5 de agosto de 2016
| Por Jacyn
La orden de detención dictada por el juez Martínez de Giorgi contra
Hebe de Bonafini desató un operativo inusitado, que incluyó una orden de
allanamiento al local de las Madres y luego el intento de detenerla en
la tradicional ronda de los jueves en la Pirámide de Mayo. La elección
del día, coincidente con el segundo cacerolazo contra el tarifazo, fue
deliberada. Sin duda, se trató de un show funcional al macrismo. Por
caso, ningún magistrado ha demostrado el mismo empeño hasta ahora para
dar con el contrato secreto de YPF con Chevron, a pesar del fallo de la
Corte Suprema.
Sin embargo, esto no debe ocultar, como señaló Nora Cortiñas, que Hebe
“no está requerida por un tema de derechos humanos, sino por su rol de
empresaria”. Está imputada en la causa que investiga la malversación de
dinero destinado a la construcción de viviendas a través de la empresa
"Sueños Compartidos", que dirigía junto a Sergio Schoklender.
Hebe está acusada junto a José López y cuarenta funcionarios más por el
desfalco de casi mil millones de pesos provenientes de fondos públicos.
En una carta conocida ayer, Hebe señaló que no concurriría a declarar
porque no reconocería la autoridad de “esta justicia”. Sin embargo, y de
acuerdo a lo trascendido en las últimas horas, esa razón principista ha
sido dejada de lado. Sus abogados están negociando con el juez una
salida procesal y Hebe estaría dispuesta a declarar si es eximida de ir a
prisión preventiva. Hasta el día de hoy, no hizo declaraciones públicas
sobre su responsabilidad ni la de los cuarenta funcionarios imputados
como ella en la misma causa.
La Fundación Madres de Plaza de Mayo actuaba como intermediaria entre
la Secretaría de Obras Públicas que ocupaba el bolsero López y la
constructora privada Meldorek, perteneciente a Schoklender, beneficiaria
exclusiva de los planes de construcción de viviendas sociales hasta
2011. Gobernadores e intendentes de todo el país también sumaban sus
propias licitaciones confeccionadas a medida de la constructora de
Madres.
Antes de que la justicia detectara los enjuagues financieros del tándem
Hebe-Schoklender, los obreros de Meldorek denunciaban empleo en negro,
súper explotación y maltratos propios de pistoleros.
La cooptación política de los K arrastró a Madres al barro de la
corrupción, junto a los López, los Lázaro Báez y demás socios de la
camarilla patagónica. Constituyó uno de los episodios más denigrantes y
dolorosos, para los luchadores, de todos los ocurridos bajo los
gobiernos kirchneristas, que tuvieron presos políticos, muertos en
protestas sociales y un genocida como jefe del Ejército. La antigua
luchadora abrazó la defensa del kirchnerismo al punto de descender a los
niveles de repudiar a Julio López tras su segunda desaparición. Cambió
el acompañamiento a las luchas por la asistencia perfecta a los actos
protocolares en la Casa Rosada. El 24 de marzo, sumó a Aníbal Fernández
al camión de las Madres.
El gobierno de Macri, sin duda, se sirve ahora de esta causa judicial
para encubrir a los suyos, los Caputo, los Calcaterra, los Niembro y los
Grindetti. También, para avanzar en sus políticas de amnistía a los
genocidas.
Hebe debe responder por los negociados de "Sueños Compartidos". Su
obligación es limpiar el nombre de las Madres y precisar el papel de los
funcionarios –incluidos los servicios de inteligencia– involucrados.
Sin embargo, a la hora de enfrentar la embestida judicial, Hebe prefirió
rodearse de Zannini, Boudou, Ferraresi, el "Cuervo" Larroque y
Sabatella.
Una parte de la izquierda actuó nuevamente como furgón de cola de esta
pandilla y se hizo presente en el acto con los K, como ya lo había hecho
frente a la detención de Milagro Sala. Su seguidismo a la banda
kirchnerista responde a un electoralismo indisimulable.
Más que nunca, reivindicamos la completa independencia de las
organizaciones de lucha y de derechos humanos frente al Estado y sus
partidos. El Partido Obrero levanta estos planteos con la autoridad de
haber sido la única fuerza política que acompañó la lucha de las Madres
durante la dictadura militar.
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