Foto: Ignacio Smith
La detención de José López ha acelerado la descomposición del
kirchnerismo. Muchos justifican ahora su “paso al costado” y la
colaboración con el gobierno en nombre de la “honestidad”.
Pero esa colaboración con el macrismo existía de antes, como lo
demostró el acuerdo con los fondos buitre, el blanqueo a los
capitalistas evasores o el brutal ajuste que gobernadores K ejecutan en
Tierra del Fuego o Santa Cruz.
López no fue un caso aislado. Revela un método de gobierno: la
confiscación de los trabajadores y los fondos públicos para rescatar a
los capitalistas. Por eso, la responsabilidad del kirchnerismo en la
victoria de Macri es inocultable. La bancarrota económica, la crisis
social y la corruptela generalizada pavimentaron el triunfo de
Cambiemos.
¿Cómo enfrentamos ahora el ajuste de Macri y los gobernadores?
No será, con seguridad, de la mano de los socios de López o de la ajustadora Alicia Kirchner.
Debemos seguir un camino distinto y construir nuestra propia alternativa política.
Para dar cuenta de la bancarrota capitalista, que tiene una dimensión
internacional (¡Brexit!), es necesario que esa alternativa tenga un
programa anticapitalista y de independencia de clase.
Desarrollemos en los sindicatos, en el movimiento de la juventud, en los barrios y en todos lados, esta gran tarea.
El próximo sábado 2 de julio, miles de dirigentes y delegados
sindicales debatirán esta perspectiva en Racing, en la Conferencia
convocada por la Coordinadora Sindical Clasista.
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