Los despidos
no cesan y se suceden luchas de trabajadores por empresas, tanto en
Comodoro, como en Santa Cruz, donde YPF aplicaría su plan de 2.000
despidos. Es clara la necesidad de un paro nacional y el esquive que
hace la burocracia, en este caso kirchnerista.
El paro de 72 horas anunciado por Avila y compañía frente a la enorme
movilización del pasado viernes, ha sido levantado. A unos días del
anuncio, el diputado provincial (Frente para la Victoria) y burócrata
sindical Carlos Gómez, dijo que se suspendió debido a que PAE subió
cuatro equipos y prometió subir más equipos parados. Pero los despidos
no cesan y se suceden luchas de trabajadores por empresas, tanto en
Comodoro, como en Santa Cruz, donde YPF aplicaría su plan de 2.000
despidos. Es clara la necesidad de un paro nacional y el esquive que
hace la burocracia, en este caso kirchnerista.
Durante el Comodorazo, las compañías tomaban asistencia y amenazaban
con descontar el día y quitar el presentismo, haciendo más significativa
la huelga y la movilización multitudinarias. La burocracia sindical
perdió representatividad y lo saben. Las bases y delegados petroleros ya
no les creen como antes. Los despidos continúan: lo dice un trabajador
de EDVSA, contratista de PAE: “Están echando 10 compañeros por día sin
importar antigüedad, eficacia, producción. Dicen que les sale más barato
indemnizarte que tenerte en la base y no mantener tu actividad”.
Y la lucha también: al martes 9 de mayo declararon estado de alerta
porque 97 trabajadores tomaron las plantas del grupo Lufkin, son tres
compañías de servicios petroleros: General Electric, Lufkin y Copgo.
Están de retención y quema de cubiertas en la base. El Ministerio de
Trabajo no cumplió con la “conciliación”, a pesar de que impusieron a
los trabajadores una rebaja salarial del 25%. Hay 47 despidos, mientras
amenazan con 50 más, y exigen que se retrotraigan. Les mandaron a la
policía. Ya hubo una toma anterior donde intervino Trabajo, llegaron a
un acuerdo y firmaron dos actas, que Nación no cumplió. No piensan
levantar la toma.
“Arrancamos el conflicto en las tres bases y no lo vamos a levantar
hasta que no se levanten los telegramas y tengamos todos los puntos
solucionados, merecemos respeto”, “hay dos actas firmadas a nivel
nacional y en ningún momento solucionaron los puntos que pedimos (...)
no nos vamos a ir hasta que no bajen de Buenos Aires con todos los
reclamos solucionados”, dijo Martínez, delegado petrolero.
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