Se cumplen 22 años de encubrimiento e impunidad
Mauricio Macri participó apenas unos minutos del acto oficial por el 22 aniversario del atentado a la Amia.
La presencia del Presidente fue fugaz. Se retiró antes de que
comenzaran los discursos de los familiares, argumentando cuestiones de
agenda. Lo más probable es que sus asesores le hayan aconsejado esquivar
posibles críticas por su sociedad con el ex comisario Jorge “Fino”
Palacios, que actualmente es juzgado por el encubrimiento del atentado.
En 2009, Macri había designado a Palacios al frente de la Metropolitana.
Lo defendió con uñas y dientes ante los cuestionamientos, hasta que
salió a luz que Palacios había tejido toda una red de espionaje con sede
en el gobierno porteño. Recién entonces Mauricio entregó su alfil. Este
año, ya electo Presidente, Macri logró su propio sobreseimiento
definitivo en esa causa.
La dirigencia sionista recibió la presencia de Macri con beneplácito.
También la restauración de la línea “investigativa” de Stiuso-Nisman
contra Irán, apuntalada ahora por el regreso de “Jaime” al servicio
oficioso del espionaje local (“Este trabajo nunca se deja”, le dijo hace
poco a una periodista de La Nación).
Sin embargo, los fiscales que están revisando la causa señalan en un
informe oficial “que había miles de documentos mal conservados y sin
mirar, un cuerpo sin dedos y testigos que nadie escuchó” (Clarín, 18/7).
El mérito es del tándem Nisman-Stiuso. Durante la década que estuvieron
al frente de las “investigaciones”, no aportaron un gramo de verdad
sobre la autoría del atentado. Mucho menos sobre las conexiones locales
que posibilitaron su ejecución y luego lo encubrieron.
La CIA y el Mossad
La acusación de Stiuso-Nisman contra Irán se basó en supuestos informes
clasificados provistos por la CIA y el Mossad. La “causa Amia” fue
manipulada durante todos estos años en función de los intereses
geopolíticos del imperialismo norteamericano. En el plano local, en
2006, Néstor Kirchner se valió de ese argumento para hacer aprobar las
leyes “antiterroristas” que reclamaba el Departamento de Estado.
Cuando el kirchnerismo quiso aportar el “memorándum” a la saga de
negociaciones que los yanquis abrieron con el gobierno iraní, la plana
mayor de la ex Side -temerosa por la posibilidad de terminar pagando los
platos rotos- se pasó al juego de la oposición. Especialmente al de
Sergio Massa. La respuesta del gobierno K fue promover el ascenso de un
genocida, César Milani, proveniente de la estructura de inteligencia
militar, al frente del Ejército.
En el pasado reciente, cuando eran oposición, los bloques
parlamentarios que hoy integran Cambiemos coquetearon con la posibilidad
de constituir una “comisión investigadora independiente”, pero luego lo
relegaron al olvido. La manipulación y el encubrimiento son cuestión de
Estado.
El atentado a la Amia fue sistemáticamente utilizado para acentuar la
penetración de los servicios de espionaje yanquis y sionistas en el
aparato represivo local y para justificar las provocaciones del
imperialismo en Medio Oriente.
De “Fino” Palacios a Nisman; de Stiuso a Milani. Se cumplen 22 años de encubrimiento e impunidad.
Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1420/politicas/amia-de-stiuso-a-milani-de-milani-a-stiuso-1
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