,
que han gobernado para la clase capitalista durante más de una década y
han convivido en el poder con los personajes que hoy llevan adelante el
impeachment. Esta apreciación debe ser subrayada porque una parte
considerable de la izquierda brasileña se ha pasado al “campo” de la
defensa del gobierno de Dilma Rousseff, cuando se impone la más nítida
delimitación para permitir una acción independiente de la clase obrera.
Nuestra divergencia con Izquierda Socialista sobre su “neutralidad”
frente a la crisis brasileña ocupa un lugar subordinado frente a la
defensa del Frente de Izquierda y su estrategia de independencia de
clase. Se trata de una cuestión de programa y de método -o sea, la
defensa del Frente de Izquierda como polo de independencia frente a los
bloques capitalistas. Es a partir de este eje vertebral que deben
ordenarse las demás delimitaciones políticas, incluso como método para
abordar un debate sobre ellas. Por caso: la participación del PTS en un
acto común en Plaza de Mayo con el kirchnerismo en oportunidad de la
detención de Milagro Sala o su movilización común el 24 de Marzo en
Jujuy con la Túpac Amaru plantean una seria divergencia respecto de cómo
ubicarse frente al nacionalismo en retroceso, ahora pasado al campo
opositor. Pero si, amparándonos en esta seria diferencia, saboteásemos
un acto común del 1 de Mayo, estaríamos acentuando un golpe a la lucha
por la independencia de clase, que es más fuerte que la política de
Izquierda Socialista en Brasil o los escarceos del PTS con el
kirchnerismo en la Argentina.
Pero lo del PTS no pasa de una maniobra faccional de corto vuelo: su
“lucha contra el golpe” entra en severa contradicción con la política
que formulan para Brasil. En la declaración subida a La Izquierda Diario
plantean la “necesidad de una Asamblea Constituyente libre y soberana”,
lo que en los hechos significa la remoción del gobierno actual -o sea,
un golpe. En este sentido, el parecido a la política de los grupos
abstencionistas es evidente. ¿O la Asamblea Constituyente no es una
forma de plantear “elecciones generales”, tal como reclaman otras
fuerzas de izquierda ligados al P-SOL y al PSTU de Brasil? De paso, esto
explica el pedido sin éxito del PTS de entrar al P-SOL.
La consigna de la Constituyente, en momentos en que la iniciativa la
tiene la derecha y no los trabajadores, es una forma de golpismo
solapado. Precisamente, por ese motivo, el PO plantea -junto al rechazo al golpe parlamentario- un congreso de bases de trabajadores,
que resuelva un programa de la clase obrera frente a la crisis.
Las inconsistencias y contradicciones señaladas ilustran que asistimos a
una maniobra faccional más, que busca ser disimulada con un cambio de
eje de último momento.
Llamamos a defender un acto común del 1° de Mayo del Frente de
Izquierda en Plaza de Mayo y en todos los centros políticos del país,
como parte de la lucha por la independencia de clase y la unidad
socialista de América Latina.
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